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SIN PIEDAD

La senadora Piedad Córdoba se ha convertido en la mayor opositora del gobierno en el Congreso de la República.

16 de noviembre de 1998

Es la piedra en el za-pato del gobierno de Andrés Pastrana. Desde su curul en el Senado de la República, Piedad Córdoba, la aguerrida senadora liberal antioqueña, ha disparado los más certeros misiles contra la actual administración. Tan duro y tan fuerte ha disparado que el propio presidente del Congreso, el conservador Fabio Valencia Cossio, se ha visto precisado algunas veces _de manera estatutaria_ a negarle el micrófono para que no siga atacando al gobierno. Pero ni esas negativas, ni las palabras de grueso calibre del senador Roberto Gerlein _quien se refirió a ella y a Viviane Morales en términos desobligantes_, ni los propios consejos del jefe del Partido Liberal, Horacio Serpa, han logrado poner freno a los ímpetus oposicionistas de Córdoba. La suya, según ella misma afirma, es una oposición de principios. "En Colombia hace falta hacer oposición de la buena. No la que está supeditada al número de cargos que ofrezca el gobierno de turno. Uno como congresista no puede negociar la posibilidad de realizar el control político", dijo a SEMANA la dirigente política. Hay quienes empiezan a comparar la actitud desafiante de Piedad Córdoba frente al gobierno de Andrés Pastrana con la que mantuvo Ingrid Betancourt en la administración de Ernesto Samper. Las dos son reconocidas como mujeres radicales en sus posturas políticas y fundamentalistas en la defensa de sus principios. En el caso de Córdoba el país ha sido testigo de su lucha en la defensa de la igualdad para la mujer y las minorías étnicas y su guerra frontal contra los grupos paramilitares. En esos dos casos la parlamentaria liberal ha dado muestras de su verticalidad. Una de las razones que la llevó a no respaldar la actual reforma política, propuesta por el gobierno y apoyada por la mayoría de los movimientos y partidos políticos representados en el Congreso, incluyendo al Partido Liberal, es que, según ella, la reforma deja por fuera precisamente a las mujeres y a los grupos étnicos minoritarios, entre ellos los negros y los indígenas. La opinión pública conoció también su malestar cuando el entonces candidato Horacio Serpa anunció el ingreso a las filas de su campaña presidencial del ex gobernador de Antioquia Alvaro Uribe Vélez. "Todos saben cuál ha sido la posición de Uribe Vélez frente al incremento del paramilitarismo en Antioquia y todos conocen lo que yo pienso al respecto. Estamos en dos orillas distintas. Por eso no estoy de acuerdo con su llegada a la campaña", dijo en esa oportunidad a los medios de comunicación.
Oposición de frente
La primera vez que Piedad Córdoba soltó su artillería contra el gobierno de Pastrana fue el pasado 29 de septiembre, durante una sesión del Congreso en la que cuestionó los nombramientos de algunos ministros y altos funcionarios por parte de la actual administración. Concretamente se refirió a los casos de los ministros de Desarrollo, Fernando Araújo, y Salud, Virgilio Galvis, quienes, según Córdoba, presentan conflictos de intereses para ejercer sus cargos. En el debate Córdoba cuestionó de forma severa la manera como el actual gobierno ha designado a varios de sus colaboradores más inmediatos. Según ella, muchos de dichos nombramientos han obedecido más a compromisos políticos que a razones de méritos. "Pastrana ofreció meritocracia en la campaña y terminó aplicando dedocracia en el gobierno", dijo Córdoba a SEMANA. Poco tiempo después Córdoba se metió en los terrenos de uno de los temas más vigilados por el gobierno: el proceso de paz con las Farc. De la misma manera que lo hizo Andrés Pastrana recién elegido Presidente de la República, Piedad Córdoba y dos de sus colegas, Amylkar Acosta y Jaime Dussán, visitaron a Manuel Marulanda Vélez y Jorge Briceño, conocido como el 'Mono Jojoy', para hablar de paz y además posar para la foto de rigor. Y si el país admiró la astucia de Andrés Pastrana, habría que decir que Córdoba resultó más osada que el actual Presidente. En efecto, no sólo visitó al máximo jefe de las Farc, sino que lo invitó al propio Congreso de la República para que exponga las razones de su lucha política. La invitación fue aprobada por la mayoría de sus colegas. Todo hace pensar que en esta guerra frontal entre la senadora liberal y el gobierno de Pastrana no habrá tregua. Córdoba ha demostrado hasta la saciedad que en la defensa de sus ideas va hasta la últimas consecuencias, así éstas sean el exilio de uno de sus hijos o las amenazas contra su propia vida, como sucedió hace varios años luego de sus denuncias contra los grupos paramilitares. Si se tiene en cuenta que este gobierno apenas comienza no es difícil pensar que durante los próximos tres años Andrés Pastrana tendrá instalada en el Congreso a su más dura francotiradora política. "Pastrana ofreció meritocracia en la campaña y terminó aplicando dedocracia en el gobierno
"Un verbo afilado" Quienes dicen que soy pantallera no me conocen. No necesito de una cámara ni de una grabadora para expresar mis ideas""
En la lucha contra la corrupción el gobierno debe dar ejemplo y no lo está haciendo"
"Pastrana se tomó la foto con 'Tirofijo' para ganar las elecciones pero no para gobernar".
"Hay siete ministros inhabilitados. Pregunto ¿es eso una persecución personal o un impedimento ético?"
"Mucha gente va a hablar con la guerrilla pero para pedir la liberación de familiare s o para negociar armas"