Home

Nación

Artículo

SE DESTAPAN LOS CANDIDATOS

Con el debate de la semana pasada, arrancó en forma prematura una campaña presidencial que promete ser larga pero no necesariamente aburrida.

27 de noviembre de 1995

EL AUDITORIO SKANDIA, AL NORTE DE BOgotá, estaba a reventar. Sus 500 sillas fueron ocupadas desde antes de las ocho de la mañana y decenas de personas adicionales se amontonaron en escaleras y corredores laterales. Con excepción de algunos periodistas e invitados especiales, la inmensa mayorìa había pagado 320.000 pesos por el derecho a escuchar las siete conferencias del día, cuyo plato fuerte se serviría entre las 10 de la mañana y el mediodía de ese martes: las intervenciones de los tres aspirantes presidenciales que, casi tres años antes del próximo debate electoral por la jefatura del Estado, madrugaron a destapar sus candidaturas. La expectativa por los primeros discursos de campaña de Noemí Sanín, Juan Manuel Santos y Andrés Pastrana era inmensa y por ello la audiencia no estaba limitada al medio millar de asistentes. Incluía también a miles de televidentes de Bogotá que podían seguir por TV Cable la transmision del seminario organizado por la revista Dinero.
A todo este atractivo se sumaba el hecho de que en los días previos al seminario varios medios de comunicación habían jugado con la idea de que se trataba de una cumbre de conspiradores. Y en verdad, desde el punto de vista del gobierno y de sus defensores, el evento tenía todos los ingredientes para merecer esa calificación. La sorpresa fue que el ex presidente Alfonso López Michelsen aceptara presidir las sesiones, pues aunque eso no alcanzó para quitarle al evento el sabor que los gobiernistas le encontraban, impidió eso sí que el gobierno se refiriera públicamente al acto como un episodio más de la conspiración en su contra.
El primer abrebocas resultó casi tan bueno como el plato fuerte. El fiscal general de la Nación, Alfonso Valdivieso, abrió la sesión con una intervención improvisada y no muy larga, durante la cual, en el tono sencillo y directo que lo caracteriza, despertó el entusiasmo del auditorio. "Hay que salir de la horrible noche de 20 años de complacencia con el narcotráfico", aseguró. Más adelante hizo reír a los asistentes al señalar que "la Fiscalía no está dedicada exclusivamente a un solo tema, al tema que ustedes saben y que a mí no me gusta mencionar". Finalmente, planteó una serie de iniciativas para mejorar los instrumentos de lucha contra el delito, en especial los relacionados con el control de los bienes adquiridos ilegalmente, por cuenta del narcotráfico, la corrupción y otras actividades delictivas. Al terminar su intervención, los asistentes -instados desde la mesa que presidía el acto por la ex canciller Noemí Sanín- se pusieron de pie y aplaudieron por más de dos minutos al Fiscal, quien debió levantarse de su asiento un par de veces y alzar la mano derecha para saludar al público. Si antes de esta intervención había dudas sobre la posibilidad de que Valdivieso ingrese al abanico de precandidatos, después de la ovación de esa mañana debieron quedar disipadas.
La segunda faena de la mañana corrió por cuenta del ex ministro Rudolf Hommes, nuevo rector de la Universidad de los Andes y alguien a quien muchos siguen viendo como gallo tapado para 1998. Hommes se concentró en el tema que mejor domina, el económico, pero lo hizo con el estilo que ha marcado sus columnas del diario El Tiempo: breve y directo, como un buen nocaut. El ex ministro criticó el manejo de la política fiscal y aseguró que el problema con el gobierno de Ernesto Samper es que "cuando un Presidente le dice a su Ministro de Hacienda que haga tonterías, pues el Ministro las hace". Más adelante y en el mismo tono, el ex ministro dio gracias por el hecho de que el Presidente haya estado "tan distraído" en muchos asuntos complicados, pues así "no ha tenido tiempo para quitarle autonomía al Banco de la República". Según Hommes, lo contrario habría sido catastrófico.

