Cabello rizado con ingredientes naturales.
Para lograr un cabello sano se requiere una buena dieta. | Foto: Getty Images

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¿Cabello débil y quebradizo? Así debe alimentarse para fortalecerlo

Una dieta equilibrada y la comprensión de la genética pueden ser la clave para mantener un cabello saludable y fuerte.

Redacción Vida Moderna
17 de febrero de 2024

En un mundo donde la apariencia personal cobra cada vez más importancia, el cabello se ha convertido en uno de los factores principales de atención y de cuidado.

Una combinación adecuada de nutrientes, una dieta equilibrada y la comprensión de la genética pueden ser la clave para mantener un cabello saludable y fuerte, afirma en SEMANA Andrés Martínez, CEO de la clínica capilar Mediarte.

La versatilidad de las trenzas como método para ondular el cabello sin calor ha resistido la prueba del tiempo, ofreciendo desde ondas sutiles hasta rizos definidos, dependiendo de la preferencia personal.
Un cabello saludable requiere una dieta rica en proteínas, vitaminas y oligoelementos. | Foto: Getty Images

Nutrientes esenciales para un cabello saludable

Para iniciar, Martínez enfatiza la importancia de una dieta rica en proteínas, vitaminas y oligoelementos. Entre los nutrientes esenciales, destaca la queratina, una proteína fundamental para la fortaleza del tallo capilar, así como las vitaminas C, E, A, las del complejo B, además de zinc, hierro, cobre y ácidos grasos omega-3.

¿Cuál es el impacto de estas deficiencias nutricionales? “Las consecuencias de no consumir estos nutrientes pueden afectar la salud capilar de diversas maneras”, señala Martínez. Y agrega que pueden llevar a un cuadro conocido como efluvio telógeno, caracterizado por una caída constante y abundante de cabello.

Para este experto, que si bien no existe una dieta específica para garantizar la salud capilar, sí se recomienda una alimentación equilibrada que cubra las necesidades de los nutrientes esenciales. Alimentos ricos en hierro, vitaminas del complejo B, vitamina D, zinc y proteínas son fundamentales para prevenir la caída del cabello.

Hierro: se incluye en alimentos como carne magra, pescado, espinacas, cereales fortificados, pollo y legumbres.

Vitaminas del complejo B: se encuentra en productos lácteos, huevos, pescado y carnes magras.

Vitamina D: está presente en productos como pescado graso, yema de huevo y alimentos fortificados.

Zinc: alimentos como carne de res, mariscos, semillas, cereales integrales, pollo y nueces contienen este nutriente.

Vierta la leche y salpique
Los productos lácteos son ricos en vitaminas del complejo B necesarias para un cabello sano. | Foto: Getty Images

Proteínas: hace parte de alimentos como carnes, pescados, huevos, legumbres, frutos secos.

Agua: la hidratación es fundamental para la salud del cabello. Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día.

Martínez, igualmente, subraya la importancia de la hidratación para el cabello, indicando que el agua “hidrata el cuero cabelludo y la hebra capilar, mejora la circulación sanguínea del cuero cabelludo y contribuye a la eliminación de toxinas”.

Además, advierte sobre el consumo excesivo de alimentos procesados, ricos en azúcares, alcohol, cafeína, y grasas saturadas y trans, que pueden tener un impacto negativo en la salud capilar.

El rol de la genética en la salud capilar

Adentrándose en el aspecto genético, Martínez aclara que existen genes específicos que influyen en la salud del cabello, incluyendo aquellos relacionados con el ciclo de crecimiento del pelo, la circulación sanguínea, la producción de sebo y la respuesta inflamatoria.

La calvicie puede iniciar a los 30 años de edad  o antes.
Existen genes específicos que influyen en la salud del cabello, incluyendo aquellos relacionados con el ciclo de crecimiento del pelo, la circulación sanguínea, la producción de sebo y la respuesta inflamatoria. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La predisposición genética, especialmente la alopecia androgenética, juega un papel crucial, siendo el gen principal asociado con la calvicie encontrado en el cromosoma X.

Por eso, para aquellos preocupados por su predisposición genética a la pérdida del cabello, Martínez sugiere considerar la historia familiar de alopecia, someterse a un examen físico específico y realizarse pruebas genéticas concretas. “Pues se requieren más estudios para comprender mejor el papel exacto y la influencia de estos genes”, concluye.

Es decir, que en este enfoque integral hacia la salud capilar no solo es importante mantener una nutrición adecuada y de cuidado personal, sino que también es importante una comprensión más profunda de cómo la genética puede influir en la salud del cabello, ofreciendo esperanza y soluciones a aquellos que buscan mantener su cabellera en las mejores condiciones posibles.