Home

Nación

Artículo

PASTRANA SE DESTAPA

En la semana del lanzamiento de la campaña, el candidato del silencio se quita por fin el esparadrapo de la boca. Entrevista exclusiva.

7 de marzo de 1994

POCAS HORAS ANTES DE FORMALIZAR SU aspiración presidencial, y después de meses de silencio, Andrés Pastrana aceptó una entrevista con SEMANA, en la que habló sobre Gaviria, la nueva derecha, la apertura, la guerrilla, el cartel de Cali, el secuestro, las relaciones con Venezuela, y de su padre, el ex presidente Misael Pastrana.

SEMANA: Se ha dicho que su campaña trabajará un número pequeño de temas básicos. ¿Cuáles van a ser esos temas?

ANDRES PASTRANA ARANGO: El día del lanzamiento de mi campaña le presentaré al país los temas prioritarios de mi programa de gobierno. Son siete, con especial énfasis en lo social. El 10 de febrero Colombia se dará cuenta de que se trata de una propuesta seria y sólida para proyectar al país hacia el siglo XXI. Mi programa de gobierno sellará mi compromiso ineludible con Colombia.

SEMANA: ¿Por qué se demoró tanto en iniciar su campaña? ¿Cuáles son las virtudes que le ve a hacerla, como muchos la llaman, relámpago?

A.P.A.: La mía no es una campaña relámpago. Toda campaña política tiene su momento. En Europa las campañas duran 30 días. Recuerden que yo no estoy aspirando a una candidatura en la consulta: yo soy candidato para las elecciones de mayo y no para las de marzo u octubre, como dejan entrever otros. No soy persona de improvisaciones. Mucho menos de promesas ligeras. Soy un hombre de palabra y de compromisos. Por eso llevo varios meses preparando el programa de gobierno que sometere al examen juicioso de los colombianos. Han sido meses en los cuales me he dedicado a escuchar y a aprender de los demás. He recorrido el país y he concluido que comparto una visión común con la gente sobre los problemas más apremiantes y los derroteros de nuestro país.

SEMANA: ¿Por qué cree usted que los colombianos deben respaldar su nombre en las elecciones presidenciales?

A.P.A.: Porque conozco y sé hacia dónde debe ir el país, no vacilo en mis decisiones, tengo la experiencia y cumplo mis compromisos. Así lo he demostrado en mis actos públicos y privados: en el ejercicio del periodismo, en mi paso por la Alcaldía y en el Senado de la República. Porque busco rodearme de la mejor gente sin distingos de partido, raza, credo o nivel social. Porque creo firmemente en Colombia y no le voy a fallar a los colombianos en la implementación de mi programa de gobierno.
SEMANA: Sus adversarios le critican la gran influencia que creen ejerce sobre usted su padre, el ex presidente Misael Pastrana. ¿Cómo son sus relaciones con él y qué tanta dependencia existe de usted para con él? ¿Piensa que usted sería candidato si no fuera hijo del expresidente?

A.P.A.: Las relaciones con mi padre son excelentes. Lo he dicho y lo repito. Es más: lo admiro, lo respeto y lo quiero, como el resto de mis hermanos. Somos, sin embargo, personas distintas, que vivimos momentos diferentes. En muchas ocasiones hemos discrepado en público y en privado: él ha sido un duro crítico de algunos actos del gobierno que yo he respaldado: él censuró la aspiración del Presidente a la Secretaría General de la OEA; yo, en cambio, la respaldé por considerarla positiva para Colombia. El es muy respetuoso de mis opiniones y de mi forma de entender la política, y yo de las de èl.
Respecto de la segunda pregunta, no soy amigo de responder a simples conjeturas. No obstante, pueden ustedes estar seguros de que yo sí hubiera sido candidato. Mis responsabilidades en el sector público han estado siempre respaldadas por el voto popular.

SEMANA: En el país hay quienes creen que César Gaviria hizo ya suficientes reformas en lo jurídico, lo político y lo económico, y que lo que le corresponde a su sucesor es administrar esos cambios y estabilizar las reglas de juego. ¿Comparte usted esa visión ?

