Empresas que construyen país
80 años de Alpina: la historia detrás de una marca que creció con las familias colombianas
Carolina Espitia, presidenta de la compañía, habló sobre la evolución de la marca en estas ocho décadas. Compromiso con la innovación, sostenibilidad y el progreso del campo la convirtieron en una de las empresas más queridas del país. Hoy tiene presencia en 15 mercados internacionales.
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Durante 80 años Alpina ha logrado ser una marca que trasciende lo comercial, ¿cuál ha sido la clave para mantenerse en el mercado y en el corazón de los colombianos?
Carolina Espitia (C.E): Alpina ha crecido al ritmo de las familias colombianas, acompañando sus momentos cotidianos, celebraciones y tradiciones, lo que nos ha permitido conectar con distintas generaciones. Durante estos 80 años nos hemos mantenido firmes en un mismo propósito: nutrir a Colombia con productos deliciosos, de calidad y con un profundo sentido de bienestar. Esa convicción, junto con nuestro espíritu innovador y la capacidad de escuchar y adaptarnos a las nuevas necesidades de los consumidores, ha sido fundamental para mantenernos vigentes y seguir construyendo confianza a lo largo del tiempo.
¿La innovación también ha marcado este camino?
C.E: La innovación es un proceso constante que nos permite seguir sorprendiendo y ofreciendo experiencias únicas a los colombianos. Buscamos mantener la esencia de nuestro portafolio original, reforzando productos que ya forman parte de la cotidianidad de las familias. Al mismo tiempo queremos explorar nuevas formas de disfrutar los alimentos, ya sea a través de sabores diferentes, presentaciones y experiencias novedosas, que nos permiten atender nuevas necesidades de los hogares.

Las personas son cada vez más conscientes de su alimentación, ¿cómo trabajan en productos más nutritivos y sostenibles?
C.E: En Alpina la innovación surge de escuchar a nuestros consumidores, que buscan bienestar a través de lo que comen, y de nuestro compromiso de aportar a su nutrición y salud integral. Contamos con un Instituto de Ciencia y Tecnología reconocido por MinCiencias en categoría A, que nos permite desarrollar ingredientes y productos diferenciales que elevan la calidad y el valor nutricional de nuestro portafolio. Queremos seguir avanzando paso a paso, combinando biotecnología, análisis de datos y conocimiento científico para ofrecer alimentos cada vez más nutritivos y funcionales.
¿Cómo ha sido la relación con los ganaderos y campesinos del país para aportar al desarrollo del campo?
C.E: Nuestra historia no se puede contar sin el campo colombiano. Hoy en día trabajamos con cerca de 2.000 ganaderos en las cuencas lecheras más importantes del país, muchos de ellos pequeños productores, a quienes acompañamos con asesoría técnica, mediciones diarias de calidad y programas de asociatividad que fortalecen su calidad, productividad y competitividad. Eso nos ha permitido crecer juntos. Es una relación de confianza mutua y de largo plazo, que impulsa el desarrollo rural.

¿Cómo han logrado equilibrar los objetivos económicos, ambientales y sociales?
C.E: En Alpina la sostenibilidad es parte esencial de nuestro ADN. Es el equilibrio entre asegurar la viabilidad de nuestras operaciones, generar rentabilidad y al mismo tiempo reducir nuestro impacto ambiental para ampliar el impacto social. El primer paso es garantizar la disponibilidad y el uso responsable de los recursos que necesitamos para operar, y a partir de ahí, construir soluciones que nos permitan avanzar hacia una operación cada vez más sostenible.
De esta forma, buscamos constantemente alternativas que sean ambiental y económicamente viables, actuando con la convicción de que siempre hay algo más que podemos hacer. Por ejemplo, en 2024 mantuvimos por tercer año consecutivo la certificación de carbono neutro; además, autogeneramos el 24 por ciento de nuestra energía a partir de biogás y granjas solares; nos hemos anticipado a las regulaciones nacionales sobre plásticos de un solo uso y Responsabilidad Extendida del Productor (REP) al transformar proactivamente nuestros empaques; y alcanzamos la certificación Plástico Neutro por tercer año consecutivo, compensando el ciento por ciento del plástico que ponemos en el mercado.
Hoy la empresa llega a varios mercados internacionales, ¿cómo ha sido este camino?
C.E: Ha sido un camino de aprendizaje, innovación y propósito. Empezamos llegando a los llamados “mercados nostálgicos”, llevando productos emblemáticos como la Avena y el Arequipe Alpina a comunidades colombianas, venezolanas y ecuatorianas en Estados Unidos. Hoy buscamos llegar al mercado masivo, ampliando nuestro público objetivo y adaptando sabores, formatos y presentaciones a los gustos y estilos de vida de nuevos consumidores. Actualmente estamos en más de 15 países de América y Europa, gracias a la combinación de exportaciones directas, producción local y el trabajo conjunto con distribuidores que se convierten en nuestros aliados en cada mercado.

¿Cómo sueña a Alpina en los próximos 80 años?
C.E: Queremos seguir ofreciendo alimentos deliciosos, de calidad y con un perfil nutricional superior, que promuevan el bienestar y respondan a las necesidades de cada generación. Si en estos primeros 80 años hemos acompañado a millones de colombianos con nutrición y sabor, los próximos serán para seguir transformando vidas. En Alpina creemos que cada momento es una oportunidad para nutrirse, y ese propósito seguirá guiando nuestro camino.
