VENEZUELA
Los líos electorales del excontendor de Chávez
Mientras Chávez se somete a una nueva operación en Cuba, su contendor Henrique Capriles Radonski se enfrenta a unos nuevos comicios. Si pierde, quedaría por fuera del juego político.
El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski, derrotado por Hugo Chávez en las elecciones presidenciales del pasado 7 de octubre, se enfrenta al candidato del chavismo, el exvicepresidente, Elías Jaua. Ambos compiten por la gobernación de Miranda, donde Capriles aspira a ser reelegido como gobernador.
En los comicios del 16 de diciembre se renovarán los 23 gobiernos regionales y sus respectivos cuerpos legislativos. La mayoría de estas instancias se encuentra actualmente bajo el control de sectores políticos afines a Chávez. Para la oposición es clave no perder ninguna de las 7 gobernaciones que tiene, entre ellas la de Miranda, que incluye parte de la ciudad de Caracas.
Tres encuestas distintas, Ivad, Consultores 21 y Datanálisis le daban ventaja al gobernador Capriles sobre Jaua, por más de cinco puntos. Sólo una encuesta, de la firma Hinterlaces, le daba la ventaja a Jaua sobre Capriles de 49 Por ciento sobre 45 por ciento, en intención de voto
Pero las mediciones de todas estas encuestas son previas al anuncio de Chávez, el pasado sábado 8 de diciembre, cuando reveló que debía someterse a una nueva operación porque el cáncer, que dijo que había vencido durante la campaña presidencial, había regresado. El mandatario viajó de nuevo a Cuba donde está siendo operado por cuarta ocasión. Su estado de salud ha generado incertidumbre por el futuro político del país.
Aún es temprano para afirmar cómo influirá el delicado de salud de Chávez en las elecciones del domingo. Las encuestas, a estas alturas de la contienda, son prohibidas por el Consejo Nacional Electoral.
El cariño y apoyo popular con el que cuenta Chávez podría hacer que la gente se incline por los candidatos chavistas, en solidaridad con el proyecto bolivariano que encarna el mandatario. Pero la confirmación de su enfermedad también podría hacer que los venezolanos se pregunten si deben votar por los candidatos de un proyecto político que podría estar llegando a su fin.
¿Error de cálculo?
Henrique Capriles obtuvo más de 6 millones y medio de votos en las elecciones presidenciales. Logró con ello consolidarse como la figura política de la oposición venezolana que ha llegado más lejos, haciendo una maratónica campaña por todo el país, en medio de una competencia desigual.
Por tal motivo quedó posicionado mejor que cualquier otro aspirante dentro de la oposición, por encima de otros candidatos como el gobernador del estado Zulia, Pablo Pérez, el exalcalde de Chacao, Leopoldo López, o la diputada María Corina Machado, quienes compitieron en el proceso de primarias a principios de año.
Pero ahora, entre los mismos sectores de la oposición, están cuestionando la decisión de Capriles de haberse lanzado otra vez a la gobernación de Miranda, en vez de haberse quedado trabajando como líder nacional, recorriendo el país, y apoyando a otros candidatos regionales en campaña.
Capriles tiene un perfil más ejecutivo y no es dado a los grandes discursos. Ha dicho que decidió lanzarse a la gobernación de nuevo porque su gestión habla más que sus palabras, y que era importante no dejar perder esa plataforma. Mejor dicho, necesitaba seguir mostrando resultados para permanecer vigente.
Pero aún si Capriles gana la gobernación de Miranda otra vez, es difícil saber qué tanta exposición y juego político va a tener siendo gobernador de un estado, aún más cuando el plan del chavismo es profundizar el modelo comunal, en donde los recursos para ejecutar obras y gestionar proyectos locales se canalizan es para las Comunas y no para las gobernaciones. De hecho, los gobernadores de oposición tuvieron problemas para arreglar carreteras, responder ante la ola invernal de 2010 y ejecutar programas de salud, entre otros, porque el gobierno les restringió el flujo de recursos con los que cuentan.
A pesar de estos antecedentes, y antes de que se supiera el delicado estado de salud del mandatario venezolano, Capriles tomó una decisión arriesgada. Si llega a perder contra Elías Jaua, podría costarle muy caro.