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Desempleo: la otra curva en ascenso en la pandemia

La última cifra del Dane muestra el aumento del desempleo y la desocupación debido al impacto del aislamiento para enfrentar el coronavirus.

2 de mayo de 2020

El desempleo en Colombia aumentó a 12,6 por ciento en marzo, 1,8 puntos porcentuales más que el mismo mes del año anterior y el peor registro en la última década. Esto significa 290.000 desocupados más, con lo que el número alcanzó los 2,9 millones de personas.

Sin embargo, este no es el dato más preocupante ni el que mejor refleja la magnitud del impacto de las medidas de aislamiento sobre la actividad económica. El Dane dio a conocer una drástica caída en el número de ocupados, que pasaron de 22,1 a 20,5 millones. Es decir, alrededor de 1,6 millones de personas pasaron a ser población inactiva. Una caída en la tasa de ocupación de 5,9 puntos porcentuales.

Estas personas no pasan directamente a que el Dane las considere desempleadas, pues la metodología requiere que hayan buscado activamente un puesto durante la semana previa a la encuesta. Con esto, por ejemplo, alguien que haya estado desempleado aún antes de la cuarentena, pero que no puede buscar trabajo por el confinamiento es considerado inactivo. También alguien de un pequeño negocio o empleo que aunque no haya trabajado se espera que retorne a labores una vez finalice el aislamiento.

“En todo el mundo las oficinas de estadística han seguido midiendo el mercado laboral como tradicionalmente se hace. Hay que esperar si estas personas vuelven a la ocupación o pasan a una situación de desempleo”, explicó Juan Daniel Oviedo, director del Dane. Para él, no obstante, hay un cambio de tendencias en el mercado laboral y la dinámica de estabilización que venía presentándose en las principales ciudades se revirtió por cuenta de las condiciones de confinamiento.

La tasa de desempleo urbano pasó de 12 a 13,4 por ciento en marzo, un aumento de 1,4 puntos porcentuales. Los sectores donde más cayó el personal ocupado abarcan actividades artísticas, de entretenimiento y recreación, así como industrias manufactureras y comercio.

Además explicó que el impacto de las medidas afecta en mayor medida a las mujeres, cuya tasa de desempleo alcanzó el 16,1 por ciento (frente al 10,1 de los hombres) y eran las que más habían pasado a la “inactividad”.

Pero si las cifras de marzo preocupan, lo peor podría estar por venir. Muchos empresarios han mostrado su compromiso en esta difícil coyuntura y han tratado de mantener sus nóminas. Pero, según diversos estudios, su caja aguanta uno o máximo dos meses, y ya pasó el primero.

Los impactos de la covid-19 sobre el desempleo se sentirán con más fuerza en las próximas semanas y dependerán del tiempo que dure la cuarentena y de los choques que está sufriendo la economía colombiana.

Según las nuevas estimaciones de Fedesarrollo, si el confinamiento va hasta mediados de mayo y la actividad se recupera relativamente pronto, la economía decrecería en -2,7 por ciento y el desempleo llegaría a niveles del 16,3 por ciento. Pero si la recuperación del consumo privado es muy débil durante lo que resta del año, el país se contraería en -7,9 por ciento y la desocupación se dispararía a niveles del 20,5 por ciento. Un nivel similar al que tuvo el país en la profunda crisis de finales de los noventa y en la cual tardó años en volver a una senda de crecimiento. En el escenario medio, donde resolver los problemas tome algunos meses, la economía se contraería 5 por ciento y la desocupación subiría a 18,2.

Esto significaría, en el mejor de los casos, un millón de nuevos desempleados en los próximos meses. O en el peor escenario, el número de desempleados podría duplicarse en los próximos meses y alcanzar más de cinco millones.

De ahí la importancia de la reapertura estas semanas de los sectores de la construcción y la industria manufacturera, pues juntos pueden representar alrededor de una quinta parte del PIB y del empleo urbano. Hay que recordar que antes de la crisis el empleo no estaba reaccionando a pesar de la recuperación y que hasta ahora el mercado laboral estaba comenzando a registrar una estabilización.

Por esto, la cuarentena debe durar el tiempo necesario para frenar el crecimiento del coronavirus y permitir que el sector de salud se prepare, pero lo prudente para no causar un daño irreparable al aparato productivo y evitar que el desempleo se dispare a un nivel muy difícil de revertir. Sin duda, el desempleo es la otra curva por controlar.