FELIZMENTE DIVORCIADAS

Según un estudio reciente, la vida de las cuarentonas divorciadas no es tan lúgubre como la pintan.

9 de agosto de 1993

DIVORCIARSE A LOS 40 ES GENERALmente visto como el primer acto de una tragedia griega. Especialmente en el caso de la mujer. La creencia generalizada es la de que la vida de la mujer cuarentona y separada sólo ofrece monotonía y aburrimiento.
La soledad, la frustración y la desesperanza parecen ser, a los ojos de mundo, la única, inevitable y desoladora perspectiva. Esta idea ha sido alimentada por la creencia popular de que mientras el hombre a los 40 tiene toda una vida por delante y está en pleno vigor intelectual y físico para volver a empezar una vida, para las mujeres esta década marca el comienzo del fin. Pues bien, este mito ha sido recientemente desvirtuado por un estudio realizado en los Estados Unidos.
El Centro Nacional de Investigaciones sobre Mujeres y Jubilación realizó recientemente una amplia encuesta en todo el país para averiguar cómo es la vida y la actitud de las mujeres después del divorcio. Lo interesante de este estudio es que se trata del primero que se realiza enfocado específicamente en las expectativas de la mujer divorciada de mediana edad. Pero lo curioso del asunto es que los resultados obtenidos en las cerca de 500 encuestas realizadas conforman un retrato completamente diferente del que tradicionalmente se ha pintado.
Antes de iniciar el estudio, los investigadores consultaron la opinión de la gente sobre las separadas de mediana edad y, como era de esperarse, obtuvieron un sombrío pronóstico: "Estas mujeres sufren de un marcado sentimiento de soledad"... "Carecen de actividades interesantes fuera de su trabajo"... "Son mujeres que viven solamente por y para sus hijos"... "El fin del matrimonio significa para ellas la pérdida de su identidad"... fueron sólo algunas de las frases más utilizadas para definir la lúgubre vida de estas mujeres.
Pero al parecer este retrato no corresponde a la realidad. Según el estudio, las mujeres cuarentonas y separadas no están, como se piensa, a duras penas sobreviviendo a su desgracia. Por el contrario, sus respuestas muestran que la gran mayoría de ellas, enfrentadas a la realidad del divorcio, han sido capaces de superar la crisis, han logrado atravesar con éxito la tormenta de los retos emocionales y financieros que conlleva una separación conyugal y emprender una nueva vida: activa, independiente y feliz.

MITOS Y REALIDADES
MITO 1.: A LOS 40 ES DEMASIADO TARDE PARA CAMBIAR
En lugar de aislarse después del divorcio, un abrumador 82 por ciento de las mujeres respondieron que experimentaron un renovado sentido de independencia que les dio la fortaleza para sobrevivir los tiempos difíciles.

MITO 2. EL DIVORCIO LE HACE PERDER A LA MUIER EL CONTROL SOBRE SU VIDA
Por el contrario, cerca de dos terceras parte de las mujeres entrevistadas señalaron que el proceso de divorcio les había inspirado por primera vez a ganar control sobre su vida. El 80 por ciento manifesto que habían logrado después una más positiva y alta autoestima y que la energía anteriormente invertida en su matrimonio la habían canalizado hacia el desarrollo de la autoconfianza.

MITO 3. EL SUEÑO DE TODA DIVORCIADA ES CASARSE DE NUEVO
El matrimonio no parece estar en los planes de las divorciadas. Más de la mitad de las mujeres que participaron en la encuesta dijeron que, antes que casarse, querían su tiempo para lograr conocerse a sí mismas. Muchas temían perder su recién encontrada independencia con otro matrimonio.

MITO 4. EL SEXO NO ES PARTE IMPORTANTE EN LA VIDA DE LAS DIVORCIADAS
Aproximadamente una tercera parte de las mujeres entrevistadas dijo que habían experimentado más placer sexual después del divorcio.

MITO 5. LAS DIVORCIADAS SON MUJERES SOLITARIAS Y AMARGADAS
Aunque casi la mitad de las entrevistadas citó "envejecer solas" como el aspecto que más les preocupa, un número igual ya había establecido otra relación afectiva. El 40 por ciento manifestó que sus amigas eran la mayor fuente de apoyo.

MITO 6. DESPUES DEL DIVORCIO LAS MUJERES "VIVEN A TRAVES" DE SUS HIJOS
La mayoría de las entrevistadas -un 60 por ciento- señaló que después del divorcio están más preocupadas con su propia vida y su crecimiento personal. Y una cifra similar señaló que en la medida en que aprendieron a valorarse más a sí mismas, llegaron a ser mejores madres.