A.P.A.: Comparto la visión que del país tiene el presidente César Gaviria. Las reformas iniciadas por su administración son un punto de partida. Si bien Colombia ha dado un vuelco importante, al próximo presidente le corresponderá consolidar procesos, introducir ajustes y hacerles frente a muchos problemas con ideas novedosas y realistas.

SEMANA: El tema de la guerrilla sigue en la agenda. ¿Cree que después de un atentado como el que sufrió el Ministro de Hacienda y de una masacre de gentes humildes como la que se produjo en Urabá por parte de la guerrilla, es posible reabrir las puertas al diálogo y a una salida negociada?

A.P.A.: Colombia cuenta con importantes lecciones en el manejo del problema guerrillero. Por naturaleza soy amigo de la reconciliación. No soy de los que cierran una puerta y botan la llave a la caneca. Sin embargo, no permitiré que la paz se convierta en un estribillo para continuar la guerra. Nos hemos acostumbrado a gobiernos con actitudes de péndulo entre la guerra y la paz. Si algo debemos tener claro los colombianos, es que el gobierno no es el que hace la guerra. El gobierno nacional tiene la obligación de defender la vida, honra y bienes de los colombianos, independientemente de los actos amistosos o de barbarie de la guerrilla y la delincuencia. No existe opción. Por eso el fortalecimiento de las fuerzas militares y unidades de inteligencia no admite discusión.

SEMANA: ¿Piensa usted que la solución al estancamiento de esas negociaciones puede estar en que se empiecen a dar diálogos regionales, tal y como lo pide la guerrilla?

A.P.A.: El Presidente de la República es el responsable del manejo del orden público. Es un mandato constitucional para acatar, hacer cumplir y no delegar. De lo contrario, terminaríamos fraccionando al país en forma innecesaria: yo no me quiero imaginar a uno de los frentes de las FARC masacrando niños en el Cauca mientras otro asiste a un coctel político en la capital, bajo la misma comandancia central. Sin embargo, las autoridades regionales y locales tienen un papel clave en favor de la pacificación del país. Ellos conocen más que nadie los factores de violencia en su región. Es su deber entonces apoyar al gobierno en el manejo del orden público, aconsejarlo y atenderlo, sin que ello se convierta en patente de corso para dialogar con la guerrilla a espaldas del Presidente.

SEMANA: ¿Mantendrá usted la institución del Ministro de Defensa civil o, por el contrario, piensa nombrar, como sucedía en el pasado, a un oficial de la más alta graduación en las Fuerzas Armadas?

A. P.A. : Me gusta mucho la institución del Ministro de Defensa civil, que ha venido funcionando bien. Más aún en manos de personas como el esposo de la gerenta de mi campaña...

SEMANA: ¿Qué piensa de los contactos que ha mantenido la Fiscalía General de la Nación con abogados del cartel de Cali? ¿Cree que tendría sentido, como ha sido planteado en esos contactos, llegar a un acuerdo con ese grupo que implique que sus líderes puedan pagar sus penas de cárcel en sus propias casas?

A.P.A.: No estoy de acuerdo en admitir la casa por cárcel. Esta es una idea absurda que no se me pasaría jamás por la cabeza. La política de sometimiento de la delincuencia a la justicia no puede convertirse en una política de sometimiento de la justicia a la delincuencia. Los esfuerzos del Estado por reducir la violencia no pueden prestarse a improvisaciones ni a un manoseo bajo la mesa de nuestro sistema de justicia.

SEMANA: ¿Cuál es su opinión sobre las normas antisecuestro y en especial sobre el debate planteado por una decisión de la Corte Constitucional y por el doctor Carlos Upegui, en el sentido de que no se les debe impedir a los familiares del secuestrado negociar su rescate?

A.P.A: Estoy convencido de que no existe ningún argumento, ni siquiera el que puede desprenderse de eventuales acuerdos políticos con grupos guerrilleros, que justifiquen otorgar indultos o amnistías por este atroz delito. El secuestro no tiene ninguna justificación, y así lo deben saber, sin que se preste a equívocos, quienes lo cometan. No podemos avanzar en su erradicación si no definimos de una vez por todas unas bases concretas. No podemos ceder al chantaje.
Fui ponente de la ley antisecuestro en el Senado y respaldé sin titubeos la iniciativa de la Fundación País Libre. Conocido el fallo de la Corte, que recortó sustancialmente el alcance de la ley, debemos pensar en alternativas efectivas con el fin de combatir sin vacilación la industria del secuestro. Yo me alegro de que Carlos Upegui esté libre y estoy seguro de que él, como yo, repudia este crimen de lesa humanidad.

