Onu revela crisis de democracia en América Latina

El informe, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), fue presentado ayer en Lima. Midió la percepción de democracia en 18 países de esta parte del continente entre los que estuvo Colombia y el resultado no fue alentador. Abarcó, además, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Aunque en las últimas décadas Latinoamérica ha logrado constituirse como uno de los únicos continentes cuyos países son democráticos, el giro hacia el autoritarismo es cada vez más evidente. Además la pobreza y desigualdad es cada vez peor.

El informe reveló que un 54,7 por ciento de los consultados en la región prefería un régimen autoritario a uno democrático en el 2002, con tal de ver un cambio en la situación económica del país.

"Esto es lamentable... La solución para los problemas de América latina no reside en un regreso al autoritarismo, sino en una democracia más profunda y consolidada", dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, a través de un video presentado en el lanzamiento del informe.

El estudio resaltó la crisis de gobernabilidad que enfrentan algunos países. Desde el año 2000, cinco presidente electos de los 18 países analizados se vieron obligados a renunciar (en Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y Haití) antes de concluir sus mandatos, como consecuencia de una pronunciada caída de apoyo popular o en medio de fuertes protestas y escándalos. Además, Venezuela vive en tensión política por un agudo enfrentamiento entre el presidente Hugo Chávez y la oposición que pide su renuncia.

Así mismo, en Perú, el gobierno del presidente Alejandro Toledo enfrenta la desaprobación de 8 de cada 10 peruanos por escándalos y acusaciones de corrupción en su entorno, que desde noviembre causaron la renuncia de cuatro ministros y un vicepresidente.

El Pnud resaltó además las cifras que demuestran que los latinoamericanos se hacen los de la vista gorda con algunas políticas que atentan contra la democracia, a cambio de cambios superficiales. Según el informe, el 41,9 por ciento de entrevistados está de acuerdo con pagar el precio de cierto grado de corrupción en sus gobiernos con tal de que las cosas funcionen.

El texto pone como ejemplo la situación de Colombia, donde las políticas hasta cierto punto antidemocráticas -indica el Pnud- tienen gran aceptación del pueblo colombiano, hasta tal punto que se está estudiando la posibilidad de reelegir a Uribe Vélez.