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Médico cardiólogo latinoamericano en el hospital sonriendo y formando un corazón con sus manos - salud y medicina | Foto: Getty Images

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Estudio reveló que tener niveles altos de omega-3 mejora las condiciones de salud de personas que padecen insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca no se puede curar, pero puede mejorar con cambios en el estilo de vida.

26 de octubre de 2022

Investigadores del Hospital Germans Trias i Pujol y del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (Imim) determinaron por medio de un estudio que tener niveles más altos de grasa omega-3 de procedencia vegetal reduce el riesgo de morir y de tener que ingresar en el hospital en personas con insuficiencia cardíaca.

La revista Journal of the American College of Cardiology publicó los resultados del estudio que cuantificaron los niveles de un ácido graso omega-3 vegetal en muestras de sangre de más de 900 pacientes afectados por la insuficiencia cardíaca.

Los investigadores siguieron los hábitos alimenticios de los participantes durante tres años, después de la obtención de la muestra de sangre, aquellos con unos niveles bajos de omega-3 vegetal en sangre tenían 39 % mayor riesgo de morir o ingresar en el hospital en comparación con los que tenían niveles más altos.

La insuficiencia cardíaca puede tener causas muy diversas, va empeorando gradualmente y, aunque no se puede curar totalmente, puede controlarse a través de pautas farmacológicas y estilo de vida saludable.

Los efectos beneficiosos en el corazón de los omega-3 son “largamente conocidos”, pero la gran mayoría de estudios sé centran en los omega-3 que provienen del pescado azul, mientras que en este caso se han enfocado en una variante que proviene de alimentos vegetales.

Alimentos saludables para el corazón
Una alimentación saludable es clave para prevenir problemas del corazón. | Foto: Getty Images

El riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares es igual para ambos sexos

Los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares son, en gran medida, los mismos para hombres y mujeres, según un amplio estudio mundial en el que participaron investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia).

El estudio, publicado en la revista científica The Lancet, incluyó a participantes tanto de países de estrato alto como medio y bajo. Las enfermedades cardiovasculares están más extendidas en estos últimos. Los datos proceden del Estudio Epidemiológico Urbano Rural Prospectivo (PURE, por sus siglas en inglés).

La investigación comprendía 155.724 individuos de 21 países de los cinco continentes. Con edades entre los 35 y los 70 años, los participantes no tenían antecedentes de enfermedad cardiovascular cuando se incorporaron al estudio. Se registraron todos los casos de enfermedades cardiovasculares mortales, infartos de miocardio, derrames cerebrales e insuficiencias cardíacas durante el periodo de seguimiento, que fue de una media de diez años.

Los factores de riesgo estudiados fueron metabólicos (como la hipertensión arterial, la obesidad y la diabetes), conductuales (tabaquismo y dieta) y psicosociales (situación económica y depresión).

Estos indicios resultaron ser similares en ambos sexos, salvo en el caso de los valores elevados de lipoproteínas de baja densidad (LDL, a menudo conocido como colesterol malo), cuya asociación con las enfermedades cardiovasculares fue más fuerte en los hombres. Sin embargo, en opinión de los investigadores, este hallazgo debe confirmarse en más estudios.

Los síntomas depresivos fueron otro factor de riesgo de enfermedad cardiovascular que resultó ser más significativo entre los hombres que entre las mujeres. Por otra parte, la relación entre una dieta inadecuada y las enfermedades cardiovasculares era más estrecha en las mujeres; y el tabaquismo, aunque notablemente más frecuente entre los hombres, era un factor de riesgo igual de perjudicial para las mujeres.

En general, los investigadores hallaron factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares muy similares en los participantes masculinos y femeninos, independientemente del nivel de ingresos de sus países. Esto pone de manifiesto la importancia de que las estrategias de prevención de la enfermedad sean también las mismas para ambos sexos.

*Con información de Europa Press.