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Rafael Correa dijo en una ceremonia militar que Álvaro Uribe lo había llamado en la madrugada para informarle sobre la muerte de Raúl Reyes en la frontera

Euador

Gesto diciente

El presidente Rafael Correa no exhibió una retórica anticolombiana al anunciar el operativo contra Reyes. Ello podría ser significativo

1 de marzo de 2008

La muerte de Raúl Reyes llevó al presidente del Ecuador, Rafael Correa, a admitir lo que en ese país muchos sabían: que el jefe guerrillero estaba infiltrado allí. "Las FARC incursionaron en territorio ecuatoriano y la balacera se dio a través de la línea de frontera", dijo Correa en su cadena de radio el sábado. En medio del programa, el mandatario recibió una llamada. De inmediato dijo que "era el presidente Uribe para informarme que en la madrugada de hoy se dieron combates en la zona del Putumayo, entre el Ejército de Colombia y las Farc". Añadió que "muchos de esos combates vinieron del lado ecuatoriano. Parece que las FARC incursionaron en el territorio".

Quedó así resuelta la dura controversia que llegó a su punto culminante en octubre de 2006 cuando ante la afirmación del presidente Alvaro Uribe de que Raúl Reyes se escondía en territorio ecuatoriano, el entonces canciller Francisco Carrión, dijo que "Ecuador no admite esa afirmación, que carece de pruebas".

La realidad es que Ecuador ha sido muy importante para las Farc. No hay que olvidar que fue allí donde, en 2004, Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, fue capturado en un operativo conjunto. Así mismo, el territorio ecuatoriano es utilizado por la guerrilla para invertir su dinero, y en Quito han sido allanados hospitales donde los combatientes van a tratar sus heridas. La semana pasada, para no ir más lejos, las Farc pidieron en esa capital a través de la Coordinadora Bolivariana que realizó allí su Segundo Congreso, que se les considere como fuerza beligerante.

Y Ecuador ha asumido posiciones difíciles de aceptar para Bogotá. El Gobierno insiste en que el país debe ser neutral, señalando que "la guerra civil colombiana" ha llevado a su vecino a "abandonar sus deberes de soberanía" y que por ello, Ecuador limita al norte "más con las FARC que con Colombia".

Sin embargo, varios observadores creen que en los últimos meses esa política ha tenido un viraje sutil. De hecho, los analistas consultados por SEMANA en Ecuador coincidieron en que la actitud de Correa ante la muerte de Reyes en su territorio, distó mucho de ser una protesta contra la acción de las fuerzas colombianas, puesto que admitió que quienes habían traspasado la frontera habían sido los guerrilleros.

Ello conduce a otra deducción. Podría confirmarse que, en los últimos meses, Correa ha hecho un ejercicio sistemático para desmarcarse de la línea dura del presidente venezolano Hugo Chávez contra Colombia. En el último episodio, cuando Chávez pidió el estatus de beligerancia para las Farc tras la liberación de Clara Rojas y Consuelo González, Correa hizo oídos sordos y dijo que "independientemente de juzgar los objetivos (de las Farc), el fin no justifica los medios" y criticó fuertemente la táctica del secuestro. ¿Se debilita la tenaza anticolombiana?.