Antioquia
Atención: liberaron a un niño y dos mujeres, secuestrados por el Clan del Golfo en Antioquia
Las dos adultas fueron identificadas como Valeria Pérez Estrada, de 20 años, y Dina Dirley Pérez Amariles, de 26 años; esta última tiene tres meses de gestación.
El departamento de Policía Antioquia confirmó en la mañana de este 30 de diciembre que ya fueron liberadas las dos mujeres y un menor de edad que habían sido secuestrados por integrantes del Clan del Golfo en el municipio de Liborina, Antioquia, mientras estaban a bordo de un bus que cubría la ruta Sabanalarga - Medellín.
El secuestro se había registrado en la vía que conduce del municipio de Sabanalarga hacia la ciudad de Medellín. Cuando el vehículo cruzaba por el sector de La Honda del municipio de Liborina, fue interceptado por sujetos que estaban fuertemente armados y que se presentaron como miembros del grupo que comandó alias Otoniel.
De acuerdo con la denuncia que reposa en la Policía Nacional, los delincuentes frenaron el recorrido del automotor con la seguridad de que sus objetivos estaban dentro. El menor de tan solo dos años y dos mujeres, una de ellas en embarazo, habían sido obligados a descender mientras los intimidaron con palabras de alto calibre, según los testigos.
Las dos adultas fueron identificadas como Valeria Pérez Estrada de 20 años y Dina Dirley Pérez Amariles de 26 años, está última tiene tres meses de gestación. Fueron sus parientes los que denunciaron en el municipio de Sabanalarga la extraña desaparición y, de inmediato, se extendió la alarma por los territorios que recorrió para encontrarlos. Efectivamente, las autoridades confirmaron que fue ayer en horas de la tarde, cuando se dieron cuenta de que estas personas habían sido liberadas y se encontraban en la Terminal del Norte. Sin embargo, están a la espera de que realicen una denuncia.
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Se conoció que la familia estaba retornando del municipio de Sabanalarga hacia la capital del departamento luego de participar en las exequias de dos integrantes de su núcleo cercano, quienes murieron violentamente en medio de confrontaciones armadas protagonizadas por supuestos grupos delincuenciales en esa zona de Antioquia.
Se trata de Wilson Andrés Pérez Amariles, de 23 años, y Diego Albertos Pérez Amariles, de 19 años. De acuerdo con la información que llegó a la Policía Nacional, ambos fueron dados de baja por sujetos desconocidos tras señalarlos como integrantes de uno de los brazos ilegales de las disidencias de la Farc, así lo expresó la familia al denunciar el caso.
Aunque el secuestro apenas es materia de investigación, los uniformados que están a cargo del estudio revelaron que hay altas hipótesis de que las tres personas estuvieron bajo el poder de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y que podrían estar motivadas por la supuesta relación que tendrían los allegados de las víctimas con las disidencias de las Farc.
“El sitio donde se presume que fueron interceptadas estas personas y el menor de edad tiene alta injerencia el grupo armando ilegal AGC, subestructura Edwin Román Velásquez Valle, al mando de un sujeto conocido con el alias de Chicharro, presunto cabecilla de la zona del occidente antioqueño”, se lee en el informe conocido por SEMANA.
Apenas conocieron este caso, las autoridades realizaron un consejo de seguridad extraordinario, donde definieron la estrategia que siguieron las autoridades para dar con el paradero de las víctimas.
Cierran bomba de gasolina en municipio de Antioquia por intimidaciones criminales
En el municipio de Nariño, Oriente antioqueño, la situación de orden público se ha vuelto tensa por cuenta de grupos armados que están generando zozobra en la población. Por ejemplo, una de las bombas de gasolina de la zona urbana se encuentra cerrada por las intimidaciones de estos grupos delincuenciales.
Así las cosas, a los habitantes de este municipio les toca ir a otra estación ubicada en la vereda El Recreo, en la vía hacia La Dorada, Caldas, casi en un camino de trocha para poder abastecer sus vehículos de combustible. Esta situación tan tensa había iniciado el pasado miércoles, cuando empleados de este negocio recibieron mensajes donde los amenazaban de cerrar, o si no podrían ser víctimas de un ataque que llevaría a la explosión del lugar.