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P O L I T I C A

Colombia federal

Un grupo de congresistas y de intelectuales revivió el debate sobre la conveniencia de cambiar de régimen y convertir a Colombia en un Estado federal moderno.

22 de mayo de 2000

Para nadie es un secreto que en Colombia se acerca el momento en que se van a tener que rebarajar las cartas. El escalamiento de la violencia, la crisis institucional, la falta de gobernabilidad, la recesión económica y el éxodo de colombianos, entre tantos otros factores, están poniendo sobre la mesa la necesidad de unas nuevas reglas para una nueva Colombia. A medida que se agudiza la crisis se habla con más frecuencia de asambleas constituyentes, de nuevos partidos, de otras opciones de Estado y de un nuevo proyecto de país. La más reciente propuesta es, ni más ni menos, que una Colombia federal.

El senador liberal risaraldense Rodrigo Rivera defiende esta idea y presentó, en compañía del representante conservador antioqueño Juan Ignacio Castrillón, un Proyecto de Acto Legislativo por medio del cual pretende que Colombia se convierta en una República Federal y que el Presidente convoque una Asamblea Constituyente que le dé forma a este objetivo.

Por medio de la historia de la piscina Rivera explica las diferencias entre el centralismo y el federalismo y porqué considera que este último es el sistema más conveniente para el país. En primer lugar le pide al público que se imagine una piscina con diez nadadores en el borde, listos a saltar al agua. En este grupo algunos saben nadar muy bien, otros se defienden y los restantes no tienen ni idea. En el escenario centralista, según el senador, le dan un neumático negro a todos los nadadores y los lanzan al agua. “Al cabo de 10 años el gran logro de este esquema es que los que no sabían nadar no se ahogaron. Pero los que sabían nadar bien ahora lo hacen regular porque les tocó cargar todo el tiempo con un lastre y los que lo hacían a medias se les olvidó hacerlo”, dice Rivera. En el escenario federalista, en su opinión, la situación es muy diferente. Todos los nadadores son lanzados al agua sin flotador. Al cabo de 10 años los que sabían nadar lo hacen mejor que nunca, los que se defendían continúan mejorando su estilo, y los que no sabían nadar han tragado un poco de agua pero han terminado por aprender.

Pero la idea del federalismo trasciende el círculo del Congreso. Un grupo de académicos e intelectuales presentaron el 29 de febrero de este año el libro Anteproyecto de Constitución Federal para Colombia, elaborado durante dos años en Medellín por el Grupo de Estudios Constitucionales del Colegio de Altos Estudios de Quirama. En la exposición de motivos del proyecto de acto legislativo se insiste en que en el país “se ha ido conformando un centro macrocefálico, de crecimiento desbordado y muy difícilmente gobernable, mientras la periferia es cada vez más raquítica y atrasada”.

El lanzamiento del Anteproyecto de Constitución Federal y del Proyecto de Acto Legislativo volvieron a ventilar el tema del federalismo en público y pusieron de presente que aún despierta resquemores en algunos sectores de la sociedad. Hay quienes lo consideran peligroso, lo ven como un instrumento para romper la unidad territorial. Para otros, que han responsabilizado al proceso de descentralización de la Constitución del 91 del actual desorden de las finanzas públicas y de la quiebra del Estado, la propuesta no es más que un capricho con ribetes de quimera.

Los defensores de un régimen federal piensan todo lo contrario: “Para asegurar la unidad hay que llegar al federalismo. Colombia no perdió un centímetro de territorio durante las constituciones federalistas, no ocurrió lo mismo con las constituciones centralistas”, dijo Rivera . Más allá de la polémica actual lo cierto es que la idea de federalizar a Colombia no es nueva. Hace por lo menos dos décadas existió una corporación prorrégimen federal y a mediados del siglo XIX el país tuvo una Constitución federalista vanguardista para su momento.



Federalismo hoy

Federalismo viene de la raíz latina foedus, que significa pacto, alianza. El profesor español Rafael Ruiz Manteca plantea que “el Estado federal es un Estado de Estados, que sirve de estructura a una sociedad heterogénea que quiere conjugar la tendencia a la diversidad”. Hoy Estados Unidos es el país que encarna la idea de federalismo exitoso en el mundo y la sombra que proyecta opaca los sistemas del mismo corte, pero con ciertas particularidades que los diferencian entre sí, de otras naciones como México, Canadá, Brasil, Argentina, Suiza, Alemania, entre otros.

¿Cuál es el apropiado o el que proponen los interesados para Colombia? Los gestores del Anteproyecto de Constitución Federal para Colombia piensan que la nueva organización agruparía a 10 estados, cada uno integrado por cinco o seis departamentos. Jorge Rodríguez Arbeláez, director del Centro Quirama, no está de acuerdo con esta división. En su opinión, lo correcto sería que cada departamento de los que existen hoy se convirtiera en un estado, menos los de las regiones de la Amazonia y la Orinoquia, que se organizarían para dar vida a dos nuevos estados. “Luego los estados pueden irse agrupando hasta llegar a un número ideal de nueve o 10 estados”, concluye Rodríguez. El senador Rivera comparte con él la idea de mantener la actual división del país, sólo que por razones más prosaicas: “No pueden juntarse los actuales departamentos porque no aguantarían el debate sobre dónde quedaría la capital”.

Este ordenamiento sería el punto de partida de un sistema en el cual el gobierno central tendría menos funciones, lo que redundaría en efectividad en el cumplimiento de las mismas y reduciría la burocracia y los gobiernos estatales podrían tener más atributos para resolver de la forma más conveniente los problemas de su región. El Plan de Desarrollo Nacional sería la suma armonizada de los planes de desarrollo estatales y éstos, a la vez, la de los planes de desarrollo municipales. Tanto Rivera como Rodríguez están convencidos de que, por encima de cualquier otra cosa, un sistema federal sería clave para lograr una paz duradera.