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Lenin Moreno, candidato oficialista en Ecuador, con el presidente Rafael Correa al fondo. | Foto: JUAN CEVALLOS / AFP

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Rafael Correa por fin tiene sucesor en Ecuador

El mandatario lanzó a Lenín Moreno, el carismático ex vicepresidente que se desplaza en silla de ruedas, como candidato presidencial a las elecciones de febrero de 2017.

1 de octubre de 2016

El movimiento oficialista ecuatoriano Alianza País, con una decena de triunfos electorales en línea desde 2006, proclamó el sábado al carismático exvicepresidente Lenín Moreno como candidato presidencial para los comicios de 2017, a los que desistió Rafael Correa.

"La Revolución Ciudadana debe continuar, la Revolución Ciudadana va a continuar, y creemos que el mejor ecuatoriano para guiar la siguiente etapa de este proceso político es ese increíble ser humano Lenín Moreno Garcés", declaró el mandatario socialista ante miles de simpatizantes.

"Acepto", replicó Moreno, de 63 años, graduado en administración pública y que sufre una paraplejia que le obliga a movilizarse en silla de ruedas.

Agregó que su binomio será Jorge Glas, el actual vicepresidente, que lo reemplazó en 2013 luego de ocupar ese cargo desde 2007. "Te pido por favor que me acompañes en estos duros cuatro años", le expresó a Glas.

Alianza País (AP), en el poder desde 2007 y liderado por Correa, lanzó a Moreno para las elecciones del 19 de febrero durante su quinta convención nacional, celebrada en un estadio de fútbol del sur de Quito y a la que asistieron unos 20.000 delegados del partido.

Con un buen humor y una sonrisa permanente, Moreno, enviado de la ONU para personas con discapacidad y candidato al premio Nobel de la Paz en 2012, se perfila como el favorito para la elección, según algunas encuestas.

Imagen ideal

El exvicepresidente capta un 49% de la intención de voto frente a 16% del exbanquero de derecha y opositor Guillermo Lasso, quien sería su principal contendor, de acuerdo al sondeo más reciente de la empresa Perfiles de Opinión.

"Vamos a ganar las próximas elecciones en una sola vuelta", expresó la secretaria ejecutiva de AP, Dorís Solís, en una arenga ante miles de simpatizantes que llenaron el escenario de fútbol que se pintó de verde, el color del movimiento oficialista.

La aceptación de Moreno la podría llevar a ganar en la primera vuelta (para lo que se requiere al menos un 40% de los votos y una ventaja de 10 puntos) como lo hizo Correa en 2013, cuando obtuvo 57% contra un 23% de Lasso.

Paulina Recalde, directiva de la encuestadora, dijo que a Moreno le favorecen otros "elementos" dentro de los sondeos, al ser considerado el que tendría un mejor manejo de la economía, generaría más empleo, reforzaría la seguridad y ampliaría la lucha contra la corrupción.

"Hay una suerte de idealización de la imagen de Moreno que hace que la ciudadanía le asigne esta potencialidad de generar una buena gestión. Capta la intención de voto incluso de aquellos que no están 100% satisfechos con la gestión del gobierno" de Correa, añadió.

"Es difícil pero no improbable dada la división de la oposición", dijo el politólogo Simón Pachano, apuntando que al oficialismo "le favorece enormemente la división en la oposición y, sobre todo, una división que está dada por términos ideológicos y regionales (de la costa y la sierra andina)".

El catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Ecuador señaló que Moreno trataría de hacer un gobierno "relativamente diferente" al de Correa aplicando "algo más de apertura en lo político, eliminando ciertos aspectos que son claramente represivos y autoritarios de este gobierno".

"Pero en lo económico, cualquiera de los gobiernos que venga estará obligado a tomar medidas de ajuste fuertes" en medio de los problemas generados por la caída del precio del petróleo y la apreciación de la moneda estadounidense en la dolarizada economía ecuatoriana, estimó Pachano.

Última convención de Correa

El movimiento creado por Correa cuenta con alrededor de 1,4 millones de afiliados y es la principal fuerza política de Ecuador, que desde 2013 incluso controla el unicameral Congreso.

"Esta es mi última convención como presidente de la república. En la revolución todos debemos ser necesarios pero nadie debe ser imprescindible. Los revolucionarios no empezamos ni terminamos con un cargo público", dijo el gobernante, con un 58% de aceptación.

Correa, quien asumió la presidencia en enero de 2007 y fue reelegido dos veces, había desistido de intervenir en los próximos comicios para el período 2017-2021.

"Estoy seguro que de ser candidato los derrotaría nuevamente: hay legado, hay conciencia, hay una Patria nueva. Pero mi decisión está tomada. Tengo una deuda con mi familia, y, sobre todo, existen valiosos cuadros de AP que pueden tomar la posta", expresó hace un mes.

Correa, cuya esposa es belga y sus dos hijas mayores estudian en Francia, planea irse a vivir en Europa, por motivos familiares y académicos.