Home

Nación

Artículo

"ME HACE FALTA EL APOYO DE LUIS CARLOS"

ENTREVISTA :GLORIA PACHON DE GALAN

10 de septiembre de 1990


SEMANA: ¿Qué sintió Ud. en la posesión de César Gaviria, cuando esa posesión había podido ser la de su marido Luis Carlos Galán?
GLORIA PACHON DE GALAN: Curiosamente, sentí como si la muerte de Luis Carlos hubiera sido ayer, como si no hubiera pasado un solo día desde entonces. Sentí una mezcla de sentimientos y emociones encontrados: por un lado, la inconformidad, la tristeza, la nostalgia, la rabia, casi la incredulidad de que eso hubiera ocurrido. Por el otro, una compensación al comprobar que, de todas maneras, ha habido un cambio, y que es muy probable que muchas de las cosas por las que Luis Carlos trabajó, incluso con Gaviria, van a ser una realidad en el futuro.

S.: ¿Cree Ud. que Gaviria interpreta realmente el pensamiento de Luis Carlos Galán?

G.P.de G.: Tenemos que ser realistas: los colombianos eligieron como Presidente a César Gaviria y no a Luis Carlos Galán. En el proceso que hemos vivido este año, el presidente Gaviria ha demostrado que quiere interpretar y llevar adelante muchas de las ideas de Luis Carlos, y que las ha incoporado a su programa de gobierno.

S.: ¿Qué papel político piensa jugar la familia de Luis Carlos Galán en el futuro próximo?

G.P.de G.: En el futuro inmediato, de ninguna manera. En mi caso personal, nunca. Pienso que mi papel es otro, nunca he sido política. Por ahora mi propósito es sacar adelante la Fundación Luis Carlos Galán, que no es una fundación que se vaya a dedicar a exaltar la memoria de una persona per secula seculorum. El objetivo es poner al servicio del país un archivo que recoge el pensamiento y la doctrina de Luis Carlos.

S.: ¿Y sus hijos? En cuanto a mis hijos, eso dependera del tiempo y de las circunstancias. Por ahora, todos se sienten un poco responsables de seguir adelante con las ideas de Luis Carlos. Son muchachos muy jóvenes, y obviamente estan muy impactados por la trayectoria y la muerte de su padre. Piensan en el fondo que van a hacer política, pero será el tiempo el que de la respuesta.

S.: Pero se ha mencionado el nombre de Juan Manuel para diferentes cosas...

G.P.de C.: Por ser el mayor y el más parecido a Luis Carlos, es posible que pueda dedicarse a la política, pero por ahora su proyecto concreto es crear un grupo de jóvenes para que trabajen en la Fundación en algunos temas específicos nacionales.

S.: ¿Cuál ha sido el impacto de la muerte de Galán en cada uno de sus hijos.?
G.P. de C.: El golpe, obviamente, fue enorme. Pero a todos los ha hecho madurar. En términos generales, yo diría que cada uno y de acuerdo con sus respectivas edades, está saliendo adelante y espero que puedan realizarse libres de los efectos de un trauma de esa magnitud.

S.: ¿Y cómo la ha afectado a Ud.?

G.P.deG.: Para mí ha sido sumamente duro, porque me he visto enfrentada a algo totalmente diferente a lo que ha sido mi actividad y mi vida. Y eso no sólo en lo que se refiere en lo profesional, sino en la familiar: ser papá y mamá al mismo tiempo ha sido muy difícil. Me hace falta el apoyo de Luis Carlos. Pero en eso me ha ayudado Juan Manuel, que se ha vuelto como el hombre de la casa.

S.: Dentro de todos los atributos de Galán, ¿cuál es el que Ud. más destaca?

G.P.de G.: Hay uno especialmente: la rectitud. En todo.

S.: ¿Cree que la muerte de Luis Carlos Galán produjo un cambio importante en el país?

G.P.de G.: Sí, creo que cambió la actitud de la sociedad. Concretamente, la tolerancia que había con el narcotrafico. Tal vez ese cambio de actitud generó las condiciones políticas y produjo una solidaridad nacional que le permitieron la gobierno saliente llevar a cabo acciones de mucho alcance y obtener resultados importantes.

S.: Hay dos posiciones en el país: la de los que creen que el narcotráfico debe ser reprimido y la de los que consideran que es necesario buscar una salida negociada. Concretamente, piensa que hay alguna posibilidad en la cual el gobierno podría sentarse en una mesa de negociación con Pablo Escobar para buscar una fórmula de paz?

