Home

Opinión

Artículo

Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario.

Opinión

Elecciones regionales en Colombia: escuchar a los jóvenes y proteger el voto

Los jóvenes, y especialmente las mujeres jóvenes, son quienes tienen menos oportunidades en el mercado laboral y a menudo se enfrentan a obstáculos como la falta de experiencia a la hora de encontrar trabajo.

Alejandro Cheyne
15 de julio de 2023

El próximo 29 de octubre, los colombianos tendrán la oportunidad de elegir a 1.102 alcaldes, 32 gobernadores y otras autoridades locales, que tendrán la responsabilidad de gobernar durante el periodo 2024-2028. Estos nuevos líderes deberán enfrentar los retos que heredan de sus antecesores, quienes tuvieron que lidiar con tres complejos desafíos: la emergencia sanitaria por el Covid-19, la reactivación económica tras la pandemia y la actual angustia económica que experimenta el país.

Los colombianos esperan que sus futuros representantes locales den soluciones efectivas a los problemas cotidianos que afectan su calidad de vida, tales como el acceso a la salud, la educación, la infraestructura y el empleo. Por esta razón, más que una filiación partidista, buscan a un mandatario con capacidad de gestión, comprometido con el bienestar de su comunidad y dispuesto a enfrentar el flagelo de la corrupción.

Una buena noticia en este contexto es que los jóvenes, que son el grupo social con mayor potencial para influir en el rumbo en los comicios, están decididos a votar. Así lo estableció la séptima versión del estudio “¿Qué piensan, sienten y quieren los jóvenes en Colombia?”, liderado por la Universidad del Rosario: 75 de cada 100 jóvenes de entre los 18 y 32 años manifiestan que ejercerán su derecho al voto en las elecciones regionales de este año. Además, depositan su confianza en la Registraduría Nacional como una institución garante de la transparencia y la legalidad del proceso electoral. Con un 55 %, es la tercera institución en la que más confían, solo superada por las universidades públicas y las privadas.

Estos datos muestran el interés y la confianza de los jóvenes en la democracia y en su capacidad para incidir en las decisiones públicas. Que nuestros jóvenes quieran participar en los procesos democráticos a través del voto significa que, pese a las dificultades que enfrentan al ser el grupo poblacional que más sufre problemáticas como el desempleo, creen en las instituciones y están comprometidos con sus derechos y obligaciones como ciudadanos.

Los jóvenes, y especialmente las mujeres jóvenes, son quienes tienen menos oportunidades en el mercado laboral y a menudo se enfrentan a obstáculos como la falta de experiencia a la hora de encontrar trabajo. Además de sus preocupaciones por la falta de empleo y de educación, a los jóvenes también les inquieta su seguridad: consideran que el problema que más los afecta es la inseguridad en las calles (57 %).

Las mediciones realizadas por la Universidad del Rosario nos muestran que los jóvenes demandan respuesta a los problemas que los afectan y que no están dispuestos a conformarse con la realidad actual. Por el contrario, buscan participar en las decisiones públicas para generar transformaciones, quieren votar y están dispuestos a movilizarse de forma pacífica para manifestar sus sueños.

Sin embargo, no todo es positivo. Lamentablemente, en algunos municipios del país la violencia ha incrementado y, como lo revela un análisis de la Misión de Observación Electoral, se han registrado cientos de hechos violentos contra líderes políticos, sociales y comunales: 320 casos entre el 29 de octubre de 2022 y el 29 de mayo de 2023, lo que representa un aumento el 37 % en comparación con el mismo periodo electoral del 2019.

Corresponde al Gobierno nacional, que por mandato constitucional tiene la responsabilidad del orden público, y a la fuerza pública garantizar la libertad de los ciudadanos para ejercer su derecho al voto y las condiciones de seguridad para que los candidatos puedan exponer sus propuestas.

La jornada electoral que se avecina es una oportunidad para fortalecer la democracia y las instituciones del país, pero también para escuchar a los ciudadanos en sus angustias, sueños y preocupaciones. No podemos defraudar a nuestros jóvenes. Los candidatos a alcaldías y gobernaciones, así como quienes aspiran a las asambleas y concejos, deben incorporar en sus propuestas respuestas a las inquietudes de los jóvenes, quienes han demostrado su compromiso con la construcción de un nuevo país.

Noticias Destacadas