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La persona, cuya identidad no trascendió, fue valorada por el equipo del CICR, que verificó que se encontraba en adecuadas condiciones de salud.
La persona, cuya identidad no trascendió, fue valorada por el equipo del CICR, que verificó que se encontraba en adecuadas condiciones de salud. | Foto: CICR

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Liberan a hombre secuestrado en zona rural de Putumayo

En lo que va de 2021, el CICR ha facilitado la liberación de cinco personas que estaban en poder de grupos armados ilegales.

20 de marzo de 2021

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó que el viernes en la tarde fue liberado en zona rural del departamento de Putumayo un hombre que estaba secuestrado desde hace varias semanas por un grupo armado ilegal autodenominado “Comandos de la Frontera”, una alianza de paramilitares y disidencias de las FARC.

La persona, cuya identidad se desconoce, fue valorada por el equipo del CICR y verificó que se encontraba en adecuadas condiciones de salud. Posteriormente, el sujeto fue trasladado a otra zona para reencontrarse con sus familiares.

El jefe de la subdelegación del CICR en Florencia, Juan Pablo Félix Nastri, dijo que el comité participó en esta liberación “como intermediario neutral e independiente; nuestro propósito es estrictamente humanitario. Agradecemos a los actores armados por confiar en nuestro trabajo y permitirnos facilitar este tipo operaciones”.

“Seguiremos dialogando, de manera bilateral y confidencial, con todos los actores armados para insistir en el respeto de los principios humanitarios y explicar la labor que realizamos en favor de las personas afectadas por el conflicto y la violencia armada”, añadió Nastri.

El grupo armado ilegal autodenominado “Comandos de la Frontera” es una alianza de paramilitares y disidencias de las FARC. | Foto: AFP

El CICR informó que, en lo que va de 2021, ha facilitado la liberación de cinco personas que estaban en poder de grupos armados.

Según un reportaje publicado por SEMANA a principios de diciembre, el llamado “Comando de la Frontera” es una de las estructuras relacionadas con el grupo narcotraficante mexicano Cartel del Golfo y disidentes del Frente 48 de las FARC, que tiene presencia en varias poblaciones de la frontera con Ecuador: “Tienen una presencia muy sólida con campamentos de descanso, cobros de vacunas, actividades de comercio para mantener presión hacia la comunidad”, le dijo a SEMANA el coronel (r) Mario Pazmiño, exdirector de Inteligencia Militar de Ecuador.

Violencia en Putumayo

La situación de violencia en Putumayo se ha recrudecido en los últimos meses. Allí opera el Clan del Golfo con pequeñas estructuras como la Constru, Comandos de la Frontera y la Segunda Marquetalia, que tiene una presencia fuerte en las poblaciones ecuatorianas de Sucumbíos, Gonzalo Pizarro, Cascales, Shushufindi y Puerto Carmen.

“Tienen una presencia muy sólida con campamentos de descanso, cobros de vacunas, actividades de comercio para mantener presión hacia la comunidad”, dijo a SEMANA el coronel (r) Mario Pazmiño Silva, exdirector de Inteligencia Militar de Ecuador.

En esa zona del país se conoció el pasado jueves un crimen que dejó consternados a los 15 pueblos indígenas del departamento: el asesinato de la lideresa indígena María Bernarda Juajibioy y su nieta de tan solo un año y cinco meses, en el municipio de Orito.

De acuerdo con información preliminar, hombres armados interceptaron la motocicleta en la que se movilizaba María Bernarda Juajibioy y su nieta Jazzlín Camila Luna Figueroa, y luego las atacaron a bala a eso de las 6:45 de la noche. La lideresa era alcaldesa del cabildo Camentzá Biyá.

En el lugar de los hechos también resultaron heridas otras dos mujeres, familiares de la lideresa Juajibioy, quienes inmediatamente fueron trasladadas al hospital de Puerto Asís.

Ahora, el miedo cunde entre las comunidades indígenas, ante la presencia de varios grupos armados en su territorio. Tan solo hace unas semanas, los Comandos de Frontera se tomaron un establecimiento comercial en la inspección de Siberia, en el municipio de Orito, zona donde se perpetró el doble asesinato.

Cabe recordar que el pasado mes de febrero los habitantes de varios municipios del Putumayo vivieron un toque de queda impuesto por grupos armados. Ni siquiera los enfermos podían pasar la frontera, mientras la población clamaba la presencia del Estado.

Además, se ha denunciado que de nuevo los niños están siendo reclutados y los líderes amenazados. La violencia en la región parece reciclarse. Hoy, los actores armados controlan a la población: quienes intentan cruzar las fronteras con Ecuador o Perú en búsqueda de atención médica son detenidos. Incluso los infectados por coronavirus son amenazados y, en los peores casos, asesinados.