TRES SON COMPAÑIA
Tras los aplausos a Valdivieso y las carcajadas despertadas por el ex ministro de Hacienda, el auditorio quedó listo para la atracción central de la jornada. Con la figura delgada y el pelo más corto que los colombianos ya reconocen en su nuevo look, Noemí se aproximó al atril de oradores. Si Valdivieso había sido sencillo y Hommes divertido, Noemí fue, desde su primera frase, optimista con el futuro y, a la vez, dura con el presente: "Veo (hacia adelante) un país donde será posible la crítica, donde la diferencia de opinión no tendrá como consecuencia la muerte, la calumnia y el exilio".
El público pensó que era el inicio de un discurso de severos cuestionamientos al gobierno. Sin embargo, Noemí derivó hacia planteamientos más filosóficos. Habló de la educación como la base de cualquier futura política económica e hizo un llamado para que los ministerios del sector social sean despolitizados. Se declaró defensora de la apertura económica y de la tesis de darle una mayor participación al sector privado en actividades que tradicionalmente ha controlado el Estado. Y en cuanto a la crisis política que vive el país, aseguró que está afectando la economía, las relaciones internacionales y la credibilidad de las instituciones.
En resumen, una intervención bien preparada en cuanto a su contenido, profunda en sus planteamientos, pero quizás inferior a las expectativas creadas en el sentido de que la ex canciller haría severos y directos cuestionamientos al gobierno. En vez de ello, Noemí prefirió echarle algunas indirectas a la administración, y hablar más como estadista que como política. Eso, mezclado con cierta inseguridad en la lectura de un pesado paquete de páginas que por momentos parecía demasiado aparatoso para la frágil figura de la ex embajadora, terminó por desconcertar a buena parte del auditorio. Algunos afirmaron incluso que tal vez Noemí no conocía suficientemente el texto. La verdad es que lo conocía bastante bien, pero el disquete de computador en que lo trajo de Londres resultó afectado al pasar la ex canciller por los aparatos de rayos X de un aeropuerto. De ahí que Noemí se vio obligada a pasar la noche reconstruyendo su intervención, algo que sin duda afectó su performance. Sea como fuere, un cierto sabor de frustración rondó el ambiente mientras Noemí era aplaudida durante cerca de 20 segundos por los asistentes. "Después de semejante carta de renuncia de la embajadora, tan dura y agresiva, esta primera salida de la candidata decepcionó un poco, no porque la conferencia no haya sido buena, sino porque el público esperaba otra cosa, algo quizás con más garra", aseguró a SEMANA un ex ministro conservador.
Esa percepción favoreció sin duda a Andrés Pastrana, quien hizo exactamente lo contrario. El ex alcalde se había encerrado en los últimos días a trabajar en ese discurso, convencido de que se trataba de una oportunidad única para asumir el liderazgo de la oposición y cobrar, como lo hizo de entrada, que él había sido el primero en denunciar la penetración de dineros del cartel de Cali en la campaña samperista. Pastrana mandó literalmente al diablo a sus tradicionales asesores que le seguían recomendando un tono más moderado, y decidió irse, lanza en ristre, contra el Presidente.
El ex alcalde aclaró de entrada que más que hablar del futuro tema inicial del seminario, iba a hablar del presente. Sa refirió al fallo de la Corte Constitucional que tumbó la conmoción interior y lo presentó como prueba de que el país vive una gran confusión, dentro de la cual se volvió normal que en Colombia mueran violentamente 28.000 personas al año y el Presidente de la República, en vez de asesorarse con abogados constitucionalistas o administrativistas, tenga que contratar a "un especialista en derecho penal"
"En ese clima de confusión de valores -expresó- es natural que cada vez que alguien alza la voz para advertirle al país que se asoma al abismo, es tachado de conspirador por los que constituyen la corte del régimen (...) El primer conspirador (...) fue Andrés Pastrana (...) Pero por obra de la verdad que siempre triunfa, no estuve solo mucho tiempo. Pronto al club de conspiradores ingresó la Fiscalía General, e ingresaron varios acatados columnistas (...) e ingresaron los personeros de los gremios económicos, acusados de irrespeto al Presidente por haberse atrevido a advertirle que sus problemas personales estaban afectando la economía, e ingresaron miles de estudiantes y a este club de los conspiradores (...) ya ingresaron -remató mientras señalaba la mesa presidida por el ex presidente López- mis compañeros en el podio".
Incluso cuando habló de economía, Pastrana fue sobre todo político y coyuntural: "En el terreno económico este gobierno, como quien pedalea sobre una bicicleta estática, avanza veloz hacia ninguna parte". Y luego: "Me asalta el temor de que, asì como en América Latina se habló de una década perdida, nosotros tengamos que lamentar más adelante, si se cumple el mandato completo, que el presente haya sido un cuatrienio perdido". Fueron casi 50 segundos de aplausos y un comentario bastante generalizado en el sentido de que este discurso radical demuestra que Pastrana debería abandonar las dudas en que se ha debatido, entre atacar al gobierno o quedarse callado, y lanzarse definitivamente a asumir, pásele lo que le pase en las encuestas, el papel de líder de oposición. Sin duda los aplausos lo envalentonaron, pues al salir del recinto y sofocado por una ola de cámaras y micrófonos, dijo sin más rodeos que está convencido de que la única solución para la crisis actual es "que renuncie el Presidente".

