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 Enrique Gómez Martínez se ha reunido con líderes y académicos para que el Movimiento de Salvación Nacional participe en las elecciones de Congreso y presidenciales. Pero muchos esperan la personería jurídica para confirmar sus aspiraciones.
Enrique Gómez Martínez | Foto: David Amado Pintor

POLÍTICA

Enrique Gómez, sobrino de Álvaro Gómez, destrozó a todos los candidatos presidenciales

Enrique Gómez Martínez busca ser candidato presidencial del Movimiento Salvación Nacional. En entrevista con SEMANA, cuestionó a varios de los actuales competidores por la Casa de Nariño.

2 de noviembre de 2021

SEMANA: Se cumple un año más del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado. ¿Qué piensa hoy de lo sucedido?

Enrique Gómez Hurtado (E. G.): La vigencia del pensamiento, de la figura, de la tradición y la reputación impoluta de Álvaro Gómez ha trascendido varias generaciones, por lo menos dos, y ahora estamos muy contentos porque en vez de hacer una nueva conmemoración de la tristeza y la violencia que acabó con su vida, mientras luchaba contra la corrupción política y el narcotráfico, tenemos la decisión de la Corte de revivir su último movimiento, que fue el de Salvación Nacional.

SEMANA: Así es. Esa es la noticia hoy...

E. G.: Pues este es un movimiento que él fundó para la campaña presidencial de 1990, hace 31 años. Fue un movimiento suprapartidista centrado en lograr un acuerdo sobre lo fundamental, como lo llamaba él desde la derecha o el conservatismo para todas las vertientes ciudadanas del país, tratando de refundar conceptos básicos del Estado. Decía Álvaro que un consenso importante, el que es relevante en la vida, es el que se logra entre visiones distintas.

Un consenso entre iguales no es útil. La búsqueda con este movimiento es revivir el ejemplo que dio a través de su acción política. Recordemos 50 años de vida electoral. Álvaro Gómez nunca desconoció un resultado, sufrió terribles derrotas, pero siempre respetó al ganador. No incitó a la violencia contra un ganador, nunca necesitó comprar votos o maquinarias o clientelas para hacerse sentir en las urnas, y siempre hizo política grande, de ideas, de transparencia, de denuncia, y eso es lo que podemos ahora con la sentencia de la Corte y estamos pendientes del trámite final. Se va a ampliar el espectro político con esta alternativa, y las nuevas generaciones tendrán una alternativa política muy importante.

SEMANA: Hoy, 26 años después, la verdad de dicho magnicidio no se conoce...

E. G.: He sido realmente pesimista sobre el deseo de esta Fiscalía de investigar esto. Siempre he denunciado que el fiscal Barbosa enterró esta investigación con la triste excusa de la autoincriminación por parte de las FARC. Es lamentable porque hay muchas pruebas que no se han dado a conocer. Nosotros hemos simplemente pedido ir a juicio con las pruebas que se recaudaron ya. Con asistencia de la defensa de Horacio Serpa y Ernesto Samper, con la presencia de la Procuraduría General de la Nación y bajo el liderazgo siempre del fiscal a cargo de la investigación, y esas pruebas están ahí enterradas durmiendo el sueño de los justos. Imagínese mi sorpresa cuando el viernes pasado el fiscal Barbosa declara que no lo debo presionar. Hoy presentaremos una solicitud de resolución de acusación ante la Fiscalía por responsables como autores intelectuales contra Ramiro Bejarano y en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes una igual solicitud de resolución de acusación contra Ernesto Samper Pizano haciendo una recopilación de toda esa vasta cantidad de evidencia que se insiste en desconocer y ocultar.

SEMANA: ¿Qué fue lo que pasó?

E. G.: Pues el cartel del norte del Valle accedió a los deseos de Ernesto Samper y Horacio Serpa y decidió asesinarlo con la participación directa en la planeación y en la ejecución del entonces comandante del Gaula a nivel nacional, el coronel de la Policía que entonces estaba inactivo, Danilo González.

SEMANA: Después de 26 años, usted está retomando las banderas políticas de Álvaro Gómez Hurtado...

E. G.: Al final del día el protagonismo de la investigación penal nos hizo dejar en un segundo plano la grandeza de Álvaro, el ejemplo de vida que dio en el ejercicio de la política. Por eso estamos buscando que se nos restituya la personería de Salvación Nacional para poder así presentar listas a Cámara y Senado a lo largo y ancho del país en las elecciones de 2022.

SEMANA: ¿Entonces veremos a Enrique Gómez Martínez como candidato presidencial?

E. G.: Sin duda, he decidido presentar mi nombre como precandidato a los amigos del movimiento de Salvación Nacional.

SEMANA: Le pregunto por el precandidato que puntea en las encuestas, Gustavo Petro.

