Piel
Las manchas se producen por falta o incremento de la melanina. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

El cuidado de la piel después de los 50: ingredientes para tener un cutis joven y radiante

Mantener una dieta balanceada es fundamental para mejorar el aspecto de la piel y evitar manchas, arrugas pronunciadas, entre otras cosas.

17 de abril de 2023

La piel es el órgano más grande del cuerpo y, con el pasar del tiempo, esta se ve más delgada, más pálida y transparente (traslúcida). Por ello, elegir un estilo de vida saludable puede ayudar a retrasar el envejecimiento natural y prevenir diversos problemas de la piel.

Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que los cambios en la piel están relacionados con factores ambientales, constitución genética, nutrición, entre otros. Sin embargo, el factor individual más importante es la exposición al sol.

Para cada etapa de la vida, hay una serie de recomendaciones. Por ejemplo, llegar a los 50 años es una meta que no solo denota la mitad o un poco menos del total de vida, sino que también El Universal dice que hay dos miradas: mientras unos la reciben con energía y vitalidad, hay otros que entran en crisis.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el término de calidad de vida hace referencia al bienestar general de una persona en donde factores como la salud física, el estado psicológico, la independencia y las relaciones sociales juegan un papel fundamental.

piel manchada
piel manchada | Foto: Getty Images/iStockphoto

Teniendo en cuenta datos recopilados del portal de belleza Telva, el cuidado número uno para las personas que tienen 50 años es el de la piel. “A partir de los 50, todas las pieles se enfrentan a manchas como léntigos solares, arrugas finas o profundas, dependiendo de la expresividad y del Sol que hayamos tomado (fotoenvejecimiento) y flacidez”, consigna.

De este modo, hay quienes buscan tener una piel más radiante y joven, sin importar haber llegado a la mediana edad, como muchos la catalogan.

Para ello, el portal MS junto a la Especialista de Medicina Estética de Alta Gama, la doctora española Mercedes Silvestre comparte algunos consejos que son “realmente importantes para poder verse atractivo después de los 50 años”.

1. Importancia de la limpieza facial: de acuerdo con la especialista, hay que limpiarse cada noche y cada día el rostro. Luego de los 40 o 50 años, las células muertas de esta parte del cuerpo comienzan a acumularse y engrosan la capa córnea, por lo que hay que mitigarlas con una rutina de limpieza.

2. Usar tónico: este producto refresca, hidrata y mantiene el pH de la piel, según Garnier. En ese sentido, se recomienda utilizarlo en la mediana edad, porque ayuda a cerrar los poros, mientras equilibra y prepara la piel, por ejemplo, para ser maquillada.

Mascarilla
Las mascarillas caseras brindan diversos beneficios a la piel y le ayudan a recuperar la lozanía perdida. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

4. Protector solar: los dermatólogos aconsejan tomar el Sol para que la piel reciba vitamina D. Sin embargo, también hacen énfasis en la necesidad de cubrirla con un protector solar. Veritas consigna que este producto actúa como un protector de rayos UV, que deterioran el aspecto de la piel y pueden causar cáncer, según la Sociedad Americana de Cáncer.

5. Hidratación: para los conocedores del tema, la piel no solo se debe hidratar por fuera. Es indispensable tomar agua para mantener una piel joven. De hecho, MS agrega que aparte de beber al menos un litro y medio de agua por día, también hay que consumir alimentos que tengan un elevado contenido del líquido de vida, como la pera o la sandía.

Tomar agua es importante para el bienestar integral.
Tomar agua es importante para el bienestar integral. | Foto: Getty Images

También de acuerdo con Glamour, las mujeres deben tener una dieta balanceada, pues esto ayudará a mejorar el aspecto de la piel. Indican que es necesario consumir bastante agua, alimentos ricos en antioxidantes y alimentos ricos en ácidos grasos naturales, como el aguacate, el salmón, las nueces, entre otros.