ESTUDIANTE APLICADO
Juan Manuel Santos pasó entonces al tablero. Y la metáfora escolar no es para nada excesiva. Como un estudiante aplicado que había trabajado durante muchos días en su tarea y que había ensayado su intervención con todo y los más insignificantes detalles, Santos hizo gala de sus dotes de expositor, con una ayuda audiovisual que descrestó al auditorio. El ex ministro no leyó un texto página por página, sino que siguió unas fichas con líneas muy generales, mientras manejaba a control remoto un proyector de diapositivas que iban ilustrando su intervención. Pero además de haber acertado en lo formal, Santos dio en el clavo en algo que los especialistas en publicidad y mercadeo llaman "el mensaje". En vez de transmitir una serie de ideas sobre una serie de temas, Santos trató de explicar el conjunto de los problemas del país por medio de una sola teoría, la del mal gobierno. Según ella, más que un país subdesarrollado, Colombia es un país subadministrado, en el cual incluso cuando se dictan buenas leyes, no se les hace seguimiento y su aplicación es siempre muy pobre. Santos utilizó varios ejemplos y luego, en algo que resultó bastante atractivo para el auditorio integrado por especialistas, presentó una serie de cuadros ubicando a Colombia en diferentes rankings basados en un estudio del Foro Económico Mundial. Según ese estudio que se hace entre medio centenar de países, Colombia siempre aparece en los últimos lugares en los diferentes criterios que van desde la estabilidad de las normas para invertir hasta las facilidades de infraestructura y servicios, pasando por el grado de corrupción del gobierno. Aparte de demostrar lo rezagada que está Colombia, el ex ministro explicó que en el último año, el Foro Económico ha bajado al país a los últimos lugares en los temas más críticos.
Pero a pesar del formato de conferencia más que de discurso, Santos mantuvo el contacto con el auditorio con base en dos armas: los chistes y las críticas al gobierno. El humor apareció de entrada: antes de iniciar su exposición y al referirse a Noemí y Pastrana, anotó: "Les tengo una mala noticia, esta va a ser una campaña muy aburrida porque todos estamos d¿ciendo lo mismo" . Y en cuanto a la artillería gubernamental, el ex ministro la utilizó al hablar de economía: "Durante la campaña, el candidato Samper dijo que queria ponerle corazón a la apertura, y eso está bien (...), pero ahora en lugar de ponerle corazón la quiere asfixiar (...) Lo que yo le aconsejaría con todo respeto al Presidente es que, en lugar de desmontar las reformas, las administre (...) No nos desmontemos del único bus que nos puede sacar del subdesarrollo, del atraso y de la pobreza".
Su análisis concluyó con un llamado de alerta: "No nos podemos equivocar, Colombia se está desintegrando". El auditorio le regaló 35 segundos de aplausos y aunque en este medidor Pastrana le ganó, el ex ministro terminaría por imponerse en el tarjetón de calificación que los noticieros QAP y Viva FM habían repartido previamente entre los asistentes. El tarjetón invitaba a la gente a calificar de 1 a 5 cada una de las tres intervenciones. Santos sacó 4.2, Pastrana 3.9 y Noemí 2.7. Al final de la jornada, el público premió los conocimientos y el dominio de los temas de economía y administración pública de Santos, así como la garra política de Pastrana, y alcanzó a castigar, no el contenido de la exposición de Noemí, sino la inseguridad formal de su presentación. El mito de que Colombia es un país machista pareció confirmarse en el debut de la excanciller.
Pero más allá de las calificaciones, varias cosas quedaron en claro después de la jornada del martes. La primera, que Santos tiene razón cuando dice que hay muchas coincidencias entre los tres precandidatos: todos antigobiernistas, todos aperturistas y hasta neoliberales, y todos dispuestos a arrancar la campaña desde ya. La segunda, que ninguno le tiene miedo a los debates y confrontaciones, ni siquiera Noemí, quien mantiene su ventaja en las encuestas y, a pesar de ello, aceptó el reto de emular con sus contrincantes, algo que, según las reglas de toda campaña electoral, no debe hacerse nunca cuando se está arriba en los sondeos. Y la tercera, que en un país en el cual la gente siempre se queja de que los candidatos no dicen nada, en este caso están diciendo mucho. Algo que sin duda ayudará para una campaña que va a durar mucho, pero que aparte de larga, va a ser de todo menos aburrida. Sobre todo si se tiene en cuenta que todavía falta que se sumen a la fiesta el cura Bernardo Hoyos, Valdivieso y hasta Antanas Mockus.

