
Opinión
En memoria de quienes no regresaron a casa: un llamado por la seguridad vial
Que cada viaje, inicie y termine con la certeza de regresar, porque ninguna familia debería volver a recibir esa llamada.
Nadie está preparado para recibir la llamada con la noticia de que un hijo, una pareja, un padre o un amigo no volverá a casa por un siniestro vial. Es una tragedia que irrumpe sin aviso y lo cambia todo. Quienes han pasado por ello repiten una frase que se vuelve común en el dolor: ‘Mi vida cambió en un instante’. Detrás de esa vida que se apagó había sueños, historias y afectos que se interrumpen para siempre.
Cada tercer domingo de noviembre, fue declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas como el Día Mundial en Memoria de las Víctimas de Siniestros Viales, honramos esas vidas que se apagaron antes de tiempo. Una fecha que nos recuerda que la seguridad vial es una responsabilidad compartida. Es probable que en este momento cualquier persona que esté leyendo estas líneas tenga un nombre en la memoria, por esta razón no hablamos de cifras, hablamos de historias.
En Bogotá, no somos indiferentes a ese dolor. Durante 2024, fallecieron 573 personas y más de 22 mil resultaron lesionadas por siniestros viales. En lo corrido de 2025, 470 personas han perdido la vida. Tragedias que pudieron evitarse.
Desde la administración del alcalde Carlos Fernando Galán trabajamos para cambiar esta realidad que nos duele como ciudad, combinando acciones de infraestructura, control y comunicaciones. Una de ellas es la instalación de 141 resaltos en vías arteriales que hemos realizado desde el año 2024. Son intervenciones silenciosas pero efectivas, ya que su diseño permite que los vehículos reduzcan la velocidad de forma progresiva.
Estas intervenciones se complementan con las cámaras de fotodetección, que han mostrado resultados contundentes, pues en los lugares donde están instaladas, las muertes y los siniestros graves se han reducido casi en una tercera parte. Además, reforzamos estas medidas con operativos permanentes y presencia en la vía para reiterar que el exceso de velocidad sigue siendo la principal causa de muerte y lesiones graves en las vías.
Este mensaje también lo reforzamos con la segunda entrega de la campaña: ‘El exceso de velocidad mata. Respeta el límite’, presentada este año y dirigida especialmente a motociclistas, uno de los actores más vulnerables en la vía y quienes más fallecen, en particular hombres entre los 20 y 29 años. El objetivo de esta campaña es prevenir siniestros viales y generar conciencia sobre el riesgo mortal de conducir por encima de los límites permitidos.
Pero nuestro compromiso va mucho más allá de la presencia en las vías. En el Centro de Orientación para Víctimas de Siniestros Viales (Orvi) de la Secretaría de Movilidad, brindamos acompañamiento integral. Desde el 2020, hemos orientado a 3.533 personas, 2.990 víctimas directas y 543 indirectas, fortaleciendo redes de apoyo, procesos de duelo y resiliencia, porque nadie debería enfrentar estas situaciones en soledad.
Hago un llamado a toda la ciudadanía a reflexionar sobre la importancia de la seguridad vial y a comprometernos en la reducción de las muertes y lesiones en nuestras vías. Cada decisión en las vías, como respetar los límites de velocidad, cumplir las normas de tránsito y conducir con empatía puede salvar vidas.
Que cada viaje, inicie y termine con la certeza de regresar, porque ninguna familia debería volver a recibir esa llamada.
