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Fotos de la semana 5 marzo
Pacientes con covid-19 yacen en camas en un hospital de campaña construido dentro de un coliseo deportivo en Santo Andre, en las afueras de Sao Paulo, Brasil, (AP Photo / Andre Penner). | Foto: AP

Coronavirus

El servicio de salud de Brasil está en la peor crisis de su historia

La pandemia del coronavirus hizo que los hospitales se llenaran y no hubiera respuesta para atender a las personas necesitadas.

18 de marzo de 2021

Brasil está experimentando un colapso histórico de su servicio de salud debido a que las unidades de cuidados intensivos (UCI) en los hospitales se quedaron sin capacidad, advirtió su instituto de salud líder, Fiocruz.

Según Fiocruz, las unidades para tratar la covid-19 en 25 de los 27 estados de Brasil tienen una ocupación de más del 80 %. En el estado de Rio Grande do Sul no hay camas de cuidados intensivos disponibles.

La advertencia se produjo cuando el país registró su mayor número diario de muertos hasta el momento, con 2.841 decesos en 24 horas. Esa cifra constituye un gran salto desde el máximo anterior de 2.286 el 10 de marzo.

“El análisis de nuestros investigadores sugiere que es el mayor colapso del servicio hospitalario y del servicio de salud en la historia de Brasil”, dijo la entidad.

Funcionarios de salud en el estado más poblado de Brasil, Sao Paulo, que el martes también registró un número récord de muertes diarias, pidieron al nuevo ministro de salud que considere imponer un bloqueo nacional.

Marcelo Queiroga, quien será designado formalmente como ministro de Salud, es la cuarta persona en ocupar el cargo desde que comenzó la pandemia.

El presidente Jair Bolsonaro se ha opuesto sistemáticamente a las medidas de cuarentena introducidas por los gobernadores estatales, argumentando que el daño colateral a la economía sería peor que los efectos del virus en sí.

En declaraciones a los medios de comunicación, Queiroga instó a los brasileños a usar tapabocas y lavarse las manos, pero no llegó a respaldar un encierro o incluso medidas de distanciamiento social.

El cardiólogo le dijo a CNN Brasil que si bien “los cierres se usaron en situaciones extremas, no podían ser una política del Gobierno”. Eso provocó una fuerte respuesta de João Gabbardo, el jefe del cuerpo de emergencia Covid-19 de Sao Paulo.

Gabbardo dijo en Twitter que los hospitales privados habían estado solicitando espacio en el sistema de salud pública debido a la demanda de camas de cuidados intensivos. “Cuando él (Queiroga) asuma, enfrentará las peores cifras de la pandemia”, tuiteó Gabbardo, y agregó: “Sugerencia: no se oponga a un cierre nacional”.

El presidente Bolsonaro ha minimizado constantemente los peligros de la pandemia: la semana pasada le dijo a la gente que “dejara de quejarse” sobre la covid-19.

Brasil tiene el segundo mayor número de infecciones y muertes del mundo, detrás de Estados Unidos. En total, el país ha registrado más de 11,6 millones de infecciones y 282.000 muertes desde que comenzó la pandemia.

El último aumento de casos se ha atribuido a la propagación de variantes altamente contagiosas del virus.

El Gobierno también se ha enfrentado a críticas por el lento lanzamiento de vacunas. Actualmente distribuye las dosis de Oxford-AstraZeneca y la CoronaVac, desarrollada en China, y ha realizado pedidos de las vacunas Pfizer-BioNTech, Johnson & Johnson y Sputnik V. Hasta ahora, alrededor del 4,6 % de la población ha recibido al menos una dosis.

Cae la imagen de Bolsonaro

El índice de aprobación del presidente Jair Bolsonaro se hundió en una nueva encuesta. El manejo que le ha dado Bolsonaro a la crisis del coronavirus es desaprobado por el 54 % de los brasileños, según una encuesta de Datafolha publicada el miércoles; esto es, un aumento del 48 % en enero y la peor lectura desde que el virus llegó por primera vez al país hace un año.

Por otra parte, el rechazo general del presidente, aquellos que lo califican como malo o terrible, aumentó al 44 %, desde el 40 % en la encuesta anterior.