Home

Nación

Artículo

Congreso de EE.UU

RELACIONES EXTERIORES.

TLC sigue en el limbo

El tratado comercial de Colombia con Estados Unidos no figura en la agenda de la sesión especial del Congreso de ese país, el próximo 17 de noviembre.

6 de noviembre de 2008

El Tratado de Libre Comercio con Colombia no figura en la agenda de la sesión especial del próximo 17 de noviembre el Congreso de los Estados Unidos, con lo que se esfuma la posibilidad de su aprobación informó la agencia de noticias EFE.

La prioridad en la agenda de los congresistas será cómo reactivar la economía para enfrentar la crisis financiera, cuyo alcance es de orden mundial.

A pesar de que los augurios para la aprobación del tratado son pesimistas, el gobierno de George W. Bush ha dicho que insistirá ante los congresistas estadounidenses para que ratifiquen el acuerdo con Colombia –firmado por los dos gobiernos desde noviembre de 2006-, al igual que el de Panamá y Corea del Sur.

"Ni en sueños podría votarse ahora el TLC. Esto quedará para cuando el presidente Obama comience a gobernar. Quizá no ocurra en sus primeros 100 días de Gobierno, pero él tampoco querrá que languidezca", dijo a Efe Michael Shifter, analista del Diálogo Interamericano.

No obstante, el gobierno colombiano también enfila sus baterías para buscar la aprobación del tratado antes de que finalice el año. En Estados Unidos se encuentra una delegación del gobierno colombiano que tratará de demostrar su compromiso "en la defensa de los derechos humanos y la seguridad de los sindicalistas", dos puntos que hasta ahora han servido para la oposición demócrata al TLC.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Jaime Bermúdez, argumentó que el gobierno de Barack Obama debe saber “que hay 19 fiscales dedicados exclusivamente al tema de sindicalistas y más 113 investigadores, que antes no había".
 
"En el tema sindical se debe conocer cómo desde los años 1991 a 2001 sólo hubo dos condenas por asesinatos a sindicalistas, mientras en el actual gobierno se han dado 134 condenas", argumentó Bermúdez.

No obstante el escenario no es el más favorable ni siquiera para el próximo año. Los demócratas aumentaron sus curules en el Congreso estadounidense y los problemas de urgencia como la crisis económica de Estados Unidos, son impedimentos que parecen insalvables para la aprobación del tratado.

A esto se suma, el reciente escándalo de falsos positivos que provocaron la purga más grande en la historia del Ejército colombiano. Varios jóvenes de Soacha fueron presentados como caídos en combate con el Ejército y luego se demostró que fueron reclutados y ejecutados a los pocos días de sus desapariciones. El hecho derivó en la destitución de 27 militares y la renuncia del comandante del Ejército, Mario Montoya.

El senador demócrata Patrick Leahy, presidente del Subcomité de Asignaciones, que se encarga de financiar los programas de ayuda extranjera, expresó su preocupación por lo que llamó “los abusos sistémicos de las fuerzas armadas colombianas".

"Los asesinatos extrajudiciales por parte de soldados colombianos han sido una preocupación durante años y la respuesta del Gobierno ha sido ignorarlos o culpar a las víctimas", dijo Leahy esta semana.

Además dos informes, uno de Human Right Watch y otro de Amnistía Internacional también evidenciaron la difícil situación de los derechos humanos en Colombia, en la cual que le atribuyen parte de responsabilidad al Estado colombiano.

Por estas razones, los expertos auguran que el estudio del TLC con Estados Unidos podría tardarse otros dos años.

Todos los tratados comerciales que firmó el gobierno Bush con varios países, como Colombia, quedaron congelados en el Congreso estadounidense en abril de este año. La presidenta de la Cámara de Estados Unidos, Nancy Pelosi señaló que Colombia debía trabajar más por la protección de los sindicalistas. Otro argumento, que también sirvió de bandera para la campaña demócrata de Barak Obama para la suspensión de la aprobación de los tratados. Los demócratas, con mayoría en el Senado, han asegurado además que el TLC con Colombia no beneficia a los trabajadores de su país.

Obama, quien fue apoyado mayoritariamente por los sindicalistas de su país (69 por ciento), también ha reiterado su preocupación por los derechos de los sindicalistas en Colombia.