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El otro Pennywise

No me quedan dudas de que si este diabólico personaje existiera en Colombia, no sería un payaso al estilo de Sthephen King, sino un viejito que, desde su cuenta de Twitter, pasaría todo el día, como un pastor desde su púlpito, lanzando sobre sus seguidores (es decir, sobre su rebaño) las directrices de cómo hacer infeliz a casi 50 millones de personas.

Joaquín Robles Zabala, Joaquín Robles Zabala
13 de febrero de 2019

La verdad, no sé si reír o llorar. No sé si estamos ante verdaderos payasos diabólicos como el Pennywise de It o, simplemente, ante un grupo de cínicos con poder. Lo grave del asunto no es que alguien a través de Twiter señale a las seguidoras de un político de izquierda de “putas”. Lo grave del asunto es que el “graznido” haya salido de la cuenta de un funcionario de un gobierno que hasta la fecha ha demostrado su incapacidad para detener el baño de sangre que corre por cuenta de los asesinatos selectivos de los líderes sociales.

No deja de ser curioso que el señor que acaba de recibir el premio “Oswaldo Payá: Libertad y Vida" por indignarse por lo que pasa en Venezuela, haya expresado sin sonrojarse que él no puede “garantizar la vida de todos los líderes sociales del país porque son muchos”. Uno se pregunta entonces si dichas declaraciones fueron pronunciadas por un payaso o por un oportunista que sigue un libreto establecido por una mente retorcida y febril y no por el presidente de un país que lucha por dejar atrás 60 años de muertes, secuestros y desapariciones.

Más de 120 líderes sociales tiroteados en los últimos tres meses es para el presidente de la República un dato menor. Quizá porque en este país con 30 millones de pobres nunca ha existe un conflicto bélico (como lo expresó ese “eminente filósofo” del Centro Democrático cuya única virtud ha sido ser el primo hermano del narcotraficante y asesino más grande que ha dado este pedacito de tierra bananera). Quizá porque recibir un salario de 900 mil  pesos nos convierte automáticamente en clase media, o porque en este país de ladrones de los recursos públicos y camándula en mano la pobreza sigue siendo el mejor camino para alcanzar ese cielo que nadie nos ha prometido y del que no estamos seguro si es solo una fábula más o un cuentecito bien tejido para distraer bobos, los mismos que creyeron (porque lo dijo el Mesías una y otra vez) que si un miembro de ese colectividad “política-religiosa” no llegaba a la Casa de Nariño, al día siguientes nos pasaría el desastre económico y social por el que atraviesa el país vecino.

Perdónenme, pero creo que hay que ser muy tarado para creer en partos de gallina. Hay que ser muy niño para que un viejo de 200 años crea en la existencia del coco, en ese Pennywise que cada determinado tiempo sale de su estado de hibernación para devorar la carne de imberbes que se alejan de casa. Sin embargo, no me quedan dudas de que si este diabólico personaje existiera en Colombia, no sería un payaso al estilo de Sthephen King, sino un viejito mafioso que, desde su cuenta de Twitter, pasaría todo el día, como un pastor desde su púlpito, lanzando sobre sus seguidores (es decir, sobre su rebaño) las directrices de cómo hacer infeliz a casi 50 millones de personas, empezando por aquellos que votaron convencidos de que nos íbamos a volver Venezuela, pero que ahora el Pennywise de carnitas y huesitos ha ordenado eliminar el subsidio de los servicios públicos del estrato tres y la eliminación del mismo para aquellos pobres diablos que desean tener la casa que siempre han soñado.

Twitter: joaquinroblesza

Email: robleszabala@gmail.com

(*) Magíster en comunicación

         

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