Especiales Semana

QUE RICOS TAN POBRES

¿Sabía usted que para estar dentro del uno por ciento mas rico del país sólo necesita ganarse 2.3 millones de pesos mensuales?

19 de octubre de 1992

TODOS LOS COLOMBIANOS SUEÑAN CON EStar dentro del uno por ciento más ricos del país. Para la gran mayoría, eso significa tener una fortuna similar a la de Carlos Ardila Lulle, Julio Mario Santo Domingo o Luis Carlos Sarmiento Angulo.
Lo sorprendente es que Colombia es un país tan pobre, que para estar dentro de ese uno por ciento únicamente se necesita tener ingresos brutos mensuales de 2.3 millones de pesos. Esa es una cifra que algunos consideran irrisoria cuando se habla de "millonarios". Pero sólo 70.000 colombianos que sostienen a otros 250.000 tienen ingresos por encima de ese nivel. Y sólo 40.000 se atreven a confesarlo. A esta conclusión se llegó luego de confrontar la información de la Dirección de Impuestos con la de la Encuesta Nacional de Hogares del Dane.
Por tanto, clasificar dentro del uno por ciento no es nada extraordinario. De hecho es muy común conocer a alguien de ese grupo o, por qué no, estar dentro de él. Sin demasiado trabajo, 2.3 millones de pesos se los gana un comerciante, un agricultor, un taxista con tres carros, un abogado, un cirujano plastico, un odontólogo, un actor de moda, un alto ejecutivo, un jefe de mercadeo o un futbolista. Es mas, muchas de estas personas triplican cuadruplican o quintuplican esos ingresos al mes.
Y es que en Colombia el nivel de ingresos es tan bajo que aqui un miembro del uno por ciento se gana en un año lo mismo que en Estados Unidos recibe en un mes una persona del mismo grupo. Al fin y al cabo, 2.3 millones de pesos equivalen a solamente 42.000 dólares, que es lo que se gana un universitario recién graduado en Estados Unidos . ¿A qué se dedican los 70.000 afortunados que constituyen el uno por ciento más rico de Colombia? Según la Administración de Impuestos la mayoria son comerciantes, con un 33 por ciento del total. Seguidos por los industriales, con un 13 por ciento los empresarios del sector agropecuario con un 11.6 por ciento, y los asalariados con un 9.4 por ciento.
El liderazgo de los comerciantes es explicable, pues el comercio sigue desempeñando un papel decisivo dentro de la economia, no sólo a nivel de ventas sino de empleo. Actualmente más de tres y medio millones de colombianos dependen de ese sector que se ha constituido en el más pujante de la última década. Según expertos consultados por SEMANA el peso del comercio crecerá aún más en los próximos años debido a la apertura económica. Por eso se puede afirmar que los comerciantes seguirán aumentando su participación dentro del uno por ciento de los más ricos.
Eso contrasta con la situación de los terratenientes que hoy son los terceros y hace 50 años eran los primeros. Actualmente las cosas son muy distintas y otros grupos como el de los asalariados, especialmente los altos ejecutivos, vienen ganando terreno.
En otras palabras, en 1992 puede ser mejor negocio tener una buena "chanfa" que una buena finca. Los profesionales independientes también están en auge. Los abogados son un buen ejemplo de esto. Un penalista cobra en promedio lO millones de pesos por proceso. Y los que trabajan cobrando deudas vencidas de las instituciones financieras reciben millonarias comisiones por el dinero que logran recuperar.
Algunos médicos también están dentro del uno por ciento. Por sólo dos círugías plásticas, un especialista puede ingresar automáticamente al selecto grupo del uno por ciento, si se tiene en cuenta que el costo promedio de cada una supera el millón de pesos. Ciertos siquiatras muy cotizados pueden llegar a ganar hasta seis millones de pesos al mes, pues cobran por sesión 30.000 pesos y atienden hasta lO pacientes al día.
Este mismo salario lo recibe una actriz de moda por un papel estelar en una telenovela de alto rating, un director de comerciales de televisión o el presidente de una agencia de publicidad. Y un dato sorprendente es que los que manejan clientes internacionales, como los economistas y abogados, cobran el equivalente al salario mínimo por una hora.