G.P.de G.: Francamente no se me ocurre ninguna justificación para que el Estado colombiano se siente a negociar con Pablo Escobar o con cualquier narcotraficante. No existe ninguna razón para darle tratamietno político a lo que no es más que delincuencia común. La pretensión de asimilar el tratamiento que se le puede dar a un grupo guerrillero con el que se le puede dar a los narcotraficantes, en mi opinión no tiene lógica. En principio, el primero puede tener motivos ideológicos detrás de sus acciones, pero el segundo no es más que la defensa a sangre y fuego de un negocio ilegal.

S.: ¿Cuál es su posición sobre la extradición?

C.P.deG: Coincido con lo que ha dicho el presidente Gaviria. Es un instrumento más de la lucha, pero no puede ser el único. La meta debería ser crear las condiciones para que opere la justicia colombiana y no sea necesario recurrir a este mecanismo. Luis Carlos siempre tenía la idea de que el narcotráfico, por ser un delito internacional, debía tener un tratamiento internacional. El presidente Gaviria coincide en este punto y pienso que se pueda adelantar algo en este sentido.

S.: ¿Qué va a pasar con el Nuevo Liberalismo? Se dice que los conflictos internos y las divisiones internas lo están aniquilando.

G.P.de G.: Obviamente, con la unión del Partido Liberal, el Nuevo Liberalismo como movimiento independiente ha dejado de existir. Pero para mí lo importante no es la persistencia del grupo, sino que los centenares de dirigentes políticos que se formaron en los 10 años que duró el Nuevo Liberalismo están llegando al poder. Todas las ideas por las cuales lucharon y los principios que defendieron los podrán poner en práctica sin que se requiera necesariamente un grupo cohesionado, desde las distintas posiciones que ejerzan. Esto para mi tiene mucho más valor que el simple mantenimiento de un grupo parlamentario con apetitos burocráticos.

S.: Y hablando de eso, ¿cómo ve Ud. la representación de ese movimiento en el nuevo gobierno?

G.P.de C.: Hasta el momento ha tenido una representación significatica, especialmente en el aspecto cualitativo. El ministro de Educación, Alfonso Valdivieso, encarna lo que fue Luis Carlos y la entraña de su movimiento. Otros como Juan Felipe Gaviria y Rudolf Hommes, sin haber sido jefes políticos, fueron militantes y son personas con las cuales el movimiento se siente muy bien representado.

S.: ¿Ha sido Ud. consultada en materia política por el presidente Gaviria?

G.P.de G.: El ha sido muy cordial y muy deferente con nosotros y le estamos muy agradecidos. Pero me parece oportuno hacer total claridad que él ni me ha consultado ningún nombramiento, ni yo le hecho ninguna recomendación. E Presidente es él y él sabe exactamente lo que tiene qué hacer. Hago énfasis sobre este punto, porque he oido que por ahí me asocian con vetos o con patrocinios y esto no tiene fundamento alguno. Nunca he hablado con el Presidente de asuntos burocráticos.

S.: ¿En sus contactos y reuniones con Gaviria, qué es lo que más le ha llamado la atención del Presidente?

G.P.de G.: Que es una persona directa, muy concreta, que no se anda con rodeos. Llama a las cosa por su nombre toma decisiones.

S.: ¿Qué clase de relación tenía él con Galán?

G.P.de G.: Antes de que fuera llamado para ser jefe de debate de la campaña, eran relaciones políticas cordiales. Luis Carlos sentía una enorme admiración por el instinto político del doctor Gaviria y su cancha para el manejo de la mecánica, en lo que Luis Carlos no era muy experto. Pero en los pocos meses que trabajaron juntos en la campaña, quedó más impresionado aún y le dio una dimensión que creo que es la que el país le esta viendo en la actualidad. El trabajo conjunto lo llevó a la conclusión de que Gaviria podía llegar a ser Presidente. Y fue oyendo esos comentarios en la mesa del desayuno como mi hijo Juan Manuel recogió esa idea y la lanzó en el discurso del entierro.

S.: ¿Porqué no nos aclara cómo fue que realmente su hijo Juan Manuel señaló a Gaviria como el heredero de Galán?

G.P.de G.: Fue algo muy espontáneo. Cuando murió Luis Carlos, Juan Manuel se retiró a un cuarto del hospital y allí escribió lo que sentía en ese momento. Ese texto lo vi yo y en ninguna parte mencionaba a César Gaviria. Al día siguiente, una secretaria lo pasó a máquina y así se lo llevó para el entierro. Mientras oyó que Gabriel Rosas citaba la frase famosa de José Antonio Galán, "¡Ni un paso atrás, siempre adelante!", que él también habia citado, resolvió tacharla y agregó a mano las frases en las que le entregaba las banderas a César Gaviria. Ni yo ni nadie sabia eso y casi me muero de la angustia cuando lo oí decirlo. Era un sentimiento colectivo del movimiento, pero no estaba en los planes de nadie que fuera lanzado por Juan Manuel en ese momento. Simplemente sucedió así.