Reconexión interior
Una caleña que trabaja para que las mujeres ejerzan un liderazgo consciente
Por medio de los ‘Los cinco pilares de la mujer encantadora’, Claudia Lorena Gómez, administradora de empresas vallecaucana, ayuda a fortalecer el liderazgo femenino. “Ser una mujer encantadora no significa ser perfecta ni es una cualidad: es una decisión”. dice.
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Una mujer encantadora vibra con lo que es y ejerce su liderazgo desde el amor con intuición, empatía, colaboración y conexión, sin necesidad de asumir posturas masculinas. Así lo identificó Claudia Lorena Gómez por medio de su programa Los cinco pilares de la mujer encantadora, gracias al cual ha trabajado de la mano de decenas de mujeres.
Por medio de su empresa Claudia_LGMZ, esta madre, esposa y administradora de empresas vallecaucana invita a las mujeres a hacer ellas mismas, redescubriendo fortalezas y atacando debilidades y estereotipos, entre estos, los sesgos de género. Ofrece asesorías, talleres y charlas, en Cali y otras regiones del país, en las que impulsa un camino de reconexión interior para liderar desde el ser.
“Ser una mujer encantadora no significa ser perfecta ni es una cualidad: es una decisión”, dice Gómez, por considerar que, para liderar, una mujer no tiene por qué asumir posturas masculinas y descuidar los roles que la hacen única: su fuerza, su sensibilidad, su pasión, su calma, su autenticidad y, sobre todo, su amor.
El primer pilar del que habla en sus charlas es el ‘autoconocimiento’, que ayuda a guiar a cada mujer a verse con claridad y a conciencia, “reconociendo quién es, qué valora, qué la mueve, qué la detiene y qué desea cambiar”. El segundo es la autenticidad. “Es hallar la coherencia interna entre lo que pienso, siento, digo y hago, sin buscar aprobación externa”.
El tercero es ‘Me priorizo’, que apunta hacia el cuidado personal en cuatro dimensiones: física, emocional, mental y espiritual. “Me conecto con mi esencia y transformo la visión del autocuidado en una práctica estratégica y sagrada. Quien no se cuida, se abandona”.
El cuarto son las ‘Relaciones significativas’, clave para rodearse bien. “Las relaciones no nos definen pero sí nos reflejan; por eso, hay que elegir con sabiduría a quién le permito entrar en mi vida”.
A juicio de Gómez, existen cuatro tipos de relaciones: las anclas, que te dan el polo a tierra; las espejo, que muestran lo que tienes que mejorar; las de drenaje, que son las tóxicas, y las de proyección, que se adquieren caminando con personas exitosas.
El último pilar es ‘Liderazgo y energía femenina’, que busca que la mujer tenga claridad sobre quién es, tome decisiones conscientes, establezca límites con amor, gestione las emociones y sea coherente. “Servir no es sacrificarse: es impactar positivamente desde tu autenticidad y liderar desde el ser, el propósito y el alma”.
Gómez cuenta que su programa ha calado no solo en personas individuales, sino en entidades públicas y privadas. Una de ellas, recuerda con cariño, es el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cali, “donde hay mujeres que hoy prestan este servicio desde su esencia, sin asumir posturas masculinas”. Y recalca que el liderazgo femenino mejora el clima laboral, incrementa la productividad, incentiva la innovación y la creatividad, y ayuda a consolidar la cultura organizacional.
“Cuando una mujer se conoce, se acepta y se ama, se convierte en su mejor versión y en una fuente de inspiración para el mundo”, concluye.