El alzhéimer es el tipo de demencia más común.
El Alzheimer es el tipo de demencia más común. | Foto: Getty Images

VIDA MODERNA

Estudio: identificaron una posible terapia no invasiva que podría frenar el alzhéimer

En la primera fase del alzhéimer, las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje se ven fuertemente afectadas.

27 de septiembre de 2022

Un nuevo estudio realizado por la científica de la Universidad de Málaga, Inés Moreno, en colaboración con la Universidad de Texas (Estados Unidos), identificó una posible terapia no invasiva que podría frenar la enfermedad de Alzheimer.

Moreno consiguió reducir en un modelo preclínico la cantidad de proteínas tóxicas en el cerebro, cuya agregación es el principal motivo de muerte neuronal en el alzhéimer, hasta en 40-80 %.

Estas proteínas también se encuentran en la sangre y, según señala la experta de la UMA, están en equilibrio con el cerebro: si aumenta en el cerebro, aumenta en sangre, y viceversa.

A partir de estos resultados, Moreno propone la eliminación de los agregados tóxicos como modelo terapéutico ante la enfermedad. El trabajo fue publicado en la revista científica Molecular Psychiatry.

“Eliminar las proteínas tóxicas del cerebro es el objetivo de la mayoría de las terapias actuales frente al Alzheimer”, detalló la investigadora del grupo de la UMA NeuroAD.

La novedad de esta investigación es que plantea reducir las toxinas desde la sangre, donde también están. “Hemos constatado que, si quitamos toxinas de la sangre, estas drenarían del cerebro a la sangre de nuevo en busca del equilibrio, mejorando los signos clínicos y la patología de la enfermedad”, aseguró Moreno.

Un cerebro se sienta en el espacio con líneas de colores a su alrededor que representan pensamientos, ideas o creatividad
En la primera fase del Alzheimer, las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje se ven fuertemente afectadas. | Foto: Getty Images

La científica afirmó que, actualmente, el análisis de muestras sanguíneas ya se emplea, en algunas ocasiones, para el diagnóstico de la enfermedad como alternativa a la neuroimagen.

Sin embargo, hasta el momento, nunca se ha utilizado con el fin demostrado en este trabajo. Por ello, este nuevo uso “abre la puerta a posibles estrategias terapéuticas no invasivas, que actúen a nivel circulatorio”.

Así, los resultados probados en modelos animales evidenciaron que este tratamiento mejoraría la capacidad de memoria y aprendizaje, corrigiendo fallos cognitivos, pudiendo no solo eliminar las proteínas tóxicas, también modificar otros factores importantes en el desarrollo de la enfermedad.

La Universidad de Texas, donde Inés Moreno es profesora asociada, va a continuar con este estudio a nivel clínico, en busca de determinar los mecanismos moleculares implicados en esta mejora de la enfermedad y, también, si el tratamiento funcionaría en pacientes realizando, por ejemplo, diálisis a los pacientes con demencia o, incluso, transfusiones.

Estudian reversión de fases del alzhéimer, del deterioro cognitivo leve a la normal

Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) investigó la dinámica temporal de los cambios que se producen dentro de la progresión de la enfermedad de Alzheimer, y determinó, en 11 % de la muestra analizada, que existe una reversión desde la fase de deterioro cognitivo leve hacia la anterior, la cognitivamente sana.

El curso de esta enfermedad neurodegenerativa ha sido concebido tradicionalmente como un proceso que se mueve en una única dirección a lo largo de tres fases de gravedad creciente: preclínica de cognición normal, prodrómica o de deterioro cognitivo y, finalmente, demencia. Según el estudio publicado en Alzheimer’s and Dementia, puede existir un proceso bidireccional dentro de este continuo.

“Los datos indican que la probabilidad anual de transitar ‘hacia delante’, desde la fase de pérdida cognitiva hasta la de demencia, es aproximadamente la misma que la de transitar ‘hacia atrás’, desde la prodómica hasta la preclínica”, señala José María Ruiz Sánchez de León, investigador del Departamento de Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia de la UCM.

Para llevar a cabo el estudio, se utilizaron datos procedentes de una muestra de 985 personas mayores de 70 años pertenecientes a la cohorte del Proyecto Vallecas, un programa de investigación de base poblacional y metodología observacional que se desarrolla en las instalaciones del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía.

*Con información de Europa Press.