“El cambio del pase debe ser gratuito”

El tema del cambio de la licencia de conducción ha sido objeto de enorme controversia. Por una parte, abundan las críticas de miles de usuarios por la ausencia de información adecuada y el desorden existente en algunas dependencias para hacer los trámites. Por si esto no fuera suficiente, muchos consideran que es el Estado el que debe asumir los gastos, y no hacer que estos salgan del bolsillo de los conductores.

De esta tesis es partidaria la representante a la Cámara por Bogotá Gloria Stella Díaz, del movimiento MIRA. Según su versión, la justicia le ha dado la razón. La legisladora interpreta que el Tribunal Administrativo de Santander, en segunda instancia, respaldó su tesis al fallar una acción de cumplimiento presentada por un ciudadano en la que ordenó la sustitución gratuita e inmediata de las licencias de conducción.

Ahora, para la Congresista, se debe aplicar el principio de la igualdad en todo el territorio nacional con el fin de que cerca de 10 millones de personas no tengan que pagar por los nuevos pases.

La representante Díaz instó al Ministerio de Transporte para que garantice el derecho y aplique de manera inmediata la sustitución gratuita de las licencias de conducción. “Sólo ha faltado voluntad política para hacer la tarea que ordenó el Congreso, porque no hay nada que impida la sustitución y además la Corte Constitucional ya se pronunció al respecto, encontrando que la gratuidad es necesaria”.

Con este fallo del Tribunal, que por lo pronto aplica para el municipio de El Socorro, Santander, los conductores que tienen licencias con menos de cinco años de expedición no pagarán la sustitución y tampoco los exámenes médicos.

En un análisis de SEMANA, en su edición impresa, se afirmó que la verdad es que en materia de leyes de tránsito, los dos últimos gobiernos demostraron cierta improvisación. De otra manera no se explica que en una década se hayan expedido cuatro formatos de licencias de conducción, cinco leyes o normas que la reglamentan, una plataforma conocida como RUNT que no funciona como debe ser y cientos de Centros de Reconocimiento a Conductores (CRC) que aún operan con fallas y abusos.

En el artículo se recordó que lo peor es que a partir del pasado 15 de julio, cuando se comenzó a expedir la más reciente versión de la licencia de conducción, cientos de miles de colombianos se han acercado a pagar los 190.000 pesos que cuesta renovar la suya, no lo logran y pierden tiempo valioso haciendo largas filas. A todo ello se suma que los exámenes médicos que realizan los CRC subieron de precio y en algunas regiones se duplicaron al pasar de 50.000 a 100.000 pesos.

Fue en ese momento cuando la representante Díaz aseguró que la renovación de las licencias debería ser gratuita y amenazó con instaurar una acción de cumplimiento. Ante esa denuncia, la ministra del ramo, Cecilia Álvarez, argumentó que “una cosa es cobrar por la licencia vencida y otra la renovación”, y su directora de Tránsito, Lucy Ospina, terció en la polémica y aclaró que la gratuidad es para la “sustitución y no para la renovación”. Como si fuera poco, la directora nacional de Tránsito ordenó a las autoridades hacer comparendos pedagógicos tendientes a pescar licencias vencidas.

Los críticos de esta medida creen que en el fondo lo que el Gobierno quería era ahorrarse los 180.000 millones de pesos que cuesta sustituir las 8,9 millones de licencias de conducción (2,3 millones de servicio público, muchas de ellas usadas por particulares) como lo consignó el artículo mencionado de la ley del 2010.

Todo esto es un debate ya cerrado para la congresista: la sustitución de las licencias de conducción debe ser gratuita e inmediata. Ahora el Ministerio tiene la palabra.