EL DINO-BEBE

Decepción científica luego de las pruebas realizadas a un huevo fosilizado de dinosaurio.

15 de enero de 1996

LA SEMANA PAsada un gigantesco huevo alimentó las expectativas de los paleontólogos. Se trataba de un ejemplar fosilizado que fue encontrado hace unos meses en Argentina y en cuyo interior los expertos esperaban hallar el fósil de un bebé saltasaurio. Pero finalmente los científicos se decepcionaron al encontrar solamente un embrión.
Los expertos apostaban a que el huevo de 70 millones de años de antigüedad contendría un embrión en una etapa avanzada de desarrollo, es decir, con un esqueleto completo. El hallazgo de un feto desarrollado hubiera permitido a los científicos entender mejor la evolución de estos gigantes herbívoros de cuello largo que habitaron América del Sur durante el período cretáceo. Pero lo que hallaron fue un embrión de escaso desarrollo, lo cual no ilumina mucho la evolución de las bestias prehistóricas.
El huevo, del tamaño de una bola de boliche, fue descubierto hace seis meses en el noroeste de Argentina. Estaba completamente fosilizado e intacto, lo que aumentó las esperanzas de que contendría un embrión en la última etapa de desarrollo. "No era un huevo recién puesto, pero tenía sólo varias semanas de edad", dijo el doctor Edward Petuch, profesor de paleontología en la Universidad Atlántica de Florida. "Para pesar nuestro, se trataba de un embrión joven", declaró el catedrático.
Otros huevos intactos de dinosaurio han sido encontrados, pero el de Argentina era considerado el mejor ejemplar jamás descubierto de la especie saltasaurio. Los científicos utilizaron la técnica de tomografía axial computarizada para captar las imágenes del interior. El profesor Petuch comparó el embrión con un feto humano de seis semanas. "Se podían ver pequeñas masas Pálidas de cartílagos y quizás algo que pudo haber sido el comienzo de un cráneo", declaró. Aun cuando los análisis no revelaron un gran hallazgo, sí confirmaron la existencia de huevos fosilizados de la era cretácea, la última de las tres épocas de los dinosaurios, lo que impulsará la búsqueda de un ejemplar que permita a los científicos rastrear su evolución.