COMO SON LOS DEL UNO POR CIENTO?
Además de ser los más ricos del país, estos 70.000 colombianos tienen muchas otras cosas en común. Al contrario de lo que se podría llegar a creer, la gran mayoría de los ricos son jóvenes. El 47 por ciento tienen edades entre los 26 y los 45 años Mientras que apenas un 12 por ciento sobrepasan los 66 años.
Siete de cada 10 de los del uno por ciento son hombres.
Y aunque en el mundo moderno educación es sinónimo de poder y dinero, curiosamente 750 de esas personas no saben leer ni escribir. Además, un 35 por ciento no ha pasado por la universidad. Pero con la gran competencia profesional y empresarial que se está viviendo actualmente en el país, cada vez será más importante tener una mayor preparación académica para clasificar en el grupo de los más ricos.
Lo cierto es que ganarse 2.3 millones de pesos mensuales no hace a nadie realmente rico. Aunque esos ingresos equivalen a 35 salarios mínimos, una familia típica de cuatro personas vive bien con esa plata, Con lujos, pero no demasiados.
Por ejemplo, si un ejecutivo del uno por ciento quisiera ir a Europa durante un mes con su esposa y sus dos hijos algo muy normal para los más ricos en otros países sencillamente no le alcanzaría el dinero. Un viaje de estos cuesta al menos 9.000 dólares, que son seis millones 300 mil pesos. En esas condiciones, esa familia tendría que conformarse con una corta temporada en Miami o incluso en Cartagena o Santa Marta.
SEMANA conoció la última encuesta de costo de vida para altos ejecutivos realizada por la firma Price Waterhouse. Según el sondeo, el típico hombre del uno por ciento es quien desempeña un cargo de gerente en una empresa intermedia colombiana de 200 empleados o un vicepresidente de una mutinacional.
Lo llamativo es que, de acuerdo con el mismo estudio, los gastos promedio de este tipo de ejecutivos son de tres millones mensuales, pero generalmente hay más de un sueldo en la familia. Solamente entre vivienda y servicios se va más de la tercera parte de su salario. Este ritmo de gastos se justifica si se considera que el 90 por ciento de los 70000 colombianos más ricos tienen hijos mayores de cinco años.
Un típico miembro del uno por ciento tiene por lo menos dos carros, que cambia aproximadamente cada tres años. Además de un apartamento o una casa de mínimo 60 millones de pesos, posee una finca o una casa de recreo a donde suele ir casi todos los fines de semana. Frecuenta un club social donde juega tenis o golf. Usualmente cuenta con dos tarjetas de crédito, además de una internacional.
Habla inglés y hace todo lo posible por enviar a sus hijos a estudiar en universidades de Estados Unidos.
Aunque se puedan dar esos lujos, lo cierto es que los del uno por ciento, con sus 2.3 millones de pesos al mes, y teniendo en cuenta todos sus gastos, viven "ras con apenas".

LOS "SUPE-RICOS"
En esas condiciones, para ser verdaderamente rico no es suficiente con estar dentro del uno por ciento, Hay que hacer parte,por lo menos, del 0.5 por ciento, es decir, ganarse más de cinco millones de pesos al mes, que son los que se podrían llamar
"supericos''. Según la Administración de Impuestos Nacionales, el año pasado sólo 19.270 personas declararon estar dentro de este selecto grupo.
Ellos, que indudablemente sí son los más ricos del país, contrastan con los 20 millones de colombianos que tienen algún grado de pobreza y con el 73 por ciento de los trabajadores que reciben menos de dos salarios mínimos al mes. Un claro ejemplo de esta inmensa brecha es el del presidente de un grupo económico que se gana 131 veces el salario mínimo. En países como Japón, por ejemplo, el sueldo del mismo ejecutivo sólo equivale a cinco veces el mínimo.
A pesar de las grandes diferencias entre los muy ricos y los muy pobres, en los últimos años ha tomado fuerza un nuevo grupo. El de los que hoy ganan hasta 1.250.000 pesos mensuales. El año pasado, 496.390 personas declararon haber tenido ingresos de ese nivel. Y muchos consideran que ese medio millón de personas son la base de la relativa estabilidad social de Colombia.
Este es un grupo aún más heterogéneo que los dos anteriores. Abarca gente de las más diversas profesiones y actividades. Gente que está en ascenso y para la cual, aunque es muy difícil llegar a ser "superica", no es muy lejana la posibilidad de ser algún día del uno por ciento.
A diferencia de los del 0.5 y los del uno por ciento, donde los comerciantes son mayoría, en este nueva clase el primer lugar lo ocupan personas que trabajan en el sector financiero. Y esto se puede explicar en gran parte a la tendencia que hay entre los bancos y las corporaciones, por ejemplo, a impulsar a los empleados medios con altas responsabilidades.
Esto se debe en buena medida al flujo de profesionales especializados que están preparando las universidades y que están absorbiendo gran parte de la industria, el comercio, la banca y otros sectores de la economía.
De esta forma se puede concluir que la composición de la pirámide social está llena de sorpresas. Por ejemplo, los ricos de hoy no son tan ricos como hace 10 años. Y aunque el 73 por ciento de los colombianos se ganan menos de 130.000 pesos al mes, el número de pobres se ha reducido levemente. Además, algunos de la llamada clase media han escalado a tal punto, que muchos de ellos entraron al uno por ciento sin haberse dado cuenta de que ahora son considerados, por lo menos estadísticamente, como "los más ricos".

