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UN FRANCES A LA CRIOLLA

Hasta la semana pasada, Jean Claude Bessudo era el más colombiano de los franceses. Ahora, que tiene cédula, se considera el más francés de los colombianos.

15 de noviembre de 1993

TAN PRONTO SE APROBO LA LEY DE DOble nacionalidad en el Congreso, Jean Claude Bessudo pasó su solicitud. Según él, lo único que lo diferenciaba de los colombianos eran la falta de cédula y la forma como seguía arrastrando las erres. Lo primero cambió la semana pasada, cuando el presidente César Gaviria le entregó su cédula. Lo segundo parece que ya no tendrá solución.
Si uno de los requisitos para ser ciudadano colombiano fuera conocer detalladamente la geografía nacional, este francés, nacido en Niza hace 45 años, desbancaría a muchos colombianos de nacimiento. Es, además, un gran hombre de empresa. A punta de pulso y gracias a una inmensa capacidad de aprender de los errores, convirtió a Aviatur pequeña agencia que fundó su tío Víctor Bessudo -en la mayor empresa de viajes y turismo del país. Con 14 compañías afiliadas, Aviatur ofrece servicios adicionales al viajero, como salud prepagada y transporte de carga. Hoy cuenta con 80 oficinas en las principales ciudades del país y dos en el exterior.
El sentido del humor y la cordialidad de Bessudo le han valido una extensa lista de amistades y el cariño de sus empleados, quienes se han visto beneficiados por la aplicación del sistema de remuneración variable. En 1984, él decidió que sus trabajadores debían compartir las ganancias de la empresa, así que, constantemente, y tras de consultarles, les mejora sus ingresos.
Este nuevo ciudadano llegó a Colombia poco después de la muerte de su padre, cuando su tío Víctor lo invitó al país. Se graduó de bachiller en Bogotá y luego se trasladó a Bélgica, donde estudió matemáticas puras y donde conoció a Danielle, su esposa. Tres días después de la boda decidió regresar a Colombia. Y enamoró tan firmemente a Danielle de las cosas de este país que años más tarde ella renunció al pasaporte belga para hacerse cargo de la dirección del Teatro Colón.
Excéntrico, trabajador y aventurero, son los calificativos más utilizados por quienes tratan de definir a Bessudo. Prefiere pasar vacaciones en lugares exóticos. El año pasado, por ejemplo, organizó un viaje a la olvidada isla de Clipperton, aventura en la que embarcó también a los hijos del presidente Gaviria, a monseñor Huertas capellán de la Casa de Nariño y a la periodista Laura Restrepo. La travesía encontró toda clase de tropiezos, entre ellos la imposibilidad de aterrizar en la isla y un regreso en el que fueron interceptados por agentes de la Agencia Federal Antidrogas de EstadosUnidos (DEA).
Para Bessudo, no fue si no una travesía más en su largo historial de viajero. Al fin de cuentas, se trata de un colonizador moderno que decidió quedarse para siempre cn la tierra de sus conquistas.