SEMANA: Usted es considerado como un dirigente de nueva derecha. En ese orden de ideas, ¿cuál cree que debe ser el futuro de la política de apertura económica y el de las privatizaciones?
A.P.A.: Esa es una calificación desueta en un mundo donde los hechos, más que las palabras, son lo que cuenta. La retórica está mandada a recoger. Vivimos nuevos tiempos y priman las ejecutorias. No soy de la nueva derecha ni tampoco neoliberal, como algunos insisten en catalogarme. Creo en un crecimiento económico sostenido, capaz de garantizar una mayor distribución del ingreso y una mejora sustancial en el nivel de vida de los colombianos.
En ese orden de ideas, el futuro de la política de apertura económica debe estar centrado en dotar de mayores instrumentos a nuestro sector productivo para que sea más eficiente y competitivo. Para que genere empleos productivos. Se requiere un trabajo conjunto en el cual tanto el gobierno como el sector privado asuman sus responsabilidades. Este último, solo, no lo puede lograr. Ya puso mucho de su parte. Ahora le toca al gobierno estar a la par.
Las privatizaciones no son la panacea. No son buenas o malas en sí. Me parecen un buen medio si garantizan una prestación eficiente en caso de tratarse de servicios públicos, y en una alternativa interesante para generar recursos que le permitan al Estado cumplir adecuadamente con sus obligaciones sociales, impostergables e indelegables, como son la educación, la seguridad y la justicia.

SEMANA: Y hablando de privatizaciones, ¿cree que deben seguir haciéndose por subasta?

A.P.A.: Cualquier procedimiento que se utilice debe ser transparente. No comparto, sin embargo, el criterio de que lo importante es conseguir el precio más alto. En algunas ocasiones puede resultar importante que la empresa que se privatiza tenga un líder que le imprima eficiencia. En otras, existen mayores posibilidades para que muchos colombianos participen y así democratizar la propiedad. Este es un debate que aún no se ha dado en Colombia y que la reciente desiciòn de la Corte pone sobre el tapete.


SEMANA: Otra propuesta que está latente es la posibilidad de que Colombia engrose las filas del Tratado de Libre Comercio que hoy une a México, Estados Unidosy Canadá. ¿Impulsaría usted esa iniciativa?

A.P.A.: Sí, la impulsaría. El Tratado de Libre Comercio nos ofrece grandes posibilidades y oportunidades, y por ello sería deseable hacer parte de él cuanto antes. No obstante, creo que no estamos de primeros en la lista de ingreso. De manera que lo primordial es aprovechar el tiempo y prepararnos adecuadamente para entrar en dicho mercado con una industria sólida y competitiva.

SEMANA: Una de las decisiones más importantes que tendrá usted que tomar en las próximas semanas es el nombre de su compañero de fórmula: el candidato a vicepresidente. ¿Qué perfil tendrá? ¿Será liberal o conservador? ¿Será un hombre joven como usted, o una persona mayor?

A.P.A.: Cada día trae su afán. Esa decisión la tomaré más adelante.

SEMANA: Si usted gana las elecciones, es seguro que deberá gobernar con un Congreso de mayoría liberal ¿Cómo piensa administrar esa situación, teniendo en cuenta su origen conservador?

A.P.A.: Trataré de buscar el consenso alrededor de los grandes temas nacionales. Vamos a desarrollar con decisión los temas prioritarios de mi programa de gobierno que requieran la aprobación del Congreso. Serán proyectos sólidos, que estoy seguro gozarán del respaldo del legislativo. Si bien las fuerzas partidistas juegan un papel sobresaliente en el interior del Parlamento, confío en que serán más los congresistas que prefieren el bienestar del país a obstaculizar la labor del gobierno.

SEMANA: Usted mantuvo recientemente algunos contactos con el nuevo presidente venezolano, Rafael Caldera. ¿Cree que sus buenas relaciones con este líder -identificado por muchos como anticolombiano- pueden contribuir a lograr resolver el diferendo del golfo?

