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Jaqueline Vásquez Sánchez (hermana mayor) y Lorena Santos (registrada antes como Suly Janeth Sánchez) se reencontraron este jueves 25 de febrero. | Foto: Daniel Reina

HISTORIA

Armero: dos hermanas sobrevivientes se reencuentran después de 30 años

Este jueves Jacqueline Vásquez Sánchez conoció a su hermana, a quien creyó haber perdido en la avalancha que destruyó el pueblo en 1985. Fue un histórico encuentro.

25 de febrero de 2016

Hace 30 años la tragedia de Armero (Tolima) separó a cientos de familias, y con ello las destrozó. Lo que ocurrió este jueves en el Instituto de Genética Yunis Turbay es el símbolo de la reconstrucción de una de esas familias, gracias a la ciencia. Las hermanas se reencontraron y abrazaron como nunca antes lo habían hecho.

Lorena Santos (hace 30 años Suly Janeth Sánchez) y Jaqueline Vásquez Sánchez, dos hermanas hijas de la misma madre, y sobrevivientes de la tragedia de Armero, reconocieron por primera vez sus rostros después de aquel 13 de noviembre de 1985. Aquella horrible noche, el deslave del volcán Nevado del Ruiz dejó bajo un mar de lodo a Armero, un pueblo de que perdió casi la mitad de sus 50.000 habitantes.

Ese día, después de los estruendos de rocas, agua y el barro que arrasaron con el municipio, las hermanas Sánchez, de tres y nueve años, quedaron cubiertas de sedimentos y solas en esa triste escena. El pueblo estaba enterrado 10 metros bajo el lodo. Cada una, abandonada, creyó que había perdido a su familia y así emprendió una nueva vida.

Cuando la tragedia ocurrió, Lorena recordaba poco, casi nada. Tenía tres años cuando el ICBF la entregó en adopción, el 15 de febrero de 1986 y, debido a su corta edad, la imagen de una hermana mayor no estaba en su mente. Pero hace poco más de un año, Lorena –la hermana menor– decidió contactar la Fundación Armando Armero para averiguar si sus padres biológicos aún vivían, y aunque de ellos aún no se tiene noticia, en la búsqueda encontró a su hermana mayor.

Inesperadamente, después de un mal día de trabajó, Jaqueline vio un video de la fundación Armando Armero en Facebook que le cambió la vida. En él, aparecía Lorena, su hermana menor. Las imágenes eran evidentes para ella, por eso no dudó en contactar a la fundación y solicitar una prueba de ADN.

"Siempre estuve investigando sobre mi proceso de adopción y hasta noviembre del año pasado fui a Armero a que me tomaran la muestra de ADN. Al poco tiempo me informaron de la existencia de una chica con el mismo apellido que podría ser mi hermana", relató Lorena durante el encuentro.

Este jueves las hermanas Sánchez se encontraron por primera vez después de tantos años; revivieron su pasado y proyectaron futuro. Mirada tras mirada y cogidas de la mano, se reconocieron una a la otra. Identificaron los lunares que heredaron de su madre y los rasgos que ambas conservan y las hace únicas. Aprovecharon el momento y sin dudarlo una le compartió a la otra lo que en estas décadas han construido. Eran tías, algo que tampoco sabían, y sus hijos se conocieron con sus primos. 

"Hay nervios porque uno no sabe si se va a sentir un rechazo. Son sentimientos encontrados. Alegrías, ¿será que si me va a querer?", agregó Lorena. Y dirigiéndose a las madres que también perdieron familiares en las tragedias dijo con énfasis: "Nunca pierdan las esperanzas, nosotras esperamos 30 años. Sí es posible".

Se veían nerviosas, pero al mismo tiempo felices. Sin quererlo, consiguieron cicatrizar un doloroso capítulo de sus historias.

Cómo ocurrió

En el momento que Lorena se puso en contacto con la Fundación Armando Armero le realizaron un video que se compartió en la página web de la organización y se distribuyó en redes sociales, especialmente en la página de Facebook: ‘Niños perdidos de Armero’. Esa fue la imagen que por el destino llegó a los ojos de Jacqueline. 

En noviembre del 2015 se le practicó la prueba de ADN a Lorena y esperó pacientemente con la idea de encontrar con vida a sus padres. Eso aún no ha ocurrido, pero en enero de este año apareció Jaqueline, quien después de ver el video manifestó que la mujer de las imágenes podría ser su hermana Suly Janeth.

Cuando los doctores Emilio y Juan Yunis, del Instituto de genética Yunis Turbay, realizaron la prueba de ADN y confirmaron el resultado positivo del cotejo, el pálpito de Jaqueline se confirmó.

Hasta el momento Jaqueline –de 39 años– es el único familiar cercano de Lorena, que tiene 33. La primera vive en Bogotá y la segunda en Ibagué. Ambas vivieron adoptadas por familias que siempre las trataron bien. Ahora sus planes de vida no están claros pero el horizonte es distinto. Tienen una familia, su familia. 

La fundación

Francisco González, cuyo padre murió en la tragedia de Armero, ha dedicado los últimos diez años a conservar la memoria de la ciudad desaparecida con testimonios, fotografías y actos públicos. También ha luchado por los ‘niños perdidos de Armero’ encuentren a sus familias. Ha liderado esta labor desde la fundación Armando Armero y en alianza con el Instituto de genética Yunis Turbay.