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Alcaldes y gobernadores, apóyense en los veteranos

Estos hombres y mujeres estarán siempre dispuestos a acompañarlos en tan difícil tarea como es la de gobernar

24 de marzo de 2024

Aparte de los beneficios que otorga la Ley 1979 de 2019 a los veteranos de la Fuerza Pública y su núcleo familiar, es muy importante destacar el anuncio del alcalde de la capital de los colombianos, al expresarle al país que los militares y policías en retiro se vincularán a su “estrategia de seguridad”. Lo anterior, atendiendo la propuesta expuesta por el representante José Jaime Uscátegui y su hermano, el concejal Julián Uscátegui. Esta actividad se desarrolló en el auditorio del Palacio Liévano ante un numeroso grupo de veteranos, con los presidentes de cada una de las organizaciones que los agrupa y acoge.

Lo anterior es un precedente que desde ya marca un hito histórico en nuestro país y que fortalecerá, sin duda alguna, las tareas y también el propósito de robustecer la seguridad como un plan piloto, que no da espera a los demás alcaldes y gobernadores del país. Y también incluyo a los gobernadores porque esta fórmula, alcalde-gobernador, será muy importante en este ejercicio, que desde ya deberá ser una de sus banderas y que muy sagradamente deberán tomar en serio, ya que estos veteranos (hombres y mujeres), que sirvieron con amor, entrega, dedicación, consagración, sacrificio, abnegación y deseos de acertar le brindaron a nuestro país desde diferentes puntos geográficos, dando todo de sí, a cambio de nada.

Hoy, señores alcaldes y gobernadores, a esos hombres y mujeres nos acompaña el mismo sentimiento y queremos –desde el retiro– seguir sirviendo sin armas, sin uniforme camuflado, pero sí muy bien organizados, orientados y enmarcados en un plan claro, ceñidos a las leyes de la República y de esta manera seguir muy unidos construyendo país. La seguridad no solo se brinda al pueblo con armas, sino también con acompañamiento en otras tareas que sumadas fortalecerán el propósito final, la seguridad de sus habitantes y, lo más importante, el aseguramiento de los niños, que son los responsables en un futuro de seguir construyendo lo que por más de dos siglos hemos buscado con tanta pasión y trabajo duro: ver una Colombia próspera y pujante, ¡donde reine la tranquilidad y el respeto! Sí, y recuperar con mucha pedagogía esos importantes hábitos de convivencia como el respeto, la tolerancia, la cortesía. No debemos olvidar que nos toca enseñar y divulgar eso que aprendimos desde niños, y hablo de desarrollar valores como la modestia, la dignidad, la sencillez, la solidaridad y el patriotismo.

Apreciados alcaldes y gobernadores, estos hombres y mujeres, veteranos de la Fuerza Pública, estarán siempre dispuestos a acompañarlos en tan difícil tarea como es la de gobernar. Y les diré, sin temor a equivocarme, que ellos tienen una gran vocación de servicio acompañada de un ingrediente único, que es muy difícil de encontrar en estas épocas de tanta preocupación la actitud. Esa que siempre los acompañó en servicio activo y que hoy sigue intacta y que los acompañará hasta el último día de sus vidas. Entonces, hay que explotarla al máximo y tengan ustedes la plena confianza que tendrán personal con una disposición inquebrantable al trabajo, en el cual ustedes quieran ocuparlos para beneficio de la comunidad en la que sin duda alguna impactarán positivamente.

Qué bueno sería volver a enseñar lo básico, porque por dejarlo de hacer nos fue contaminando nuestra sociedad, nos fue cambiando la historia y desdibujando creencias y costumbres que eran realmente la base de nuestra cultura. Los principios y valores fueron y seguirán siendo las bases y cimientos en la formación de todos los que portamos una vez el uniforme militar y policial, y que hoy ya no lo portamos, pero siguen muy vigentes y estamos listos a seguir poniéndolos al servicio de los colombianos.

Cada alcalde, con el apoyo de los gobernadores, tendrá que mirar con lupa cómo los integran a la “estrategia de seguridad” diseñada en cada uno de sus planes de gobierno. Lo importante es tener claridad que el potencial de la reserva militar y policial es incalculable. Y es aquí donde tendremos que fortalecer la seguridad en los barrios, parques, colegios, escuelas, calles, centros comerciales, parques de atracción y demás lugares donde un veterano con su vasta experiencia y conocimientos adquiridos durante tantos años, bien uniformado de acuerdo a como lo disponga su alcalde –un jean, camisa blanca con el escudo de la alcaldía a un lado de la misma, una gorra con el mismo escudo que lo identifique como un hombre o mujer que forma parte de ese equipo que se suma a la seguridad desde la alcaldía municipal– serán cámaras humanas las 24/7 al servicio de cada municipio, con un celular o radio de comunicaciones que le permitirá tener una comunicación inmediata y efectiva con la Fuerza Pública y, por qué no, con las mismas empresas de vigilancia privada, para solucionar cualquier contingencia donde un veterano se encuentre sirviendo.

Colombianos, asimismo quiero expresarles en estas líneas que ya no me desgastaré más en criticar, que finalmente a lo único que nos lleva es a restar y, peor aún, a dividirnos más. Más bien me dedicaré a seguir ayudando a construir país. Y también a todo aquello que sume y multiplique, para de esta manera recuperar todo lo que en tan poco tiempo y delante de todos los veedores y ojos de los colombianos nos han ido quitando, para debilitarnos como nación. Eso sí, no vamos a claudicar en unir esfuerzos para evitar que a nuestro país lo traten de seguir llevando por caminos que jamás imaginamos recorrer. Los veteranos podemos realizar la labor pedagógica y de acción social integral que le han vedado a las FF. MM. Espacio que tan hábilmente han sabido ocupar los bandidos de las diferentes estructuras criminales con el silencio alcahueta del “gobierno”, que contribuye de esta manera a legitimar a quienes causaron todo tipo de daño a la población y buscan desdibujar la realidad. Mucho cuidado con eso. Por eso, corresponde a las Fuerzas Militares –desde el comando de educación y doctrina– seguir escribiendo la historia de nuestra institución bicentenaria y también buscar personas muy afectas y expertos historiadores que se sumen a este ejercicio de memoria histórica, para que en un mañana, no muy lejana, no se nos tilde de apátridas.

Finalmente, quiero expresarles a los señores alcaldes y gobernadores que el reto de recuperar lo perdido es grande, pero jamás será imposible cuando se unen la voluntad política municipal y departamental, así como también el deseo y las ganas de los veteranos de sumarse en esta maravillosa misión con tareas cívicas muy claras, que nos permitan estrechar ese vínculo histórico irrompible entre la sociedad civil y sus Fuerzas Militares y Policía Nacional. La Federación de Departamentos y la Federación de Municipios pueden unirse a esta propuesta que contribuye con la seguridad nacional y con ello, entre todos, construir un mejor país. Al fin y al cabo, ¡eso es lo que sabemos hacer!

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