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CONTROVERSIA

Agarrón en el Consejo Gremial

Mientras algunos integrantes de este foro de deliberación cuestionan la renuncia de sus directivos, otros creen que es hora de adoptar principios democráticos para el ingreso de nuevos integrantes y eliminar la ‘balota negra’.

7 de abril de 2018

Un cisma vive el sector privado del país. En un hecho inédito en los 26 años de historia del Consejo Gremial Nacional, el lunes 2 de abril su presidente, Jorge Humberto Botero, y su vicepresidente, Jorge Enrique Bedoya, presentaron sus cartas de renuncia ante los líderes de los 21 gremios que lo conforman.

Las renuncias eran la consecuencia natural de una acalorada discusión que tuvo lugar en el seno del Consejo Gremial Nacional el 14 de marzo, cuando los dos directivos fueron derrotados en su intención de adoptar principios democráticos para ampliar el ingreso de nuevos integrantes.

Ese mismo día, les dieron un portazo a tres gremios que durante cerca de cinco meses habían trabajado por entrar: Asobolsa, que representa a los comisionistas de bolsa; Anato, que agrupa a los agentes de viajes y turismo; y Fenavi, que reúne a los productores avícolas del país.

Por medio del sistema de consensos, que algunos denominan ‘balota negra’, varios gremios bloquearon el ingreso de nuevos integrantes. El consejo adoptó este sistema hace cerca de cinco años y establece que uno solo de sus integrantes que se oponga puede vetar el ingreso de un aspirante. En su momento, el sistema buscaba evitar que algún tipo de injerencia política afectara la cohesión, pero hay quienes consideran que se trata de un sistema excluyente y poco democrático.

De hecho, esto llevó a que hace varios meses algunos de los integrantes del consejo plantearan un sistema más democrático, en el que se adoptara algún tipo de veto cuando tres o cuatro de los afiliados tuvieran alguna oposición.

Este portazo que se les dio a los tres grmeios en marzo resultaba impresentable tanto para el presidente como para el vicepresidente, quienes habían apoyado el proceso de ampliación del consejo. Esto los llevó a decidir apartarse de sus cargos. Pero estas renuncias todavía tendrán que ser consideradas en una reunión que se cumplirá este lunes 9 de abril a partir de las cuatro de la tarde, durante la asamblea extraordinaria.

El tema cobra especial importancia de cara al debate electoral y el cambio de gobierno. Aunque tradicionalmente el sector gremial del país ha buscado fortalecer su cohesión –especialmente por estas épocas–, en esta oportunidad las grietas se registran por un tema que tiene tanto de forma como de fondo.

De un lado, están quienes rechazan que los directivos utilicen sus renuncias como una forma de presión indebida, pues desde el principio conocían cómo operaba el sistema de ingreso de nuevos gremios y aun así buscaron forzar una votación que terminó con su derrota.

Aseguran además que la regla de la unanimidad en las decisiones ha sido tradicional y le ha permitido al Consejo Gremial mantener su cohesión y fortaleza, por eso, rechazan que ahora, a conveniencia de algunos, se quieran cambiar las reglas de juego.

Pero también hay quienes creen que este episodio obedece al interés de gremios poderosos que han expresado su intención de expandir aún más su poder, y ven en los nuevos integrantes posibles competidores para sus propósitos. Esta polarización ha provocado que algunos en privado planteen incluso que ya es hora de hacer toldo aparte.

Más allá de qué tan convenientes son las reglas adoptadas en el gremio de gremios, lo cierto es que su filosofía debería convertirlos en un foro democrático y abierto a los principios de igualdad y representatividad.