OPINIÓN ONLINE

¿Qué nos enseñan los Juegos Olímpicos sobre innovación?

Los Juegos Olímpicos nos presentan 5 lecciones importantes para aplicar tanto a la innovación como a la vida.

Juliana Sánchez Trujillo
9 de agosto de 2016

Los Juegos Olímpicos, son ante todo, una forma de celebrar el espíritu humano y la posibilidad de alcanzar los sueños. Sin embargo, son también una lección profunda de tenacidad, resilencia y aceptación del fracaso. A continuación presento algunas lecciones olímpicas que aplican igualmente en los procesos de innovación y en la vida:

  1. Mantenga el fracaso en perspectiva

La innovación y la competencia son difíciles, porque son, ante todo un juego mental. Si usted vive pensando en todo lo malo que puede suceder todo el tiempo, su mente no lo dejará llegar muy lejos. Visualice siempre la meta, pero tampoco se quede lamentándose cuando tenga algún fracaso. Vea los errores como una fuente para identificar sus habilidades y así poder trabajar en ellas.

Sea compasivo con usted mismo y permítase cometer errores, de lo contrario nunca podrá salir de su zona de confort.  Así como debe entrenarse la fortaleza física, trabaje también en la mental; deshágase de hábitos que no conducen a su productividad y esté atento a su diálogo interno, pues puede que usted mismo esté saboteando sus posibilidades de éxito. Solo los que tienen fuerza de carácter se levantan fácilmente ante las dificultades.

  1. Esté atento a las nuevas promesas

El paso del tiempo y acumular experiencia puede ser un arma de doble filo, pues si bien permite un mayor desarrollo de las habilidades físicas, factores como la edad debilitan el desempeño. Adicionalmente, cuando se es regular en las pruebas, los contrincantes ya conocen el estilo de juego y la estrategia.  No se debe perder de vista que cada cierto tiempo aparece un nuevo contrincante cargado de sorpresas. Por este motivo, es importante reinventarse constantemente y analizar sus tácticas en el terreno, pues un novato desconocido puede llegar a cambiar las reglas del juego.

  1. El valor principal del líder es la humildad.

En los Juegos Olímpicos, bien se trate de disciplinas grupales o individuales, los atletas no están solos; cuentan con el acompañamiento y apoyo de sus entrenadores, quienes les ayudan a trazar la visión y alcanzar la meta. Sin embargo, los entrenadores permanecen en la orilla buscando el mejor desempeño de su deportista. Muchas veces incluso lejos de las luces y de los aplausos.

Así mismo, en las organizaciones, el verdadero líder transformacional es el que impulsa a su equipo a dar lo mejor de sí mismo, con la humildad de reconocer que no siempre puede tener las mejores habilidades o las mejores ideas, ni menos llevarse todo el crédito.

  1. Lo que te hizo exitoso en el pasado no lo hará en el futuro

Para nadie es un misterio que los deportistas olímpicos han dedicado años de su vida a formarse y perfeccionar sus habilidades en sus respectivas disciplinas. Sin embargo, también es claro que ser el favorito o haber ganado en el pasado no te hará vencedor en el presente, pues los nuevos talentos e incluso las lesiones inesperadas pueden cambiarlo todo en un segundo. Recuerde que en las olimpiadas los resultados se definen en el campo de juego, no por el récord de éxitos alcanzados en el pasado.

  1. Apalánquese en la tecnología pues cada milésima cuenta.

Los Juegos Olímpicos han sido el mejor escenario para el lanzamiento de nuevas innovaciones en la indumentaria deportiva. El que más se ha beneficiado en estos eventos ha sido Speedo, que en cada versión de los juegos presenta su más alta tecnología en trajes de competencia, los cuales son generalmente creados a partir de imitaciones de comportamientos del mundo animal.  

Así mismo, en esta versión Nike ha creado unas innovadoras zapatillas para la medallista jamaiquina Shelly-Ann Fraser-Price. Lo interesante del proceso es que se valieron de metodologías de innovación y la tecnología de impresión 3D para poner a prueba más de 20 diseños prototipados con la impresora y probados en el laboratorio, hasta conseguir la fórmula que le permitirá ganar milésimas de segundo en la carrera.  Muchas veces no se trata de reinventar la rueda, sino de apalancarse sobre lo ya existe para encontrar resultados ganadores.