Especiales Semana

¿Cuánto vamos a vivir?

Para el año 2050 las personas de 100 serán tan comunes como las de 80 hoy.

7 de febrero de 2000

A principios del siglo XX la expectativa de vida en el mundo no pasaba de 47 años pero en sólo 100 años el promedio subió a 73. La pregunta obvia que se hace la gran mayoría es si pasará lo mismo en el siglo XXI y si aquellos que nazcan en 2050 podrán llegar fácilmente a los 100 años o más. Las respuestas son contradictorias. De un lado están los genetistas optimistas, que creen a ciencia cierta que el panorama anterior será posible. Estas esperanzas se basan en el futuro desarrollo de algunas áreas de la ciencia, como la llamada medicina regenerativa, que brindará la posibilidad de crear nuevos órganos y tejidos en el laboratorio, los cuales servirán de reemplazo a partes viejas y enfermas del cuerpo. Pero parte de los pronósticos también están fundamentados en recientes investigaciones relacionadas con los cambios que sufre el organismo a medida que envejece. Una de las áreas más interesantes en el momento es el estudio de los telómeros, unas membranas que recubren las puntas de los cromosomas en una célula. Como se sabe, cada célula tiene información específica sobre el número de veces que deberá dividirse antes de morir. Los estudios han encontrado que los telómeros tienen que ver en ese proceso pues cada vez que hay división celular por alguna razón no se copian las dos últimas unidades de ADN en esas puntas de los cromosomas. Cuando el telómero se acaba —después de haberse dividido unas 50 veces— su capacidad para multiplicarse termina y la célula muere. Desde hace un par de años los científicos de los laboratorios Geron, en California, encontraron que existe un gen —el gen de la telomerasa— que al ser manipulado permite que una célula se divida muchas veces más de lo que estaba previsto por la naturaleza. Los médicos prevén que en un futuro podría ser posible tomar células de una persona, manipularlas, rejuvenecerlas y devolvérselas al paciente para ayudar a crecer nuevas en reemplazo de las viejas. Este descubrimiento, sin embargo, podría tener efectos negativos en el cáncer, enfermedad que se basa en la división celular descontrolada. En efecto, se sabe que algunos tumores crecen porque el gen que produce la telomerasa se ha mutado, y sin esta enzima los telómeros siguen creciendo y permitiendo la división celular en forma indefinida. Otros investigadores, como Doug Wallace, de la Universidad de Emory, en Atlanta, están apostándole a otra teoría del envejecimiento basada en la mitocondria, la parte que produce la energía en la célula. En el proceso de convertir energía en una forma útil se forma el ATP o adenosin trifosfato. Pero un subproducto del ATP son los radicales libres, que dañan las mitocondrias. A medida que la persona envejece se producen más radicales libres, los cuales dañan la células y les causan la muerte. Si algún día los científicos encuentran la fórmula para reemplazar las mitocondrias que se dañan con los radicales libres probablemente la gente vivirá mucho más. Por ahora la única ayuda que existe es tomar antioxidantes, como las vitaminas C y E, que atacan a los radicales libres. Mientras esto sucede científicos del Instituto de Tecnología de California han encontrado algo parecido a un gen del tiempo, algo así como un reloj del organismo que ayuda a decirle a las demás células si es de día o de noche. Seymour Benzer, uno de los científicos que participó en la investigación, piensa que de la misma forma debe existir un gen que cumpla la función de ser ‘reloj de los relojes’ que le indica al organismo en qué época de la vida se encuentra una persona. Hace un par de años él encontró que una especie de mosca que se alimenta de frutas puede vivir 100 días, un tercio más que otras moscas. La diferencia entre unas y otras radicaba en un gen. Nadie sabe si la barrera de la edad puede simplemente postergarse o si una vez se rompe la gente obtendría la eterna juventud. Algunos creen que la humanidad está lejos de llegar a ser inmortal. “Sólo se puede esperar extender por unos años el período de vigor y el espectro de vida”, dice Wallace. Pero no todos ven las cosas así. Hay científicos con una versión más pesimista —o tal vez realista— de lo que sucederá con las personas y su proceso de envejecimiento. Entre ellos está Jay Olasnky, un demógrafo de la Universidad de Chicago, quien estima que para 2050 la gente sólo vivirá tres años más de lo que vive hoy. Su argumento se basa en que la expectativa de vida en el siglo pasado no aumentó debido a sofisticados avances de la medicina sino a descubrimientos muy puntuales, como los antibióticos y medidas de higiene y salubridad como acueductos con agua más potable. Aún queda la pregunta de si el aumento de esta expectativa de vida traerá consigo una mejor calidad de la existencia, pues sería totalmente inútil vivir 100 años si los últimos 25 van a pasarse en un hospital. También habría que considerar la opinión de los demógrafos, quienes estiman que por cada año de vida que se aumente en la población se deberá aumentar el crecimiento económico en un 1 por ciento. Estudios recientes han demostrado que las dietas de bajas calorías podrían provocar una desaceleración en el metabolismo de las personas, retardando el proceso de envejecimiento. Por tanto, mientras los investigadores continúan trabajando sobre el tema, lo mejor es seguir comiendo balanceado, hacer ejercicio, tomar antioxidantes y tener mucha calma, pues hasta el momento lo único cierto es que vivir más depende menos de los años contables y mucho de la capacidad para disfrutar el poco tiempo que tenemos.