Opinión
El impuesto invisible: cómo el 40 % de su patrimonio en EE. UU., puede desaparecer al fallecer
Si usted no es residente fiscal en Estados Unidos y fallece con activos en ese país, su patrimonio puede estar sujeto a un impuesto federal del 40 % sobre los bienes que excedan los 60.000 dólares. Inmuebles, cuentas, acciones y hasta participaciones en empresas pueden quedar expuestas si no hay una estructura legal que los proteja. Planificar a tiempo no solo es una decisión financiera, sino un acto de responsabilidad familiar.

Imagine que usted construye un patrimonio sólido, trabaja duro, toma decisiones inteligentes y logra tener una inversión rentable en Estados Unidos. Todo va bien… hasta que un día usted ya no está. Y en lugar de dejarle tranquilidad a su familia, deja una factura: hasta el 40 % de su inversión puede desaparecer en impuestos.
No es una historia de terror. Es una realidad legal que afecta a muchos extranjeros que invierten en EE. UU. sin planificación sucesoral. Y el problema no es solo legal: es humano. Porque el impacto de no actuar hoy lo sufrirán los suyos mañana.
El impuesto que nadie le explica (hasta que es tarde)
Si usted no es residente fiscal en EE. UU. y fallece con activos en ese país, su patrimonio puede estar sujeto a un impuesto federal del 40 % sobre el valor de esos activos que excedan los USD 60.000. Así es: solo 60.000 dólares. Lo que esté por encima puede terminar en manos del IRS (Internal Revenue Service), la agencia federal encargada de recaudar impuestos.
Y aquí viene lo más preocupante: muchas personas no hacen nada porque están sanas y creen que tienen tiempo. Pero la muerte es una certeza; lo que no sabemos es cuándo llegará. La mejor planificación se hace mientras usted está bien. Esperar es, en sí mismo, una decisión arriesgada.
¿Qué activos están en riesgo?
Este impuesto no solo aplica a bienes inmuebles. También incluye:
- Participaciones en LLCs o corporaciones
- Cuentas bancarias (dependiendo del tipo)
- Acciones, bonos y otros valores
- Equipos, inventarios y activos comerciales
Incluso si su inversión fue hecha legalmente y está generando ingresos, si no tomó medidas para protegerla, al morir, el Estado puede reclamar una parte significativa de ese patrimonio antes de que llegue a sus herederos.
Por ejemplo, si usted es dueño de una LLC que posee una propiedad valorada en un millón de dólares, y no tiene ninguna planificación sucesoral en EE. UU., su familia podría enfrentar una factura fiscal de hasta 376.000 dólares solo en impuesto federal sucesoral. Eso sin contar gastos legales, contables y tiempo perdido en la sucesión.
El error más común: “Lo hago después”
Muchos inversionistas forman una LLC creyendo que con eso basta. O piensan que la sucesión se planea más adelante, cuando estén mayores. Pero si esa LLC no tiene la estructura adecuada —por ejemplo, si no cuenta con un “blocker” o no está integrada en una estrategia sucesoral—, sus acciones siguen siendo activos expuestos al impuesto sucesoral.
La LLC protege en vida (limitación de responsabilidad), pero no necesariamente protege al morir. Y dejarlo para después es dejar la puerta abierta al riesgo.
Un caso real: tomar decisiones a tiempo lo cambia todo
Tuvimos el caso de un cliente en buena salud, con hijos adultos y activos importantes en EE. UU. Él decidió no esperar. Estructuramos una sociedad en el extranjero, en las Islas Marshall. Esa entidad actuó como “blocker” y se convirtió en la dueña de las acciones de una propiedad en Estados Unidos. Cuando él falleció, ese activo no formó parte del patrimonio sujeto a impuestos sucesorales. Su familia pudo conservar el 100 % de ese bien, gracias a una planificación hecha a tiempo.
¿Cómo se puede proteger?
No existe una fórmula única para todos. La estrategia adecuada depende de múltiples factores: la estructura de los accionistas, el tipo de activo, el país de residencia fiscal y el propósito de la inversión. Algunas opciones que pueden considerarse son:
- Estrategias corporativas con planificación sucesoral: estructuras que incluyen entidades bloqueadoras o holdings extranjeras bien diseñadas pueden reducir significativamente la exposición al impuesto.
- Seguros de vida internacionales: utilizados de forma estratégica, pueden servir para cubrir la carga fiscal sucesoral sin comprometer los activos del patrimonio.
- Uso de trusts en casos específicos: en ciertos escenarios donde los beneficiarios o propietarios cumplen con requisitos fiscales en EE. UU., un trust puede ser una herramienta útil. Pero no siempre es recomendable para inversionistas no residentes fiscales.
La clave está en no asumir que lo que le funcionó a otro también le sirve a usted. Todo debe comenzar con una estrategia adaptada a su caso particular.
No planificar es una decisión (y una costosa)
Este impuesto no se paga por desconocimiento. Se paga por no estructurar bien. Muchos empresarios exitosos dejan un legado valioso, pero sus familias reciben mucho menos de lo esperado por no haber hecho la planificación legal adecuada.
En nuestra firma de abogados trabajamos cada día con inversionistas colombianos que quieren proteger su patrimonio en Estados Unidos. Y este impuesto es una de las principales amenazas que vemos repetirse. Por eso escribimos esta columna: para que más personas estén informadas y puedan tomar decisiones con anticipación.
No se trata de tener miedo. Se trata de tomar control. Usted trabajó duro para construir ese patrimonio. Asegúrese también de protegerlo con una estrategia adecuada.
*Este contenido tiene fines informativos y no constituye asesoría legal, empresarial o fiscal. Se recomienda consultar con un profesional para recibir orientación específica según su situación.
María José Granados-Godoy, abogada en Estados Unidos y CEO del bufete SimplyLegal en Miami, Florida.