CINCO PREGUNTAS DE SEMANA A LOS TRES CANDIDATOS

NOEMI SANIN
'Este gobierno maneja todo dando bandazos'

- ¿Qué opinión tiene usted de la crisis política actual y de la situación del presidente Samper? ¿Qué salida le ve?
La crisis política actual es grave. Está afectando la economía, las relaciones internacionales, las instituciones y nuestra credibilidad. Hay un marcado sentimiento de pesimismo. Si la crisis se sigue manejando como hoy, no hay salida. Necesitamos gobierno, hoy no se está gobernando. Tenemos que recuperar la credibilidad y tener un norte claro. La sociedad civil tiene que acabar de pasar de la indiferencia a la participación.

- ¿Apoya usted el aumento de dos puntos en el IVA que el gobierno está tramitando en el Congreso?
Lo grave no es la decisión de aumentar el IVA en dos puntos sino el desaforado incremento en el gasto público, que la hizo inaplazable. Parte de nuestra inseguridad es que cada 26 meses, Colombia tiene una nueva reforma tributaria. Si algo desestimula la economía es la incertidumbre.

- ¿Cree usted que el Fiscal debe retirarse en marzo o que debe aplicársele el período constitucional de cuatro años para que continúe hasta 1998?
La Fiscalía le ha devuelto la fe a los colombianos en la justicia. En mi concepto, lo que le conviene a Colombia es que el fiscal Valdivieso termine su período de cuatro años. Sería desastroso un cambio antes del esclarecimiento de los hechos que hoy son investigados.

- ¿Comparte usted la idea propuesta por algunas voces cercanas al gobierno en el sentido de desmontar la apertura, subiendo los aranceles?
Ningún país hoy puede conseguir el desarrollo ni crecer económicamente a espaldas del mundo. Resulta preocupante que cuando teníamos un consenso sobre las bondades de la apertura, se empiece, como en casi todos los otros temas, a dar señales confusas, más aún cuando tenemos un sector privado que está comprometido con su reconversión y que ha demostrado que puede ser el motor del crecimiento económico. Un paso atrás sería algo muy costoso de recuperar.

- ¿Cree usted que el gobierno debe seguir ensayando la negociación política con la guerrilla?
Lo más preocupante de este gobierno es la falta de claridad en todos los temas, incluyendo el de la paz. Todo se maneja de acuerdo con la coyuntura, dando bandazos. Un día diálogo, otro día guerra. Un día se está dispuesto a desmilitarizar Uribe, otro día no. Desde hace siglos la humanidad aprendió que para hacer la paz hay que demostrar que se es capaz de hacer la guerra. Esta lección parece saberla más la guerrilla colombiana que el gobierno.


ANDRES PASTRANA
'La única salida es la renuncia del Presidente'

- ¿Qué opinión tiene usted de la crisis política actual y de la situación del presidente Samper? ¿Qué salida le ve?
No hay salida distinta a la renuncia del Presidente, pues ya se comprobó que hubo dineros del narcotráfico en su campaña, tal como lo dijo el vicefiscal Salamanca y como el propio Presidente lo reconoció en su entrevista a Angela Patricia Janiot, cuando aceptó que hay serios indicios de que eso sucedió en su campaña. Esta propuesta no es de hoy. Se la hice tres días antes de las elecciones, cuando le envié una carta en el sentido de que si en nuestras campañas se encontraban recursos del narcotráfico, yo renunciaría a la Presidencia, y le pedía que él se comprometiera a lo mismo.