"SI SOY UNO DE LOS MAS RICOS, EL PAIS ESTA EN LA OLLA"

Máximo Morales es uno de los paperos más prósperos de Corabastos. como muchos de los 70.000 colombianos más ricos del país, el forma parte del uno por ciento sin haberse dado cuenta. SEMANA lo entrevistó.
SEMANA: ¿Cuánto gana usted mensualmente?
MAXIMO MORALES: La cifra concreta prefiero no decirla, porque eso lo puede complicar a uno. Pero le cuento que estoy por los cinco millones de pesos mensuales.
SEMANA: ¿ Usted sabe que con esos ingresos clasifca dentro del selecto grupo d e las 70.OOO personas más ricas del país? M.M.: ¿Yo ser uno de los más ricos de Colombia? Están locos... Los que tienen plata aquí son otros.
SEMANA: ¿Entonces quiénes son para usted los verdaderamente ricos? M.M.: Pues los que se ganan mínimo 30 ó 40 millones de pesos mensuales.
SEMANA: Pero los ricos en ColombIa son los que tienen ingresos superioresa 2.3 millones pesos...
M.M.: Si eso es verdad, y yo soy uno de los más ricos, el país está en la olla. Esa plata no hace a una persona ni siquiera medio rica. Un rico rico no se sostiene ni con cinco millones al mes.
SEMANA: Claro que usTed se gana más que eso. Y no parece vivir muy apretado.
M.M.: Pues fíjese que a mí el sueldito. me sale "ras con ras". Si me pusiera a hacer cuentas de lo que yo gasto, se me escurrirían las lágrimas.
Este oficio exige muchos compromisos. Si uno se encuentra con un agricultor, pues fijo hay que destapar una buena botella de whisky, y hasta invitarlo a una comida especial. Todo esto lo tiene que ser uno para conservar los buenos clientes.
SEMANA: Pero la plata no se le puede ir toda en trabajo. Usted debe darse algunos lujos.
M.M.: Sí claro. La papita da pa'todo. Además para eso es que trabaja uno. Me gusta ir a buenos restaurantes, vestirme más o menos bien, cambiar mi "renolito" cada año...
SEMANA: Aunque usted debe tener más de un renolito... ¿Cuántos carros tiene actualmenente? M.M: Bueno, tengo un Renault un Mazda y una Blazer además de los camiones de las bodegas, pero eso ya es otro cuento.
SEMANA: ¿A dónde acostumbra a ir de vacaciones? M.M.: Casi siempre a Cartagena o a Santa Marta. Lo mas lejos que conozco es Venezuela, y eso por los negocios que hago allá. pero sí tengo hartas ganas de conocer Europa. Solo estoy esperando conseguirme una buena compañía. Además acostumbro ir casi todos los fines de semana a mi finca en Anapoima, donde la paso muy bien. SEMANA: Entonces usted no se puede quejar del negocio de la papa.
M.M.: No, uno no puede ser ingrato. Hace 10 años no tenía ni carro y ahora mire. Pero de todas formas la agricultura es traicionera. A uno le da todo pero también se lo puede quitar en cualquier mornento. Por eso es mejor cuidar bien lo poquito que Dios me ha dado. Además hay que guardar algo para que cuando mi hijo sea mayor pueda irse a estudiar a Estados Unidos.
SEMANA: Bueno, pero si con lo que usted se gana puede mandarlo a estudiar a donde quiera.
M.M.: No, si yo no soy ningún millonario. Yo soy apenas un colombiano de clase media.
SEMANA:¿Entonces a usted le gustaría llegar a ser más rico? M.M.: No. A mí se me hace que eso ya es demasiada ambición.