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Corte Suprema de Justicia | Foto: Colprensa

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Corte Suprema deja en firme condena contra hombre que agredió brutalmente a su pareja por no contestar el teléfono

La Corte Suprema envía un contundente mensaje de tolerancia frente a las conductas machistas que atentan contra la integridad de las mujeres.

Redacción Nación
3 de mayo de 2024

La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena contra José Domingo Díaz Hernández por el delito de violencia intrafamiliar agravada en contra de su compañera permanente Martha Lucila Pérez Hernández.

Los hechos ocurrieron la noche del 18 de marzo de 2016, cuando Díaz Hernández agredió física y verbalmente a su pareja en un contexto de violencia de género.

Los hechos probados en el juicio dan cuenta de que Pérez Hernández llegó aproximadamente a las 10:00 p. m. a la residencia que compartía con Díaz Hernández, ubicada en la calle 80A sur en Bogotá. Al llegar, se percató de varias llamadas perdidas de su compañero sentimental y cuando le devolvió la llamada, él comenzó a insultarla, por lo que ella prefirió colgarle.

Corte Suprema de Justicia
Corte Suprema de Justicia | Foto: GUILLERMO TORRES REINA / SEMANA

De acuerdo con el documento, una vez Pérez Hernández ingresó a su vivienda, Díaz Hernández la agredió verbal y físicamente de manera brutal: “La coge del cabello, la arrastra, le pega patadas y puños sobre el rostro, ella traía un tratamiento odontológico, tenía unos retenedores y al recibir estos golpes y puños hace que estos retenedores le causen más daño a su boca”.

La violenta golpiza le causó graves lesiones que provocaron incapacidad médica de 20 días y secuelas odontológicas permanentes.

En primera instancia, Díaz Hernández fue condenado por el Juzgado Tercero Penal Municipal de Bogotá a 72 meses de prisión al ser hallado culpable del delito de violencia intrafamiliar agravada al recaer la conducta sobre una mujer.

Esta decisión fue confirmada por el Tribunal Superior de Bogotá.

Inconforme, la defensa acudió al recurso extraordinario de casación, alegando violación al principio de congruencia y falta de configuración de la agravante de violencia contra la mujer. Sin embargo, la Corte Suprema desestimó estas censuras.

El principal sospechoso del crimen es la expareja con la que había terminado días atrás.
En primera instancia, Díaz Hernández fue condenado por el Juzgado Tercero Penal Municipal de Bogotá a 72 meses de prisión al ser hallado culpable del delito de violencia intrafamiliar | Foto: Getty Images

En su fallo de más de 30 páginas, la Alta Corte sostuvo que los hechos fueron narrados de forma detallada y circunstanciada desde la formulación de imputación y acusación, permitiéndole a Díaz Hernández ejercer de manera efectiva su derecho a la defensa.

Además, la Corte encontró demostrado que las agresiones se dieron en un contexto de dominación y subyugación machista por parte del procesado hacia su compañera sentimental. El detonante de los hechos fueron los “celos descontrolados” de Díaz Hernández porque Pérez Hernández no contestó sus llamadas telefónicas, lo que evidenció su actitud de control, cosificación y falta de respeto por la autodeterminación de la mujer.

“El caso presente muestra que el procesado ejecutó actos orientados a controlar a su compañera sentimental como si fuera un objeto de posesión personal”, advirtió la Sala Penal, calificando esta conducta como un “menoscabo a la dignidad de la mujer” que merece un “alto reproche punitivo para lograr su visibilización y deconstrucción”.

Juez
De acuerdo con la Corte, quedó demostrado que Díaz Hernández consideraba que podía golpear a la víctima por no contestar sus llamadas. | Foto: Getty Images

De acuerdo con la Corte, quedó demostrado que Díaz Hernández consideraba que podía “golpear a la víctima por no contestar sus llamadas”, lo que configura la circunstancia de agravación por violencia de género prevista en el artículo 229 del Código Penal.

Con este fallo, la Corte Suprema envía un contundente mensaje de tolerancia cero frente a las conductas machistas que atentan contra la integridad, dignidad y libertad de las mujeres. Se espera que casos como este contribuyan a visibilizar y erradicar de raíz la violencia de género en Colombia.