Se debe votar por el menos malo y por el menos feo.

Se debe votar por el menos malo y por el menos feo.

La referencia al menos malo obedece única y exclusivamente, y es mi óptica personal, al candidato que verdaderamente sea independiente, sin ataduras a Jefes políticos; que tenga capacidad de decisión; que sea líder y tenga don de mando; que esté alejado del clientelismo y, por ende, menos contaminado; sin vínculos estrechos con la clase política corrupta ni con paramilitares, y que son muchos; que en su prontuario político no queden máculas aun sin limpiar o despejar; que no sea pendenciero y prepotente; que respete la normatividad y las instituciones, como también a sus conciudadanos; que los Derechos Humanos sean respetados y hagan parte del programa de gobierno y que se comprometa con el país de a pie a liderar las grandes reformas que se necesitan, así tenga que recurrir al Estado de Opinión. En cuanto a lo feo, me refiero a lo inmoral, vergonzoso, indecente, indecoroso, sucio, etcétera, aunque también es bueno de vez en cuando tener en cuenta los rasgos morfológicos, estos reflejan, casi siempre, sus genes y, por ende, su personalidad.

Semana
8 de mayo de 2014

Se debe votar por el menos malo y por el menos feo.

En este escrito quedan excluidas las féminas que están en la contienda del próximo 25 de mayo por la presidencia de Colombia, por obvias razones: no hay mujer fea y no veo la más mínima opción de que estén en la segunda vuelta electoral. No obstante tener las dos gran capacidad y formación académica, no hay que olvidar que este país es “machista” y cobarde.

La referencia al menos malo obedece única y exclusivamente, y es mi óptica personal, al candidato que verdaderamente sea independiente, sin ataduras a Jefes políticos; que
tenga capacidad de decisión; que sea líder y tenga don de mando; que esté alejado del clientelismo y, por ende, menos contaminado; sin vínculos estrechos con la clase política corrupta ni con paramilitares, y que son muchos; que en su prontuario político no queden máculas aun sin limpiar o despejar; que no sea pendenciero y prepotente; que respete la normatividad y las instituciones, como también a sus conciudadanos; que los Derechos Humanos sean respetados y hagan parte del programa de gobierno y que se comprometa con el país de a pie a liderar las grandes reformas que se necesitan, así tenga que recurrir al Estado de Opinión.
En cuanto a lo feo, me refiero a lo inmoral, vergonzoso, indecente, indecoroso, sucio, etcétera, aunque también es bueno de vez en cuando tener en cuenta los rasgos morfológicos, estos reflejan, casi siempre, sus genes y, por ende, su personalidad.

Voy a recurrir a la matriz DOFA (Debilidades, Oportunidades, Fortaleza y Amenazas) como herramienta de análisis para acercarme al máximo a los candidatos presidenciales: Enrique Peñalosa Londoño, Juan Manuel Santos Calderón y Óscar Iván Zuluaga Escobar, y poder escudriñar un poco sus fortalezas y debilidades, diferencias internas, y procurar señalar de manera objetiva y realista sus oportunidades y amenazas respecto al entorno.

El candidato Peñalosa Londoño, es una persona de buena formación de cuna y de alto linaje, de excelente formación académica, de grandes principios éticos y morales, demócrata social como pocos, demostró ser un gran ejecutor y gerente cuando fue Alcalde de Bogotá, conoce muy bien el manejo de la cosa pública, defensor del espacio público y del ecosistema, de ideas innovadoras de avanzada, es independiente y no tiene “ventrílocuo”, enemigo acérrimo del clientelismo politiquero corrupto, no se le conoce amistades de dudosa ortografía, impulsivo y de carácter recio, pero respetuoso, con sobrada capacidad de decisión, poco amigo de oír porque se sobrepone su ego. 
Por lo anterior, creo sinceramente que es la persona más indicada para gobernar este país de cafres, y, dada sus condiciones personales, es el que puede sacar avante las reformas que se solicitan a gritos, y en caso de no tener eco en el parlamento, que es lo más seguro, recurrir al Estado de Opinión, no tiene ataduras con las altas cortes ni con la fiscalía ni procuraduría ni con el legislativo, que son los centros de acopio de la impunidad y de la corrupción y punto de partida hacia toda la putrefacción.
Es la mejor opción que tienen los colombianos de salir de esta cloaca en la que nos tienen sumergidos una minoría dominante de corruptos.

El presidente Santos Calderón, de las mismas condiciones de cuna y linaje que Peñalosa Londoño, un poco menos en lo académico, le cabe el país en la cabeza, el manejo económico que le ha dado al país es acertado, ha tenido buenas ideas: acabar con la violencia a través del diálogo y restituir a las víctimas y tuvo el coraje para reconocer el conflicto armado interno, muy opaco en la selección de sus colaboradores, muy regular en las ejecutorias, su capacidad decisoria es endeble, es amigo de reversar sus determinaciones y tiene como  premisa de que “sólo los imbéciles no cambian de parecer”, tuvo el cinismo de postular para el cargo al actual Fiscal General, después del escándalo de la defraudación a la salud por parte de SaludCoop, es responsable, por su pasividad, de la reelección del Procurador General, ha sido el gobernante que más ha alimentado la clientela corrupta en procura de su reelección. Se ha convertido en un incondicional de las otras dos ramas del poder público. Hasta el momento no se ha aclarado las travesuras de su íntimo J.J.Rendón, con el lío de US$ 12 millones.
Es por ello, que no merece ser reelegido.

