La estampilla que Colombia le dedicó en 1956 a Javier Pereira, considerado el más longevo de la historia, con 167 años.
Vivir 110 años es posible y está en las manos de cada uno, demostrado en un programa alimentario basado en las dietas de las poblaciones más longevas del mundo.

Vida moderna

Dieta para la longevidad: estos son los alimentos que ayudan a prolongarla

La clave de la juventud y la regeneración se encuentra en las células del cuerpo humano.

11 de febrero de 2022

Al hablar de un deseo común entre todas las personas algo habitual es la idea de vivir más de 100 años, o por lo menos, permanecer el tiempo más largo posible en el mundo terrenal, ¿pero sería posible durar tanto tiempo?

Valter Longo, uno de los más prestigiosos investigadores en el campo del envejecimiento y aclamado como “el gurú de la longevidad” según la revista Time, ha pasado la mayor parte de su vida investigando acerca de la prevención y cura de las enfermedades más comunes del siglo XXI a través de la alimentación.

Por fortuna, hoy en día todos los resultados de sus estudios han quedado expuestos en La dieta de la longevidad, una guía alimenticia que demuestra que la clave de la juventud y la regeneración se encuentra en las células del cuerpo humano.

En su trabajo sustenta que patologías cardiovasculares y autoinmunes, enfermedades endocrinas como la diabetes, o enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el cáncer pueden prevenirse y evitarse con una correcta alimentación. Valter Longo afirma que llegar a los 110 años es posible y está en las manos de cada uno, demostrado en un programa alimentario basado en las dietas de las poblaciones más longevas del mundo.

Enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el cáncer pueden prevenirse y evitarse con una correcta alimentación. | Foto: BBC

Su filosofía concuerda en que basándose en una dieta casi vegana, de dos o tres comidas al día repartidas en 12 horas y haciendo uso de los múltiples consejos y recetas de este manual, las personas podrán reducir los factores de riesgo de las enfermedades más recurrentes de la actualidad y recuperar o mantener un cuerpo sano que lo acompañe hasta la eternidad.

Regla 1

Pocas proteínas

  • Según cuenta Valter Longo, habría que tomar 0,8 gramos por kilo de peso corporal diarios (60 gramos para una persona de 75 kilos.
  • Para los mayores de 65 años (hasta 1g/kg). “Hay que regular la cantidad de proteínas en base a la edad. La Dieta de la Longevidad para los adultos está compuesta de alimentos vegetales, además de pescado un par de veces por semana, mientras en la dieta concebida para los niños y para los mayores de 65 años, hemos incluido carne y otros productos de origen animal, como huevos, leche de vaca, leche de cabra, entre otros”, indica Longo.
  • Además, el experto hace referencia al dicho de “Somos lo que comemos” ya que en la edad adulta el consumo de demasiadas proteínas está asociado a un riesgo elevado de varias enfermedades, no obstante, una dieta con niveles insuficientes de proteínas puede causar problemas de malnutrición. “El resultado se aprecia en el aspecto físico como, por ejemplo, en obesidad o delgadez, musculatura más o menos desarrollada, y también en términos de salud: diabetes, cáncer, enfermedades cardiacas, etc.”, expresa Longo.
  • También sostiene que el organismo, se puede construir de un modo casi perfecto, dando a los genes todos los componentes y nutrientes necesarios para desarrollar un sistema que funcionará y durará bien hasta los 110 años. “En cambio, un exceso o una carencia de sustancias nutritivas o de combinaciones desequilibradas producirán un sistema defectuoso”, señala.

Regla 2

Preferencia vegetal

  • Sustituir productos de origen animal (leche, quesos, carne) por productos de origen vegetal (legumbres o verduras).

Regla 3

Aceite de oliva

  • El aceite de oliva es uno de los productos más saludables. Puede ser utilizado en abundancia.

Regla 4

Pan y pasta

  • Son alimentos óptimos, pero en lugar de 150 gramos de espaguetis y 50 gramos de tomate, mejor 30 ó 40 gramos de pasta y 300 gramos de lentejas, garbanzos, frijoles, guisantes, etc.
  • “Hay que consumir gran cantidad de carbohidratos de índice glucémico bajo (legumbres, verdura), disminuyendo los alimentos demasiado ricos en almidón (4P: pasta, pan, pizza y patatas) y en azúcar (zumos de fruta, pasteles, bebidas azucaradas carbonatadas).

Regla 5

Azúcares al mínimo

  • Reducir al mínimo los aportes de azúcares simples, aunque sin tener que eliminar o sustituir por estos el azúcar en el té o el café.
  • “Tenemos que reducir al mínimo las grasas saturadas, hidrogenadas y trans. Limitar la sal y los azúcares, aunque algún dulce de vez en cuando está bien, sobre todo los alimentos que son sanos, a base de fruta o chocolate por encima del 85 % de cacao”, explica Longo.

Regla 6

El pescado es bueno

  • Comer pescado un par de veces a la semana, pero cuidado con el mercurio del atún, del pez espada, etc. (debe limitarse a una o dos veces al mes).

Regla 7

Dos comidas diurnas

  • Lo ideal para quien gana peso es hacer dos comidas diarias además de picar.
  • Ejemplo: desayuno máximo de 300 calorías, almuerzo o cena y picar entre comidas con pocos azúcares, tal vez a la hora del almuerzo y un té o café además del desayuno.

Regla 8

Frutos secos

  • Valter Longo sostiene que es fundamental comer un puñado de nueces, almendras o avellanas diario. “Consumir preferentemente un tipo distinto cada día”.

Regla 9

Los ayunos

  • Una o dos veces al año, los ayunos de al menos cuatro días son ideales para reajustar el sistema inmunitario, pero se realizarán bajo la supervisión de un médico (los diabéticos con tratamiento de insulina deberán abstenerse).
  • “El ayuno intermitente puede significar indicar muchos protocolos y no todos saludables. Por ejemplo, el ayuno de 16 horas, muy de moda últimamente, está asociado a mayores riesgos cardíacos porque la gente normalmente se salta el desayuno y mayores riesgos por la formación de piedras en la vesícula biliar”, concluye Longo.
  • Además, aconseja el de 12 horas. “Está ampliamente documentado que, a igualdad de calorías ingeridas, los sujetos que comen en un intervalo de 12 horas presentan menos riesgo de sobrepeso y trastornos metabólicos”.