El malestar social chileno, sumado a las dificultades económicas generadas por el coronavirus, se convirtieron en el caldo de cultivo para el retiro del ahorro pensional. | Foto: fotografía_ Afp

CHILE

¿Por qué en Chile van a permitir sacar 10% del ahorro pensional?

El país modelo del sistema de ahorro individual en pensiones enfrenta una crisis: van a autorizar el retiro de 10% de esos recursos. ¿Mal ejemplo?

26 de julio de 2020

El coronavirus se convirtió en la gota que rebosó la copa ante el malestar que existe en Chile con su esquema de ahorro individual para el retiro, manejado por las administradoras de fondos de pensiones (AFP).

Desde hace varios años el sistema pensional chileno ha venido perdiendo legitimidad. Esto queda claro con grupos como No+AFP, que pide una opción pública y de reparto, como Colpensiones en Colombia. Y con la protesta social, que en sus multitudinarias manifestaciones del año pasado pedía a gritos cambios en este frente.

No obstante, desde hace más de 30 años no ha prosperado ninguna reforma pensional en Chile y, ahora con los desafíos económicos del coronavirus, se abrió la ventana para que el cambio se haga realidad. Pero las modificaciones no afectarán la forma de cotizar, en la que solo ahorra el trabajador y las empresas no aportan. Tampoco establecerán un mínimo para las pensiones, como en Colombia, donde por decisión de la Corte Constitucional no pueden ser inferiores al salario mínimo. Solo plantean permitir que los afiliados a las AFP puedan retirar hasta 10% de su ahorro.

Se trata de ayudar a la clase media que, como en el resto de países, ha resultado la más afectada con la crisis económica derivada de la pandemia. Las clases más acomodadas aguantan con sus propios recursos y los más pobres con subsidios estatales. Pero los hogares que están en la mitad no cuentan con un apoyo para sobrevivir en medio del cierre de muchas empresas.

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La propuesta de retirar 10% del ahorro pensional provino de los partidos de oposición al gobierno de Sebastián Piñera. Pero la propuesta poco a poco fue ganando impulso en el parlamento y muchos congresistas oficialistas han dado su apoyo. Por eso, dan por descontado que pasará sin problemas en el Legislativo.

Luego de aprobada por la Cámara Baja, la iniciativa entró el 20 de julio a la Comisión de Constitución del Senado, donde pasó por tres votos contra dos. Al cierre de esta edición debían votarla en sesión plenaria y luego tratarla nuevamente artículo por artículo, para quedar lista.

El Ejecutivo, que se opone la medida, podría objetarla. Pero lo más probable es que no lo haga y más bien se resigne a reglamentarla, dado que considera que el costo político de oponerse sería muy elevado.

Así funcionaría

Si los cálculos legislativos son correctos, el 15 de agosto harían los primeros pagos a los afiliados que deseen retirar parte de su ahorro pensional y lo más probable es que lo hagan muchos. La más reciente encuesta de la consultora Cadem revela que 82% dice estar dispuesto a sacar su ahorro.

Harían el pago en dos cuotas y tendría unos topes, establecidos en Unidades de Fomento (UF), reajustables de acuerdo con la inflación, como la unidad de valor real (UVR) en Colombia.

Los afiliados a las AFP podrán retirar máximo 150 UF, que equivalen a unos US$5.000 y mínimo US$1.000. Quienes tengan poco ahorro lo podrían sacar todo y se asume que en ese grupo estarían los más jóvenes, que tendrían tiempo para retomar sus cotizaciones y volver a construir una base para su pensión. También los más pobres, que al quedarse sin saldo en las AFP podrían beneficiarse de las pensiones estatales.

El regulador de pensiones de Chile estima que si todos los 11 millones de afiliados sacan el máximo permitido, saldrían del sistema US$19.640 millones, que representan 9,9% del total ahorrado en las AFP.

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No obstante, los expertos han advertido que no es sencillo devolver ese dinero. Por una parte los fondos de pensiones tendrían que salir a liquidar sus inversiones, lo que afectaría por ejemplo el valor de diversos activos, como las acciones. Por la otra, hay dificultades operativas, dado que primero deben ubicar las cuentas adonde les consignarían a los afiliados y luego verificar que no haya identidades falsificadas, lo que implica más trámites e incluso algunos físicos en sedes bancarias o de AFP. Eso es complicado en medio de una pandemia.

Las consecuencias

Quienes apoyan la medida, la consideran una victoria social, una herramienta de contingencia y un impulso rápido para la economía, que según estiman se habría contraído casi 15% el segundo trimestre.

Por el contrario, las voces en contra no han parado de advertir que descapitalizar el ahorro hoy va a implicar un grave problema futuro. Señalan que muchas personas se quedarían con las manos vacías al llegar a la edad de jubilación.

Además, alertan que esta es una medida regresiva, pues quienes tienen más ahorro se beneficiarían con el retiro y, aun así, garantizarían su pensión. Mientras tanto los de menores saldos tendrían menos dinero para gastar hoy, y nada a futuro.

Así mismo, los detractores de la medida insisten en que el gobierno de Piñera tiene herramientas más rápidas y efectivas para llegar con ayudas a la clase media. De hecho el Ejecutivo, en un intento por frenar la iniciativa, presentó un plan para la clase media que incluye la entrega de un bono por casi US$630 y un crédito blando por US$1.900.

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Si las cábalas políticas se cumplen, en el segundo semestre los chilenos podrán empezar a gastar parte de su ahorro pensional. De ese modo habrán sentado un precedente para el resto de países que, como Colombia, imitaron su modelo. Ojalá el remedio no salga peor que la enfermedad.

Una idea regional

El retiro del ahorro pensional como estrategia para hacerle frente a la crisis económica derivada de la pandemia no es exclusivo de Chile. En Perú, el 30 de abril el Congreso aprobó que los ahorradores pudieran disponer de 25% de los recursos guardados en las AFP. Pese a la fuerte oposición del gobierno de Martín Vizcarra, finalmente autorizó el retiro de hasta 2.000 soles (US$591) solo a los desempleados. En Brasil el secretario del Tesoro, Bruno Funchal, dijo que el gobierno analiza la posibilidad. "Sabemos que tiene beneficios, pero puede traer costos", comentó, citado por agencias de noticias. Tampoco dejó claro si permitir el retiro de dinero podría dañar los bonos del Tesoro del país, en los que invierten los fondos de pensiones.