En el programa de alfabetización participaron 28 municipios de Norte de Santander y se han beneficiado hasta ahora 919 personas.
En el programa de alfabetización participaron 28 municipios de Norte de Santander y se han beneficiado hasta ahora 919 personas. | Foto: Unipamplona

Educación

Con clases personalizadas a víctimas del conflicto, migrantes venezolanos y adultos mayores Norte de Santander le cierra la puerta al analfabetismo

Casi mil personas se han beneficiado de este programa en el que participa la Gobernación del departamento, la Universidad de Pamplona y el Ministerio de Educación; e incluye lecciones de emprendimiento y matemáticas financieras.

4 de septiembre de 2021

Casi mil adultos mayores, jóvenes, víctimas del conflicto armado y personas en condición de discapacidad de 28 municipios de Norte de Santander lograron completar los tres primeros grados de básica primaria y obtener su diploma. Este logro fue posible gracias a un proyecto de alfabetización de la Gobernación y la Universidad de Pamplona que busca implementar estrategias pedagógicas para disminuir la tasa de analfabetismo, que en el departamento alcanza el 8,79 por ciento.

Pablo Rojas Delgado, colombo venezolano, trabaja vendiendo frutas y otros productos en las calles de Los Patios, Norte de Santander. Luego de pasar por distintas labores como cajero de supermercados y conductor de bus, y ahora que se encuentra de manera permanente en Colombia, decidió aprovechar la oportunidad de estudiar. Durante los meses que duró el programa madrugó todos los días a hacer sus tareas y a investigar. Cuando no había muchos clientes se tomaba un descanso para repasar las guías y hacer los talleres.

De esta forma, se convirtió en uno de los mejores de la clase. “Me siento muy orgulloso de haber formado parte de este proyecto de estudio, ahora si hay que graduarse de bachillerato, lo hacemos, porque una vez complete eso puedo sacar derecho, que es la carrera que me gusta”.

Jorge Enrique Pérez, su docente y formador del programa de alfabetización, asegura que esta experiencia fue muy enriquecedora en el aspecto humano, porque nunca había tenido la oportunidad de trabajar con personas mayores. En el caso de Pablo, recuerda, “había temas que no entendía entonces preguntaba mucho, después desarrolló los contenidos muy bien y se convirtió en un guía para sus compañeros”.

Como él, otros 24 estudiantes a su cargo aprendieron a leer un documento, ahora saben de matemáticas y se desenvuelven mejor en sus labores cotidianas. Pérez afirma que este fue un programa distinto a los proyectos tradicionales porque además del proceso habitual, este grupo de adultos mayores aprendió a cuantificar su inversión y ganancias en la venta de empanadas, pasteles de yuca, pastel de arveja, masato y otros alimentos típicos de la región.

Los estudiantes desarrollaron su propio emprendimiento y fue tan positivo que la Secretaría de Desarrollo Social del departamento decidió llevar a este grupo de adultos mayores a representar a su municipio en el festival gastronómico de Platos Típicos de la Región en Chinácota, Norte de Santander.

Este es uno de los efectos positivos del programa de Alfabetización Territorial Clei 1 (Ciclos Lectivos Especiales Integrados), que tiene como una de sus prioridades garantizar la permanencia de los estudiantes en los ciclos de formación y disminuir los índices de analfabetismo en el país.

Audrey Cortés Contreras, docente de la Universidad de Pamplona y coordinadora de la iniciativa, asegura que el programa requirió de cuatro meses de convocatoria y seis meses de formación, pues fue un proceso casi personalizado en el que llevaron a cabo capacitaciones en alternancia y extra muros, es decir, clases a cada persona en sus casas.

“Era muy importante tener en cuenta el proyecto de vida, el buen trato y la empatía con los estudiantes, pues es una población que va desde los 15 años a los 87. Por eso implementamos capacitaciones a los formadores, para establecer una pedagogía del amor en la que los estudiantes pudieran acceder a otras oportunidades y mejorar su calidad de vida”, afirma Cortés.

Así lo comprobó Catalina Carrillo Vera, quien cuidaba adultos mayores y hoy se dedica al hogar. “Consideré importante retomar los libros porque había hecho primaria cuando era muy joven en Sarabena, Arauca, pero eso fue hace mucho y se me había olvidado”.

Ahora, en Los Patios, Norte de Santander, donde aprendió matemáticas financieras, español, ciencias naturales, ciencias sociales, emprendimiento y competencias ciudadanas, espera completar su proceso de lecto aprendizaje y continuar el ciclo de aprendizaje.

Para ejecutar este proyecto en los 28 municipios, la Gobernación invirtió 290 millones de pesos, la Universidad de Pamplona 109 millones y el Fondo del Ministerio de Educación Nacional 703 millones.