- ¿Apoya usted el aumento de dos puntos en el IVA que el gobierno está tramitando en el Congreso?
El aumento es de cuatro. Y digo de cuatro, porque el Partido Liberal y la Nueva Fuerza Democrática nos habíamos comprometido en el 92 a bajar el IVA del 14 por ciento a 12 por ciento y el impuesto de renta del 37 por ciento al 30 por ciento. Es el único país del mundo donde el gobierno, con el cuento del IVA social, le va a sacar la plata a los colombianos de un bolsillo dizque para pasárselo al otro.

- ¿Cree usted que el Fiscal debe retirarse en marzo o que debe aplicársele el período constitucional de cuatro años para que continúe hasta 1998?
Hasta 1998. Yo creo que la Constitución y la ley son claras en que el período del Fiscal es siempre de cuatro años.

- ¿Comparte usted la idea propuesta por algunas voces cercanas al gobierno en el sentido de desmontar la apertura, subiendo los aranceles?
El Presidente está tratando de regresar a un modelo proteccionista e intervencionista, que ya demostró su fracaso. Sigo creyendo en la apertura, con justicia social y con una lucha frontal contra el contrabando.

- ¿Cree usted que el gobierno debe seguir ensayando la negociación política con la guerrilla?
El Estado no puede renunciar a su función de proteger la honra, vida y bienes de los ciudadanos. Es importante que la guerrilla nos diga qué es lo que quiere, para iniciar un verdadero diálogo y no una simple charla que no conduce a nada. Eso de decir qué es lo que se quiere lo hicieron palestinos e israelíes, y así fue que avanzaron. También es importante que la guerrilla nos diga quién manda, qué tanta unidad de mando hay entre los distintos frentes y grupos, porque eso tampoco está claro.


JUAN MANUEL SANTOS
'La autoridad y credibilidad del Presidente estàn muy
averiadas'

- ¿Qué opinión tiene usted de la crisis política actual y de la situación del presidente Samper? ¿Qué salida le ve?
En el fondo me parece que esta crisis tenía que presentarse tarde o temprano y le conviene al país porque llevábamos demasiado tiempo ignorando el avance de la corrupción, y muy particularmente del narcotráfico. En cuanto al Presidente, es evidente que su autoridad y su credibilidad están muy averiadas. Eso ya de por sí le ha ocasionado unos costos inmensos al país. Cualquiera que sea el desenlace, tiene que ser dentro del marco constitucional.

- ¿Apoya usted el aumento de dos puntos en el IVA que el gobierno está tramitando en el Congreso?
Yo he sido muy claro en que los principales problemas del país no se solucionan con más plata ni con más reformas legales, sino con una mejor gestión pública. No me parece justo ni conveniente subirle los impuestos a los colombianos si todos sabemos que irán a parar a los agujeros negros del despilfarro estatal. Con solo reducir 4 por ciento los gastos de funcionamiento se habría podido evitar la reforma. Pero el gobierno prefirió el camino más fácil.

- ¿Cree usted que el Fiscal debe retirarse en marzo o que debe aplicársele el período constitucional de cuatro años para que continúe hasta 1998?
Debe durar los cuatro años.

- ¿Comparte usted la idea propuesta por algunas voces cercanas al gobierno en el sentido de desmontar la apertura, subiendo los aranceles?
No. La apertura no era una alternativa sino una necesidad. Por supuesto que hay que hacerle ajustes, porque las reformas hay que administrarlas en lugar de desmontarlas ante la primera dificultad .

- ¿Cree usted que el gobierno debe seguir ensayando negociar políticamente con la guerrilla?
En lo que hay que insistir es en darle seguridad a los colombianos. El diálogo es conveniente sólo si forma parte de un plan coherente y sistemático para alcanzar la paz en Colombia. Dialogar por dialogar no sirve de nada y es contraproducente. Cualquier diálogo sólo puede ser productivo si hay voluntad de las partes y si cada cual sabe lo que quiere. Y en la actualidad, no existe ni lo uno ni lo otro.