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La masacre contra el partido Farc

El 2019 será un año pasado por sangre. A medida que avance la justicia transicional y la jornada electoral de octubre se acerque, la intensidad de la violencia se incrementará. A pesar de que esta tendencia la he denunciado por meses, el gobierno no ha hecho nada, solo anuncios, ruedas de prensa y declaraciones, nada más.

Ariel Ávila, Ariel Ávila
26 de junio de 2019

Desde la firma del acuerdo de paz han sido asesinados 133 excombatientes del partido Farc, además de 11 desaparecidos y más de una decena de familiares de excombatientes asesinados, una verdadera masacre. De este número, en los últimos días, han sido asesinados cuatro excombatientes, y todo indica que a pesar de las medidas tomados por el Gobierno nacional la masacre no se detendrá. De hecho, cada día la violencia se intensifica más. Toda esta masacre nos hace recordar lo que pasó con la Unión Patriótica y los peores años de la violencia política. Sin embargo, las cosas han cambiado y lo cierto es que las hipótesis que se manejan sobre estos asesinatos serían tres.

En primer lugar, habría un grupo de estos excombatientes que los están asesinado por su negativa a reincidir. Diferentes organizaciones criminales, como el Clan del Golfo y las propias disidencias, están contactando excombatientes, les ofrecen dinero y les ponen diferentes condiciones para permanecer en el territorio. Una gran mayoría de los reincorporados se niega, es en ese momento, cuando ocurren los homicidios. A los combatientes de base les están ofreciendo 2 millones de pesos, a algunos mandos medios hasta 10 millones de pesos mensuales y a mandos importantes hasta 25 millones de pesos. Recientemente, ante la guerra entre el Clan del Golfo y diferentes organizaciones criminales en zonas como el Bajo Cauca antioqueño y sur de Córdoba, los explosivistas han sido buscados con prioridad, al igual que los que pertenecían a las fuerzas especiales de la exguerrilla de las Farc.

Un segundo grupo de excombatientes habría sido asesinado por temas de venganza. Al parecer familias que sufrieron hechos victimizantes por parte de las Farc estarían pagando para cobrar venganza.  Este grupo, no se sabe qué tan alto es, al menos hay indicios de esta motivación en tres de los casos, en todo caso aún falta mucho por investigar. 

Un tercer grupo son asesinados por motivaciones políticas. En este caso no se trata de una motivación por competencia electoral, sino más bien por filiación ideológica. Es decir, el hecho de ser de izquierda, de haber pertenecido a un grupo alzado en armas y que promueven un modelo de sociedad diferente al de la mayoría, los hace blanco de los ataques. Aquí el punto central es que la polarización, posiblemente, ha incentivado este tipo de violencia política. 

Más allá de la motivación, lo cierto es que la ausencia de judicialización de los responsables de estos hechos, la indiferencia social y, sobre todo, un gobierno que tiene funcionarios que satanizan, estigmatizan y que promueven la polarización y violencia contra este grupo poblacional, permite cierta autorización local para cometer estos crímenes. Esta situación lleva a que, en las regiones, exista un “envalentonamiento” de algunos sectores sociales y políticos para cometer este tipo de crímenes. Así, la sensación de impunidad, el sentir que a pesar de que asesinen no va a pasar nada, y una complacencia ante la ausencia de estrategias para contener este fenómeno son los grandes motores de estos crímenes.  

Por parte de la sociedad colombiana hay una gran indiferencia, la cual se mezcla con sentimientos de venganza social. El gran problema es que una sociedad donde cada cuatro días se asesina un líder social, donde los que deciden hacer la paz son masacrados, difícilmente contará con una democracia saludable.  A esto se le suman los datos de violencia política que son más que increíbles. 

El 2019 será un año pasado por sangre. A medida que avance la justicia transicional y la jornada electoral de octubre se acerque, la intensidad de la violencia se incrementará. A pesar de que esta tendencia la he denunciado por meses, el gobierno no ha hecho nada, solo anuncios, ruedas de prensa y declaraciones, nada más. 

  

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