Óscar Iván, de cuna humilde y pueblerina, de menos linaje que los anteriores, de buena formación académica, sin tener la de avanzada de Peñalosa. Es el candidato a la primera magistratura por el Partido Centro Democrático, mejor dicho, es el candidato de Álvaro Uribe, en aquel depositó su confianza y esperanza para volver realidad sus recónditos anhelos y con la plena seguridad y conocimiento de causa de que no será objeto de una segunda felonía. Una vez ungido por Uribe en la Convención, Zuluaga reafirmó que desde hace 15 años es un enamorado de las ideas de su Jefe Uribe, las cuales prometió seguir al pie de la letra: “seré un buen alumno nunca lo defraudaré en este recorrido político (…) iré al frente del debate para recuperar el rumbo y poner a Colombia a pensar en grande”.  

De esta lectura, se infiere sin equívocos de una reencarnación en vida del Álvaro en el buen Iván. Tendremos a un Uribe para largo rato, cuatro años de interregno con agotadoras jornadas como ventrílocuo, en este lapso se reforma el “articulito” y segunda reelección y entronización del príncipe a perpetuidad.

Y se inicia el 8 de Agosto extendiéndose muchas “cuentas de cobro” por concepto de las “verdes y las maduras”, se reinicia la aplanadora de la seguridad democrática y empieza el plomo “ventiado” y los falsos positivos por doquier y las recompensas a granel, se fortalece el órgano de inteligencia con hackers de máxima experiencia, empiezan los desafueros, las diatribas y los insultos a Raimundo y todo el mundo, y volvemos al flagelo de sus interminables y aciagos últimos 4 años. Y la historia se repite, como si no la conociéramos.

El pupilo de Uribe no tiene un lado oscuro como afirmara León Valencia en su columna habitual en la Revista Semana, de noviembre 2 de 2013. Óscar Iván tiene un lado azul casi negro que no ha podido explicar a satisfacción, así trate de desgañitarse, veamos: fue elegido Senador en el 2002 por el Movimiento Convergencia Cívica, junto a Carlos Clavijo y Rocío Arias, reconocidos a nivel nacional por su paramilitarismo, aun no hay explicación satisfactoria; su amistad política con Maribel Galvis, nuera de Ramón Isaza, jefe paramilitar del Magdalena Medio, la justifica en que no tenía idea de sus vínculos, sin embargo en todo el Oriente caldense esa dama era más conocida que Renán Barco; no hay claridad sobre la destitución del Superintendente Financiero, Augusto Acosta, a quien destituyó cuando era Minhacienda, y que facilitó la permanencia de Juan Carlos Ortiz en Interbolsa, siendo uno de los protagonistas de su quiebra. Y ahora para completar, resultó su campaña política involucrada, junto con Luis Alfonso Hoyos, con una oficina de espionaje. ¡Qué tal esto!

Ante estos señalamientos por parapolítica Zuluaga respondió: “Esto no se trata de una opinión. No. Es un hecho de mayor trascendencia: la verdad judicial, y esta me absolvió de cualquier señalamiento”- Revista Semana, agosto 6 de 2013- En efecto, la Fiscalía dictó Auto Inhibitorio, pero resulta que esta clase de Autos ni precluyen ni absuelven al sindicado, no hacen tránsito a cosa juzgada, no expiden Paz y Salvos judiciales, o sea, dejan en stand by el proceso hasta que se recauden pruebas más contundentes para proseguirlo. 

Para reflexión de muchos, el 5 de noviembre de 2013, La W de Sánchez Cristo, entrevistó a Óscar Iván Zuluaga y a León Valencia y en la cual la referencia se centraba en el artículo de Valencia en Semana: El lado oscuro de Óscar Iván Zuluaga.

El candidato del Centro Democrático, sostenía de manera enfática, como ocurrió con todos los políticos que están presos, que jamás han tenido el más mínimo roce con ningún paramilitar. Y como dijo León Valencia, para no perder de vista las referencias del candidato Zuluaga, invito a la opinión pública a leer con mucho cuidado esta crónica y, sobre todo, los graves comentarios de los foristas (abajo del artículo). Es de anotar, que muchos de estos notables foristas se negaron a rendir estas mismas declaraciones al C.T.I., grupo de apoyo de la Corte Suprema en investigaciones que se adelantaban en ese entonces por parapolítica en el Magdalena Medio.  La Patria, septiembre 1 de 2013. “26 años de intentonas contra Barco y Yepes”. 

Y, después, el electorado se rasga las vestiduras y con examen de conciencia y contrición de corazón, promete no volver a equivocarse con el voto, y esto viene ocurriendo cada cuatro (4) años en más de un siglo.

Manizales, Mayo 8 de 2014.
Marco Aurelio Uribe García.