Datawind, con sede en Montreal (Canadá), Nueva Delhi (India), Londres (Reino Unido), entre otras ciudades, es el nombre de la empresa que hizo realidad el sueño de convertir la tecnología en una herramienta de democracia y educación en todo el mundo.
Uno de los productos más emblemáticos de la firma fundada en 2001 es la tableta Aakash (cielo en sánscrito), cuya capacidad de memoria y procesamiento es equiparable a la de un dispositivo de alta de gama, según explicó Tuli en una entrevista concedida a Dinero en la ciudad colombiana de Cartagena.
“Mis competidores tratan de decir que si el producto es barato no va a tener calidad, pero les hemos demostrado lo contrario”, apuntó el experto en tecnología, quien es considerado el Steve Jobs de la India.
Este dispositivo es económico por una sencilla razón, todos los componentes son diseñados directamente en la compañía. A raíz de ello obtiene un margen considerable por cada parte del dispositivo, aunque este segmento no representa el mayor porcentaje de sus ingresos.
Gran parte de sus ganancias las obtienen por cuenta de los operadores de telecomunicaciones, desarrolladores de aplicaciones y compañías publicitarias que pagan por colocar sus contenidos en estas tabletas, que desde su lanzamiento en 2011 han ganado una gran popularidad.
En la India, Datawind se situó como el tercer fabricante más importante de tabletas digitales entre marzo y abril de este año. Con una participación del 13,5% logró superar a populares marcas chinas como Xiomi (9,5%) y a la local Micromax (12%).
La compañía liderada por Suneet Singh Tuli le piso los talones a importantes compañías a nivel mundial como Samsung (13,8%), y a la reconocida marca india iBall (14,9%), según cifras reveladas por la analista International Data Corporation (IDC).
El encargado de Datawind explicó que la producción de tabletas es de 80.000 unidades mensuales, sin embargo prevé que ese porcentaje se duplique en el 2016 por el alto nivel de demanda que hay en el mercado interno.
Tuli aseguró que la empresa a su cargo también adelanta negociaciones para comercializar ese producto en los próximos meses en Colombia, Nicaragua y Honduras, a través de distribuidores locales o los gobiernos.
“La tabletas de Datawind van a venderse en tiendas comunes, son de tan bajo costo se van a poder adquirir en la esquina de la casa como si fuera un litro de leche”, precisó el directivo.
“El próximo genio tecnológico tiene que ser colombiano”
Una mirada tranquila, prominente barba canosa, un turbante de color azul oscuro y dialéctica impecable, caracterizan a Tulin, un hombre que ha logrado conquistar a los líderes políticos de todo el mundo con sus ideas y su revolucionario proyecto.
De hecho, el secretario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon, calificó el dispositivo tecnológico de bajo costo como una herramienta “con potencial para transformar la vida de las personas", durante un evento público celebrado en 2012.
Tulin participó en la más reciente edición del Congreso Internacional Andicom, un evento en el que tuvo la oportunidad de inspirar a los jóvenes colombianos y demostrarles que sí es posible convertirse en los próximos ‘Marck Zuckerberg’ a pesar de las dificultades.
El directivo enfatizó en que la clave para que un país pueda avanzar en materia digital es “promover el acceso al hardware y luego al internet”, ya que “ese servicio debería considerarse como un derecho fundamental tan importante como la electricidad o el agua potable”.
“Los Gobiernos deben subsidiar las tabletas de la misma forma que lo hacen con los libros”, argumentó Tuli, al hablar acerca de los desafíos que tienen los países en materia de accesibilidad a la tecnología.
Por ende, les pido a los dirigentes latinoamericanos que sean “más agresivos” con sus programas de Gobierno, para así garantizar que “cada estudiante tenga acceso a las herramientas digitales sin importar su nivel de ingreso”.
Aunque reconoció los avances tecnológicos de América Latina, advirtió que aún hay mucho por hacer. Tal es el caso de Colombia, en donde hay unas 15 millones de personas que viven por debajo de la línea de pobreza y en el que menos del 50% de la población utiliza internet.
Finalmente, afirmó que el segundo paso que deben dar las naciones en vía de desarrollo es fomentar la apropiación de la tecnología y también la creación de herramientas digitales que resuelvan las necesidades locales, porque en Sillicon Valley no conocen “las necesidades reales” de un pueblito en Colombia o la India.