E. G.: El senador Petro, alias ‘La bolsa’, no tiene la vergüenza de retirar su aspiración a pesar de que toda Colombia sabe que moralmente está impedido. Recibir dinero en efectivo para financiar un proceso electoral está prohibido. El último libro que publica con el patrocinio increíble de la Editorial Planeta ya ha sido ampliamente desvirtuado por sus compañeros de armas. Han dicho que el grueso de lo que él inventa en esa fantasía no corresponde a la realidad de lo que él vivió en el movimiento guerrillero M-19. Yo doy fe directa y personalmente de que Gustavo Petro en su libro miente, él no conoció a Álvaro Gómez, no estuvo nunca en el apartamento de Álvaro Gómez. Nosotros recuperamos el diario del secuestro de Álvaro Gómez, porque Jota Mario Arbeláez se lo vendió a la Sergio Arboleda, no tuvo absolutamente nada que ver Gustavo Petro.

SEMANA: Si Petro gana la Presidencia de Colombia, ¿qué pasa?

E. G.: Pues Álvaro Gómez hablaba, en el acuerdo de lo fundamental, en el punto 1, de la intangibilidad de la ley. Se debe cumplir siempre y para todos. Es un hombre que va a quedar señalado claramente de romper con derechos importantes como el derecho a la propiedad privada, va a vulnerar el derecho a la iniciativa privada empresarial. Es un hombre que ha dicho que necesita 20 años para materializar su proyecto político y por lo tanto va cambiar la Constitución. Es un señor irresponsable, ya lo vimos en la Alcaldía de Bogotá.

SEMANA: Defina en una palabra a Sergio Fajardo.

E. G.: Ni chicha ni limonada. Ese centro no se define por nada, no se pronuncia de nada, no tiene visión de país y solo se basa en no levantar susceptibilidades. No puede ser una opción verdadera para el país. Él es un hombre inteligente, cultivado, debería pensar que la opinión colombiana merece conocer sus ideas, pero no, las guarda en un silencio acomodaticio táctico bajo la premisa de que es mejor no disgustar que afirmar. Yo creo que eso está mal. El país necesita de un liderazgo diferente, necesita superar esa pequeñez, porque Fajardo lleva es meses viendo a ver con quién se une o con quién se desune o a quién critica o a quién señala.

SEMANA: Alejandro Gaviria…

E. G.: Una persona que le entregó al país el sector de la salud con la peor crisis financiera desde el nacimiento de la Ley 100 no puede ser el presidente de la República. La única ley que logró pasar Iván Duque en el primer año de gobierno fue la de punto final. El consenso en el Congreso fue abrumador porque Alejandro Gaviria entregó el sistema de salud en quiebra. Realmente esa persona no puede liderar el país, no tiene un legado en la función pública que amerite eso. No nos olvidemos de la ESE San Vicente de Asís, en el Chocó, se la robaron en su mandato. Esa, realmente, no es la estatura que requiere el país en sus gobernantes.

SEMANA: Juan Manuel Galán...

E. G.: Ha guardado silencio, tal vez compitiendo en la carrera por el centro. Así no hizo la política su padre, quien fue un hombre de propuestas arriesgadas. El país espera que él actúe pronto, de manera decisiva, que nos muestre su visión de país y que se pronuncie, sobre todo, como lo hacía su padre.

SEMANA: Rodolfo Hernández...

E. G.: Pues es como una curiosidad, una anécdota, no hemos revisado a fondo, pero resulta que en su legado en su administración en Bucaramanga hay unos cuestionamientos éticos y morales muy terribles. Claro, es un candidato que dice cosas claras, por lo menos tiene un lenguaje afirmativo, eso le sirve, y es propio de un buen santandereano. Pero yo creo que hay poco fondo en eso y un legado que hay que revisar en detalle.

SEMANA: David Barguil...

E. G.: El Partido Conservador no representa sino a sus parlamentarios y no representa realmente al conservatismo. Hace años renunció a esa vocación de representación, eso es una máquina de autoselección y ni siquiera representa a todos los parlamentarios. Yo sinceramente veo que esa aspiración tiene muy poco vuelo, el país está cansado del político profesional.

SEMANA: Federico Gutiérrez...

E. G.: Tiene méritos en su gestión. Tuvo el decoro de enfrentar las bandas criminales. Federico trató en su ciudad restablecer un nivel de seguridad aceptable para la ciudadanía, pero no le fue fácil. De nuevo cae un poco en esa prisión del centro, no quiero alterar a nadie, entonces uno lo oye y no dice nada, y no nos cuenta realmente qué es lo que él quiere hacer como presidente y no nos dice la verdad sobre lo que él siente.

SEMANA: Cuando le nombramos a Álvaro Uribe, ¿qué palabra se le viene a la cabeza?

E. G.: Dignidad, salvación de Colombia.

SEMANA: Juan Manuel Santos...

E. G.: Vergüenza, desinstitucionalización con el Acuerdo de Paz.

SEMANA: Ernesto Samper...

E. G.: Sinvergüenza.

SEMANA: César Gaviria...

E. G.: La maquinaria de siempre.

SEMANA: Andrés Pastrana...

E. G.: Retírate.

SEMANA: Álvaro Gómez Hurtado...

E. G.: Dignidad y transparencia, legado transparente en la política.