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REUNION PARA LA GUERRA

Un análisis de texto revela que la unión guerrillera sigue estando bastante dividida

2 de noviembre de 1987

La cumbre de los grupos guerrilleros, anunciada desde hace varias semanas, terminó con un comunicado de acuerdo. Asombroso, si se piensa que hasta hace pocos meses varios de los participantes --el ELN, el EPL, el M-19, el Quintín Lame, el PRT-- estaban enfrentados no sólo verbalmente, sino a tiros, con el restante: las FARC. E impresionante, si se recuerda que ninguna guerrilla de América Latina ha conseguido nunca llegar a un acuerdo conjunto, con la única excepción de las diversas alas del sandinismo nicaraguense en vísperas del derrocamiento de Anastasio Somoza.
Pero hay que señalar los límites, a decir verdad bastante estrechos, de la anunciada alianza guerrillera: más que una unidad para la acción, lo que parece haber en ella es un acuerdo sobre el desacuerdo que separa a los seis firmantes. La nueva "Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar" (el nombre parece ser la cuota del M-19) anuncia en efecto que la unión debería hacerse, y no que esté hecha.
"Acordamos y nos comprometemos a empeñarnos en continuar construyendo...",--empieza el documento, usando cinco verbos seguidos que debilitan considerablemente lo que hubiera quedado más claro en uno solo: tal vez corresponda un verbo a cada grupo firmante--... "la unidad". Y de inmediato enumera no menos de cinco reservas: "bajo los criterios de autonomía (1), independencia ideológica (2) y política (3), y el respeto mutuo (4) entre las distintas (5) fuerzas que integran la unidad". Finalmente, esa repetición de la palabra "unidad" en una sola frase en vez de reforzarla da la impresión de dividirla. Por lo demás, el párrafo final del documento es explícito: no se trata de una unión, sino de una simple "reunión".
Pero si la coordinación no parece demasiado sólida todavía en el seno de la nueva Coordinadora, lo que sí queda claro es que todos los grupos guerrilleros están de acuerdo sobre lo que se viene: la guerra. Entienden que la exigencia de desmovilización hecha por el gobierno es "una declaración de guerra total y un cierre definitivo al diálogo"; y en consecuencia se preparan para afrontarla mediante "un ejército unido" y para "humanizarla" mediante el ejercicio del Derecho de Gentes. Parecen tener tan claro que no queda otra salida, que ni siquiera una vez menciona el comunicado la palabra "tregua", que hubiera podido ser la aportación de las FARC en vista de que, hasta donde se sabe, siguen acogidas a ella.
Dicen que esa guerra de que hablan no es impuesta por ellos, sino inevitable porque "el régimen se empeña en generalizarla y profundizarla".
Pero es irónico que del lado guerrillero esté triunfando la tendencia guerrerista precisamente en el momento en que, con la salida del gobierno del Minjusticia Arias Carrizosa, en el seno del "régimen" está recuperando la ventaja el grupo de los pacifistas.-

Los puntos del acuerdo
"Acordamos y nos comprometemos a:
1. Empeñarnos a continuar construyendo la unidad bajo los criterios de autonomía, independencia política e ideológica y el respeto mutuo entre las distintas fuerzas que integran esta unidad.
2. Impulsar todos los procesos y las más diversas expresiones de convergencia nacional en torno a la necesidad de la democracia y el respeto a la vida.
3. Apoyar e impulsar toda conquista y reforma que signifique una mejora en la calidad de la vida de los colombianos.
4. Exigir plenas garantías para la acción política en torno a la elección popular de alcaldes para las organizaciones de masas participantes, presenten o no candidatos.
5. Rechazar el ultimátum del gobierno a la desmovilización del movimiento guerrillero, en cuanto es una declaratoria de guerra total y un cierre definitivo al diálogo, asi como una salida en falso frente a un país que requiere soluciones de fondo.
6. Reiteramos que no queremos la guerra y que insistimos en hallar y aportar las salidas políticas que responden a las urgencias de democracia y de cambios nacionales.
7. No hemos sido los primeros en transitar los caminos de la guerra y siempre hemos estado dispuestos a soluciones distintas a ella. Pero si el regimen se empeña en generalizarla y profundizarla asumimos el reto para tal confrontación. Afrontamos la construcción del ejercito único como garante y defensor de la vida, la soberanía nacional y popular.
8. Defender a fondo la vida como bien supremo para nuestra existencia como nación. Por eso. nos comprometemos a respetar y ejercer el derecho de gentes, los acuerdos de Ginebra para humanizar la confrontación bélica. Exigimos que el gobierno y sus Fuerzas Armadas también respeten las normas de derecho internacional humanitario. Nos comprometemos a dar un trato humanitario y digno a los enemigos capturados en combate y a respetar a la población civil y sus bienes en la contienda militar. Rechazamos las prácticas de las torturas, las desapariciones y las listas de amenazados. Rechazamos los asesinatos contra miembros de la Unión Patriótica, de los demás movimientos políticos y sociales y contra los demócratas, cuyos responsables directos son los organismos de seguridad del Estado y sus aparatos paramilitares. Convocamos a aunar esfuerzos y multiplicar las distintas expresiones por la vida y a desarrollar la más amplia movilizacíón para detener la guerra sucia, castigar a los culpables y a reivindicar la vida como el más valioso de los derechos del pueblo. Ponemos al pueblo, a sus organizaciones de garantes de unos acuerdos cuyo propósito es contribuir a construir la nueva Colombia y lo convocamos a hacer de esta reunión del movimiento guerrillero y del desarrollo de sus decisiones, garantía de victoria. Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. Montañas de Colombia, septiembre de 1987". Siguen varias firmas de los comandantes guerrilleros.--