OPINIÓN ONLINE

¡Inspírame y te creo!

Las nuevas generaciones no aceptan tan fácilmente a la autoridad. Los jóvenes hoy retan todo el tiempo el statu quo y piden a gritos cambios y evolución en sus líderes.

Claudia Varela
6 de noviembre de 2016

Las antiguas generaciones antes recibían un “porque no” como respuesta y solo los más osados eran capaces de hacer la contrapregunta famosa. Pero, ¿por qué no?, en cuyo caso se recibía un excelente y muy bien fundamentado "por qué sí".

Igual así crecimos y de alguna manera el respeto a la autoridad era el máximo. En este momento la autoridad, si hablamos organizacionalmente, no se impone, no se obliga, más bien se gana. Las empresas tienen que dinamizarse y entender que hoy los equipos piden y exigen autoridad ganada, liderazgo por el ejemplo y una palabra clave que está de moda y de tanta moda me preocupa que pierda la esencia… piden líderes que inspiren.

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Pero, ¿cómo inspirar a equipos multidisciplinarios? ¿Diversos? ¿Con intereses diferentes y sueños en sitios disímiles?

El concepto de inspiración se basa en una fuerza superior que se aporta a una persona. Por tanto podemos decir que es un estímulo espontáneo que surge en el interior de un artista o creativo. La inspiración no llega con esfuerzo. Solo fluye, aparece. Podemos recordar la inspiración artística, la cual se origina en la cultura helénica, donde existía la figura de la “musa” que era la Diosa que llevaba a los artistas a realizar excelentes composiciones.

Pero los líderes son humanos, no musas. Y la única y mejor manera de inspirar es ser más humanos, más reales…menos de sueños más de verdades, menos de auditar y más de acompañar, menos de criticar y más de construir. Los líderes que quieren ser solamente protectores sin exigencia tampoco resultan siendo los más inspiradores, seguro populares y receptores de cariño, pero no los mejores para conducir a su equipo.

Un líder que sea auténtico y se muestre genuino llama más la atención de su equipo. En una de mis clases hace poco (llena de nuevas generaciones y de futuros grandes gerentes) les dije que escogieran líderes que los inspiraban. Me sorprendió y me gustó muchísimo que la mayoría escogió líderes que trascendían, no millonarios empresarios exitosos solamente sino más bien personajes como Papá Jaime, Malala, Mandela y otros líderes sociales.

Esto muestra que el tema no está solo en grandes salarios y status. Los chicos de las nuevas generaciones quieren y buscan construir un mejor mundo, trascender, cumplir sus sueños. Hoy todos buscamos la felicidad o ser felices, antes esto no se buscaba, se alcanzaba y se asumía si se tenían los patrones básicos de dinero, hijos, esposa/o. Hoy es distinto, la diversidad hace que cada uno pueda perseguir un sueño diferente sin ser juzgado por eso.

Es por esto que para inspirar y ser un líder real hay que tener por supuesto la parte técnica, el conocimiento estratégico, el entendimiento de cómo cruzan unas variables y otras, pero lo más importante es ser real, genuino y lo más feliz que se pueda. Hoy los equipos miran a sus líderes con una mirada un poco más fuerte pero a la vez más dulce y buscan algo en sus ojos… una musa, algo que diga…eyy ¡Inspírame y te creo!

Como líder, ¿aceptas el reto?

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