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La reina estaba de excelente humor y no era para menos, ya que Ascot es su evento preferido en el calendario de primavera y verano.
La reina, quien enviudó hace dos meses, estaba de excelente humor y no era para menos, ya que Ascot es su evento preferido en el calendario de primavera y verano. | Foto: AFP

Realeza

La reina Isabel retorna feliz a las carreras de Ascot

Isabel da un ejemplo de valor en la adversidad y reaparece en una de las citas más importantes del calendario hípico, en el cual compitieron cuatro de sus caballos.

19 de junio de 2021

Ser la jefa de Estado del Reino Unido no le ha impedido a Isabel colmar con creces su gran pasión por la hípica. De hecho, es una de las grandes caballistas del país, y su pasión es tal que rompió el estricto encierro que ha llevado durante la pandemia, en el castillo de Windsor, para hacerse presente en el quinto y último día de las carreras de Ascot.

La cita clásica de la alta sociedad británica es también la preferida de la reina en el calendario de eventos de primavera y verano, de modo que solo se ha ausentado una vez en sus 69 años de reinado, en 2020. Y no fue por su voluntad, sino porque la crisis del covid-19 obligó a la suspensión de la competencia.

Pero ahora, el Reino Unido se encuentra en un plan piloto de levantamiento de las restricciones, el cual incluyó estas carreras, que fueron establecidas por la antepasada y antecesora de Isabel en el trono, la reina Anne, en el siglo XVIII.

La reina no es una simple espectadora en Ascot. Es una de las mayores caballistas de Gran Bretaña y tenía cuatro ejemplares en competencia. Aquí, conversa con el gerente de sus establos, John Warren, y un jinete.
La reina no es una simple espectadora en Ascot. Es una de las mayores caballistas de Gran Bretaña y tenía cuatro ejemplares en competencia. Aquí, conversa con el gerente de sus establos, John Warren, y un jinete. | Foto: AFP

Esta vez, sin embargo, Ascot y la realeza no pudieron hacer gala de toda la pompa que las caracteriza. Fue suprimida, por ejemplo, la procesión real, en la cual la reina y demás miembros de su familia suelen arribar en coches antiguos tirados por caballo. A cambio, Isabel llegó en un auto cerrado que, de todos modos, hizo el recorrido por el anillo por donde suele realizarse la procesión.

Eso sí, no la faltó la interpretación del himno nacional, God Save the Queen, mientras ella descendía del automóvil, luego de lo cual fue objeto de una calurosa ovación por parte de los cerca de 12.000 espectadores.

La prensa destacó el entusiasmo del que Isabel hizo gala en las carreras, vestida con un alegre abrigo color menta y uno de sus típicos sombreros a juego, adornado con rosas, la flor insignia de Inglaterra. Los comentaristas de los medios y los internautas, halagaron la sonrisa que la monarca, de 95 años, mantuvo en todo momento, pero también se le vio atenta a lo que pasaba en las carreras, acompañada del gerente de su emporio equino, John Warren.

Su interés no era para menos, ya que cuatro ejemplares de sus establos se batían en las carreras: Reach for the Moon, Tactical, Light Refrain y King’s Lynn. La presencia de la reina en Ascot es tan clásica, que las casas de apuestas retan a sus clientes a predecir de qué color será el sombrero que ella lucirá. Esta vez, informó la firma Ladbrokes, el azul y el verde fueron los tonos favoritos.

Sin embargo, este año hubo menos posibilidades de echarse unas libras al bolsillo por cuenta de su sombrero, ya que ella solo asistió el último día, cuando la costumbre es que se haga presente en los cinco que duran las carreras.

La reaparición de Isabel en Ascot acontece a dos meses de la muerte del príncipe Felipe, el esposo de la reina y quien solía acompañarla indefectiblemente al evento. Así, esta muestra de ánimo de su parte, ha sido vista como otra muestra de su temple y deseo de seguir adelante.

Este año, el verde fue uno de los dos tonos favoritos en las apuestas por el color del sombrero de la reina y fue un acierto. Lo adornó con rosas, la flor símbolo de Inglaterra.
Este año, el verde fue uno de los dos tonos favoritos en las apuestas por el color del sombrero de la reina y fue un acierto. Lo adornó con rosas, la flor símbolo de Inglaterra. | Foto: AFP

En las jornadas anteriores la familia real no estuvo del todo ausente. El príncipe Carlos y su esposa Camilla representaron a la reina, al igual que su hija, Ana, la princesa real, quien se encargó de entregar el jueves la Royal Cup, el trofeo más importante del torneo.

Desde su creación, en 1711, las carreras han estado estrechamente ligadas a la realeza. Los terrenos en que tienen lugar las carreras son de propiedad de la corona, que se los arrienda a la organización.

La presencia de la reina en Ascot ha servido de remate a la agitada agenda que ha cumplido, a pesar de su reciente viudez en los días recientes. Como se recuerda, la semana pasada estuvo en la cumbre del G7, en Cornualles, y luego recibió al presidente Joe Biden y su esposa, Jill, en el castillo de Windsor. También presenció el desfile Trooping the Colour, con el cual se celebra oficialmente su cumpleaños.