La dura carta de despedida del magistrado Ricaurte

El exmagistrado Francisco Ricaurte está dolido. Peleó hasta último momento buscando fórmulas para ‘atornillarse’ a un cargo que del que fue despojado por el Consejo de Estado, que concluyó que su elección fue ilegal.

En su carta de despedida dirigida al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Luis Gabriel Miranda, (corporación que lo eligió) anunció que deja su puesto a la medianoche de este miércoles en medio de “una profunda decepción” por un fallo que, considera, se debió a intereses políticos.

Para Ricaurte, el fenómeno de la ‘puerta giratoria’, mediante el cual los togados salen de una alta corte para posesionarse luego en otra, no tiene nada de malo y argumenta que ya ha sido empleado por otros magistrados. De hecho, señala que el mismo Consejo de Estado ha validado dicho procedimiento.

El asunto es que quienes lo eligieron habrían estado en un conflicto de intereses, puesto que Ricaurte habría participado en su propia elección. Una conducta que es proscrita por la Constitución.

“Decenas de exmagistrados han sido elegidos por esta práctica, incluso candidatos a la Procuraduría y a la Contraloría. ¿Por qué el Consejo de Estado sólo decidió estudiar mi caso y cambió de manera tan abrupta de posición?” se quejó.

En la misiva asegura que tiene “credibilidad y honor” y reitera que nunca violó la ley con su elección. “Quienes conocen mi trayectoria de más de 32 años en la Rama Judicial saben que si no supiera que la ley estaba conmigo, no me habría sometido a esa elección”.

El magistrado saliente anunció que seguirá su lucha en instancias internacionales y mediante una tutela cuestionará lo que considera una “decisión que en el fondo es abiertamente ilegal”.

Por último, aprovecha para lanzarles pullas a sus colegas del Consejo de Estado: “Los que nos alabaron cuando la Corte Suprema de Justicia sacó adelante el proceso de la parapolítica, con el apego a la ley que siempre la ha caracterizado, son los mismos que ahora cuando ya nuestra actuación no coincide con sus intereses políticos quieren deslegitimarnos”.

Mientras tanto, a falta de más artillería jurídica, Ricaurte deberá dejar su cargo por la puerta de atrás. Mucho estarán pendientes de si cumplirá su ofrecimiento.