Especiales Semana

Betty, la fea (Personaje de telenovela)

1 de enero de 2001

Muy pocas veces un personaje de ficción logra colarse en este tipo de listados y más en un país donde los protagonistas de los principales sucesos suelen ser políticos y militares. Betty, la protagonista de Yo soy Betty, la fea, no sólo se ha destacado por el alto rating de la telenovela y por ser tema de conversación diaria de millones de colombianos sino también porque, a diferencia de las tradicionales telenovelas que defienden la figura del príncipe azul, Betty ha tenido que superar todos los inconvenientes a causa de su poco agraciado aspecto y su condición social humilde que le significa trabajar el doble para obtener lo mismo que quienes tienen la suerte de ser bellos y ricos.

La historia de Betty ha sido una muy eficaz fórmula para mostrar la realidad del país sin tener que recurrir a la violencia o la muerte. A través del humor Betty ha hecho un diagnóstico muy preciso y ácido de la sociedad colombiana con una importante dosis de humor que tanta falta hacía en los acartonados esquemas de las telenovelas tradicionales.

Su vida en breve

Beatriz Pinzón Solano nació el 27 de noviembre de 1973. Estudió en el colegio La Presentación y se graduó con tesis laureada de economista en la Universidad de Estudios Económicos y Finanzas. Se especializó en finanzas y relaciones internacionales. Antes de entrar a Ecomoda S.A. trabajó como auxiliar del área internacional del Banco Montreal.

Lo que pocos saben de ella

La primera opción para encarnar a Betty no fue Ana María Orozco. Fue una actriz venezolana desconocida en Colombia. La querían a ella para que nadie supiera que detrás de su apariencia de ‘fea’ había una bonita y sospecharan del desenlace de la telenovela.

Su mayor orgullo

“Me enorgullezco de haber leído ‘Moneda, Banca y Teoría Monetaria’, de Fernando Gaviria, pues dicen que ese libro sólo se lo han podido leer él y yo; de no haber sido despedida del Banco Montreal por ineficiente sino por fea. Y de cumplirle a mi papá el sueño de ver colgado en la sala de mi casa mis diplomas y el mosaico de mi generación, que exhibe con tanto orgullo a pesar de la foto”.