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Presidente boliviano denunció conspiración en su contra

Martes 14, 8:30 horas. El primer mandatario boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada aseguró que las protestas organizadas para derrocarlo obedecen a una conspiración en la que estaría involucrada la guerrilla colombiana. Se prevé otro día de disturbios.

13 de octubre de 2003

El primer mandatario habló ayer con la cadena CNN en Español sobre las revueltas protagonizadas por un amplio sector del pueblo que pide su renuncia. El desorden que se venía gestando tuvo su climax el pasado domingo, cuando murieron al menos 12 personas en medio de protestas, bloqueos y enfrentamientos con las autoridades.

Sánchez de Lozada aseguró que no renunciará y que detrás del pueblo hay una conspiración gestada desde el extranjero. Según él, entre los conspiradores se encuentran el grupo extremista peruano Sendero Luminoso, la guerrilla colombiana y organizaciones no gubernamentales, cuyos fondos estarían siendo empleados "con fines subversivos".

Además señaló que está abierto al diálogo con los dirigentes opositores, pero rechazó la posibilidad de reunirse con el diputado y líder cocalero, Evo Morales. "Él está llamando a la rebelión y está pidiendo mi renuncia", sostuvo. "Hay gente que quiere terminar con la democracia en Bolivia e imponer una dictadura de tipo sindical".

Horas antes de la entrevista, Sánchez de Lozada dijo en un discurso por radio y televisión que no renunciará y que restablecerá el orden en las ciudades de Bolivia que enfrentan un clima de convulsión.

Además anunció que se suspendían los planes de exportación de gas a nuevos mercados tras los violentos disturbios y la represión militar ocurrida durante el fin de semana en la ciudad de El Alto, contigua a La Paz, donde las autoridades impusieron el estado de sitio.

Y agregó que la venta externa del hidrocarburo no se efectuará, "mientras no se realicen consultas sobre este recurso", para lo cual dispuso que se inicie "un inmediato proceso de diálogo entre los bolivianos y otros debates con organizaciones de la sociedad civil, que deberán concluir el 31 de diciembre del 2003".

El proyecto de cancelación de exportaciones es el detonante de las protestas, que se concentraron en el rechazo de un proyecto para exportar gas, la principal riqueza natural de Bolivia, a mercados de América del Norte por un puerto de Chile.

Bolivia rompió relaciones con Chile en 1978, a raíz de un diferendo derivado de una guerra de 1879 en que el país perdió su litoral a manos de su vecino. Desde 1998 vende gas natural a Brasil, en un contrato que deberá prolongarse por 30 años y no debe absorber más de 7 billones de los 54,8 billones de pies cúbicos que la nación, la más pobre de América del Sur, tiene como reservas probadas y probables de ese recurso.

Una copia del decreto fue supuestamente enviada a cada uno de los líderes cívicos, sindicales, vecinales y gremiales de El Alto, una ciudad de 800.000 habitantes que forma parte de la zona metropolitana de La Paz.

El gobierno denunció el sábado que líderes opositores, encabezados por el dirigente cocalero Evo Morales, se embarcaron en un proceso sedicioso con el propósito de desencadenar un golpe de Estado en Bolivia.