VIII Cumbre Semana Sostenible
Visión 2050: la estrategia para vivir bien en equilibrio con el planeta. ¿De qué se trata?
Con la Visión 2050 Colombia, Sergio Rengifo, director de Cecodes, invita a las empresas a crear valor y garantizar bienestar sin agotar el capital natural.

¿Cómo surge esta iniciativa y cuál es su propósito?
SERGIO RENGIFO (S.R.): Surge de un concepto global liderado por el World Business Council for Sustainable Development, que adaptamos a la realidad de Colombia. Para 2050, se estima que el país tendrá cerca de 62 millones de habitantes, y el gran reto es que todos puedan vivir bien sin sobrepasar los límites del capital natural.

¿Qué significa “vivir bien” en este contexto?
S.R.: Implica garantizar derechos y dignidad para todas las personas, que puedan satisfacer sus necesidades básicas, tener igualdad de oportunidades y superar las brechas de desigualdad, especialmente en un país como el nuestro. Además, tiene un enfoque para que todos protejamos, restauremos y utilicemos la naturaleza de una manera sostenible.
¿Cuáles son los retos urgentes a los que se enfrentan?
S.R.: A los tres grandes desafíos globales: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la creciente desigualdad. El primero no es un cuento; hoy vemos olas de calor extremas en Europa y fenómenos cada vez más frecuentes. La biodiversidad, por su parte, sostiene 44 billones de dólares, casi la mitad del PIB global, lo que demuestra la urgencia de proteger la naturaleza y sus servicios ecosistémicos. La desigualdad, en cambio, está matando a una persona cada cuatro segundos en el mundo. Ante esto, la Visión 2050 plantea un enfoque regenerativo, no solo para no hacer daño, sino para reparar y crear valor.
¿Cómo traduce la Visión 2050 estos retos en acciones concretas?
S.R.: La hoja de ruta propone nueve caminos de transformación: energía limpia, transporte y movilidad segura y eficiente, espacios para vivir en armonía con la naturaleza, productos y materiales con enfoque de economía circular, servicios financieros que movilicen capital hacia el desarrollo sostenible, conectividad inclusiva, salud y bienestar de calidad, agua y saneamiento, y sistemas alimentarios regenerativos y equitativos. Cada uno está articulado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y busca que las empresas se alineen con los riesgos y oportunidades globales.
¿Qué implica para las empresas adoptar esta visión?
S.R.: Requiere pasar de la retórica a la acción y priorizar esfuerzos, no intentar hacerlo todo. Hay que incorporar la sostenibilidad como estrategia de negocio, integrarla a la cultura organizacional y convencer a las juntas directivas y a la alta dirección. Además, es fundamental adaptar las estrategias a cada territorio; lo que funciona en Soacha no necesariamente funciona en los Montes de María.
¿Qué hace que la sostenibilidad sea hoy un buen negocio y no solo un compromiso ambiental?
S.R.: Ayuda a gestionar riesgos (como la escasez de materias primas o el acceso al agua), atraer talento joven y fidelizar clientes. Además, refuerza la reputación y abre mercados, por ejemplo, en Europa, donde ya se exigen políticas de derechos humanos y debida diligencia. La sostenibilidad ya no es el futuro, es el presente.
¿Qué está en juego para las empresas que decidan ignorar este cambio?
S.R.: Si no se adaptan, su negocio puede convertirse en un problema más para el planeta, en lugar de ser parte de la solución. De no adoptar estos marcos conceptuales desaparecerán.