Potencia mundial derrochona

El cuento de la olla dizque raspada que dejó el expresidente Iván Duque se desmiente por sí solo cuando se revisa el escandaloso desperdicio de recursos de los colombianos que ocurre día tras día en el gobierno del “cambio”.

La última noticia de gastos exagerados corrió por cuenta de la primera dama de la nación, Verónica Alcocer. En este caso, La Silla Vacía informó que la esposa de Petro (quien no detenta cargo público alguno) se había gastado alrededor de 1.000 millones de pesos en 2023 para la contratación de servicios de maquillador, fotógrafo y coreógrafo/masajista personal, además de jugosos honorarios para una supuesta mejor amiga. ¿Cuál será la justificación de este desperdicio que va en contravía de la propia circular de austeridad que emitió el primer mandatario? ¿Por qué deben los contribuyentes pagar los servicios estéticos de la esposa del presidente? ¿Están los impuestos de todos financiando la campaña 2026 de la primera dama? ¿Qué otros gastos de la esposa del mandatario se están financiando con recursos públicos? Como la señora Alcocer no tiene cargo público alguno, ¿quién verifica sus éxitos y logros en sus viajes y misiones?

La respuesta del presidente: un cómplice silencio que contrasta con sus alaridos altisonantes cuando, desde la oposición, cuestionaba cada gasto que consideraba exagerado.

Y en materia de derroche, el mismo presidente rompió récords en cuanto a viajes internacionales se refiere. De acuerdo con las revelaciones de la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, el presidente Petro se gastó casi 19.000 millones de pesos (más de 52 millones de pesos diarios) en sus 33 paseos internacionales de 2023, en los que desarrolló su agenda planetaria dirigida a combatir el uso de los combustibles fósiles y el peligro que ello conlleva para la extinción de la especie humana. Eso sí, en una muestra de incoherencia extrema con su causa, Petro se trasladó a cada uno de estos viajes en su muy contaminante avión presidencial y con una comitiva acorde con el tamaño de su ego.

En 2024, siguió siendo noticia la vicepresidenta y ministra de la Igualdad, Francia Márquez, quien tampoco decepcionó en lo que se refiere al índice despilfarrador del gobierno del “cambio”. En la última semana se conoció que su recién creado ministerio arrendará oficinas por más de 231 millones de pesos mensuales (2.700 millones de pesos por año). Respecto de este gasto, las preguntas sin respuesta se multiplican: ¿cuáles son los resultados de política que ha generado ese ministerio en materia de igualdad? ¿Cómo se están evitando las duplicaciones de funciones con entidades como el DPS, Colombia Joven, ICBF y tantas otras que parece que hacen lo mismo? Además de sus polémicas giras tour por todo el planeta, ¿qué resultados concretos ha generado la vicepresidenta? Para sus muy destacados resultados, ¿necesita dos despachos en una ciudad en la que no vive y a la que se ve “obligada” a ir todos los días en helicóptero? ¿Tendrá su nuevo despacho el helipuerto que este capricho necesita?

Y mientras el Gobierno derrocha, los colombianos contemplan con estupor los fracasos y las mentiras de la “potencia mundial”. Por ejemplo, los Juegos Panamericanos fueron cancelados por Panam Sports debido a los incumplimientos de este Gobierno mala paga. Se desgañitan diciendo ser los defensores de la juventud, pero, a la hora de apoyar el deporte, la avaricia y soberbia ganan la partida. Eso sí, no habrá Juegos Panamericanos, pero por cuenta de una denuncia de Daniel Briceño, concejal de Bogotá, se conoció que el Ministerio del Deporte, al cierre de 2023, giró sin mayores explicaciones ni fundamentos técnicos más de 20.000 millones de pesos a 121 Juntas de Acción Comunal para dizque el mejoramiento de espacios deportivos. ¿Quién supervisa la ejecución de estos recursos? ¿Son también recursos para la campaña “progre” con miras a las presidenciales de 2026?

Siguiendo la misma línea de austeridad y respeto por el medioambiente del “cambio”, el elegantísimo canciller, Álvaro Leyva, mandó decir que los carros de la entidad (con apenas seis años de uso) están muy viejos. Entonces, en medio de un periodo de inflación y casi de recesión, el flamante ministro gastó más de 6.000 millones de pesos en atender su capricho de tener 31 camionetas nuevas. ¿La circular de austeridad de Petro? Pues, ya saben…

Es al menos una indelicadeza que, en medio de las alzas más exageradas a la gasolina, una reforma tributaria, una inflación que no se detiene y una calidad de vida que se va deteriorando, el Gobierno les enrostre a los contribuyentes miles de millones de pesos en gastos inútiles o que responden al ego y al capricho de esta “potencia mundial del derroche”.

Y mientras los colombianos digerían todos estos hechos de la primera semana de 2024, a Nicolás Petro, hijo del presidente y una de sus manos derechas en la campaña presidencial, le imputaron cargos por lavado de activos y enriquecimiento ilícito por haber recibido dinero de narcos y, según la propia confesión de Nicolás, haber entregado una parte a la campaña de su papá. Petro Jr. (que tenía sueldo de diputado de algo más de 17 millones de pesos mensuales) gastaba a manos llenas los recursos que conseguía de la corrupción y fue incapaz de justificar el gasto de más de 1.000 millones de pesos en solo seis meses.

Pero como el que nunca ha producido un peso cree que la plata crece en los árboles, Petro anunció que a su violenta reforma tributaria de 2022 hay que hacerle una reforma. Es decir, se vienen más impuestos para agotar a una ya menguada clase media. Sin duda, el gobierno potencia de “vida” tiene dos objetivos: destruir la clase media y derrochar por todo el mundo. Por cierto, presidente Petro: buen viaje para usted y su comitiva a Guatemala y Suiza esta semana.