A.P.A.: Indudablemente el hecho de existir una buena relación personal con el presidente Caldera puede contribuir a mejorar el clima de entendimiento entre nuestros países e incluso allanar el camino para resolver el problema del diferendo, lo cual no quiere decir que la amistad se constituye en factor determinante.

SEMANA: Nunca ha habido en Colombia un Presidente que no haya sido Ministro. ¿No piensa que a usted le ha hecho falta ese paso?

A.P.A.: Existe consenso en cuanto a que la Alcaldía de Bogotá es el segundo cargo en importancia en el país. Además de la gestión administrativa, la experiencia que adquirí en el manejo de momentos de crisis por la arremetida narcoterrorista me enseñó importantes lecciones. Haber sido alcalde de Bogotá, con el compromiso que conlleva la elección popular, supera con creces la responsabilidad de cualquier ministerio.


EL 'STAFF' DE ANDRES

1. LUIS ALBERTO MORENO: Es el coordinador general de la campaña. Graduado en Administración de Empresas en Atlantic University (EE.UU.) este ex ministro de Desarrollo es un hombre talentoso y discreto, y el gurú de la casa Pastrana desde cuando ocupó la gerencia del Noticiero TV-Hoy. Para algunos es el genio político que se inventó a Andrés.

2. FRANCISCO LLOREDA: Fue secretario privado de Pastrana durante la alcaldía de Bogotá. Se encarga de la coordinación operativa. Es abogado javeriano con especialización en Administración Pública en la Universidad de Columbia y con experiencia en periodismo en El País, de Cali, diario que dirige su padre, Rodrigo Lloreda. Sencillo, serio y mesurado, de ser Pastrana el presidente, 'Kiko' -como le dicen- sería el Miguel Silva del gobierno.

3. CLAUDIA DE FRANCISCO: Ha sido, y es, adicta al trabajo. En su hoja de vida se cuentan cargos como la vicepresidencia de mercadeo del Banco de Colombia, la Secretaría de Hacienda del Distrito y la gerencia de la Empresa de Teléfonos de Bogotá. Ahora, como coordinadora Administrativa de la campaña, y en su condición de esposa del actual ministro de Defensa, Rafael Pardo, se ha convertido en cabeza de puente entre el pastranismo y el gavirismo. O al contrario...

4. MARISTELLA SANIN: Ha acompañado de cerca a Pastrana en la bancada del Senado de la Nueva Fuerza Democrática. En la campaña centra sus esfuerzos en el soporte político. Abogada javeriana, se nutre de su experiencia no sólo en el Congreso, sino al frente del Ministerio de Trabajo.

5. DIEGO PARDO: Aunque ya no es tan joven como cuando fue alcalde de Bogotá, este cachaco conserva bríos. Coordina el movimiento Juventudes con Andrés. Además de haber sido burgomaestre de la capital del país -por poco tiempo- este abogado de la Universidad Javeriana con magister en la SMU de Dallas (Texas) ha sido director de la CAR y superintendente de Control de Cambios.

6. CARLOS DUQUE: Es el asesor de comunicaciones, imagen y publicidad, y es, también, el hombre que revolucionó prácticamente la imagen de la publicidad política en Colombia. Fue el autor del primero y famoso afiche de Luis Carlos Galán.

7. JUAN HERNANDEZ: Ha estado junto a Pastrana desde la Universidad del Rosario, donde fueron compañeros en la Facultad de Jurisprudencia. Fue concejal de Bogotá, secretario de Gobierno durante la alcaldía pastranista y cónsul en Houston (Texas). Dirige el Programa de Multiplicadores.

8. EFRAIN MARIN: Ocupa la Jefatura de Prensa. Formó parte de la planta de periodistas del Noticiero TV-Hoy.

9. GLORIA ISABEL RAMIREZ: Coordina la publicidad.

10. MARTA DE AREVALO: Es la coordinadora de voluntariado.

11. GUSTAVO POMBO: Se ha nombrado para coordinar el acto de lanzamiento de la campaña, con todo y su espectacularidad.

12. HERNAN BELTZ: Es el coordinador financiero. Ingeniero civil, pero con una carrera importante en el sector público -ha sido director del Departamento Nacional de Planeación y ministro de Obras Públicas- fue miembro del directorio conservador línea Tequendama. Es amigo personal de Alvaro Gómez.